Tras lo ocurrido, la suegra regresó a Venezuela confirmándose el embarazo. Discusiones con su marido, la hicieron regresar a casa de su hija. Con cinco meses de embarazo, vuelve a copular con su yerno, a escondidas de la hija.
Karen hará un trato con su hijo para que acepte ir de vacaciones, un convenio que convertirá la ducha en un momento sumamente erótico entre madre e hijo.