Tras la primera paliza que mi amo me dio tan solo unos días después de casados por desobedecerlo al gritar porque me estaban perforando lo pezones, comenzó mi verdadera vida como puta y esclava
Dieter y Mark avanzaron hacia el cuerpo de Jana tendido en el frió suelo de piedra. Mark se sorprendió de su estado, su cuerpo no parecía tener ni un lugar donde una herida o moradura no hubiera marcado su espacio.
pronto me di cuenta de que no pensaba en nadie más, sólo en asumir el dolor que aquella situación me estaba produciendo, en vivirlo y sentirlo en cada parcela de mi cuerpo y mi piel.
Jana, había regresado de África, tras se sometida y esclavizada allí, pensando que se cerraba un capitulo de su vida y podría volver a recuperar su estatus social, su vida familiar y laboral… nada más lejos de la realidad.
El hombre se coloco tras de mi, me hizo levantar los brazos y los ato a unas argollas que pendían de unas cadenas desde el techo, luego oí un chasquido y las cadenas se tensaron elevándome hacia arriba quedando apoyada por las puntas de mis pies en e...
Pasados unos minutos los hombres fueron retirándose y tan solo quedaron el capataz y algunos de ellos. Mi amo ya hacia tiempo que había abandonado el lugar.
Sentí que corría por un hermoso jardín, pero me dolía el cuerpo, mis articulaciones, y mi boca estaba como adormecida, una suave lluvia caía sobre mi piel tratando de mitigar el dolor.
Una sensación de ahogo me hizo despertar, gran cantidad de agua fría caía sobre mi cara y mi boca y después por todo mi cuerpo. Los dos hombres que me habían "preparado" para la fiesta de la noche anterior, me rociaban con mangueras de agua a presión...