Mi tío, un hombre gordo, moreno, no muy alto ni agraciado tiene una tienda y un día fui a ayudarle porque andaba lastimado de su brazo y mano derecha, pronto descubrí lo mucho que le hacía falta esa mano
Mi vecino me ayuda con un desperfecto en el sistema de agua que está en la azotea, así que le pago con mi cuerpo, pero ahora este lugar se ha convertido en nuestro sitio favorito para coger.