Todo comienza un día en el que mi esposo debía irse de viaje y pierde el vuelo, regresa a casa y lo primero que ve es el coche de mi padre en la puerta de casa, entra (primera planta) y no estamos ni mi padre ni yo. No hacía falta subir, desde abajo escucha mis gemidos, con la sangre helada y a pasos cortos llega a nuestra habitación y se le estampa la verdad en la cara.

No puede creer la escena, dos cuerpos desnudos, sudorosos, lujuriosos... El mío con frenéticos movimientos sentada sobre el cuerpo tendido de mi padre, con un rostro para el muy conocido (Lo llamaba cara de zorra) con estupefacción retrocede unos pasos y por alguna razón decide no detener la situación y esperar a que termine.

-Folláte a tu nenita papito

-Mas fuerte papito.

-No te corras aún que esto está muy rico.

-No te corras dentro papi, que estoy en los días.

-No vayas a preñarme.

- Gracias papi, gracias

-Quieres tu culito?

-Dale por el culo a tu perrita

-Dale toda la lechita a tu nena querida.

-Te saco tu lechita papi?

-Así papito, así...que rica tu lechita.

-Dame más lechita más, más. Uff siempre seré tuya papá...

Agotada, aún sin aliento escucho:

- TERMINARON?

Su mirada lo decía todo, desde ese momento dejaba de ser su princesa para convertirme en la puta barata que soy.

Con una voz calmada que yo no conocía:

- Gustavo, te vistes y te vas?

- Está noche tu putita regresará a tu casa para que te la folles el resto de tu puta vida.

El rostro de mi padre era como tallado en piedra, ilegible, pero muy dentro de mi sabía que estaba feliz, aceptar mi noviazgo y matrimonio me había costado (literalmente) sangre sudor y lágrimas.

Al marcharse mi padre, intento vestirme y mi marido coge mi ropa y comienza a desgarrarla..

- No te vas a vestir perra

-Ricardo déjame explicarte

-No necesito ninguna explicación Sandra, que vas a decirme? Que no es tu padre? Que no le pedías más leche?

Dos bofetones fueron el comienzo del resto de mi vida. Él no paraba de llorar pero tras sus lágrimas solo podía ver su odio y repugnancia... me arrastró al garaje me empujó a la caseta del perro y solo dijo:

-Atrevete a salir de ahí perra y se marchó

No me atrevía a salir, pasaron las horas y no podía más...entre el frío y las ganas de ir al baño me atrevo a llamarlo, gritando su nombre, a los pocos minutos llegó muy bebido y con el cinturón en la mano.. creo que estuvo dándome con el cinto más de media hora, estaba morada por todas partes, llorando le pedía perdón y le decía que lo amaba, le suplicaba que parara, que tenía frío y que tenía que ir al baño, creo que paro por su propio agotamiento.

-Frio vas a pasar el resto de tu vida puta de mierda.

-Ven a mear perra.

Y de los pelos me llevo al jardín;

-Agáchate, mea.. Lástima que se te va a salir la leche de tu padre.

-Tienes 5 segundos para mear como una perra o lo harás en tu caseta.

No aguantaba más así que lo hice en el jardín, sin poder limpiarme me obligó a regresar de rodillas a la caseta del perro, cogió el plato del agua del perro y sin lavarlo siquiera lo lleno de agua y lo dejo en el suelo.

Volvió a decir:

-Atrévete a salir maldita perra

- y ni se te ocurra volver a llamarme.

Lloré un océano, sabía que le había destruido la vida a mi marido al que amaba con locura, sabía que el le contaría a todo el mundo mi mayor y oscuro secreto, me quedé dormida o desmayada, no lo sé...

Al día siguiente se levantó con una sola idea... Castigarme hasta no poder más y volvió con el cinto, me dio tantas veces como pudo;

-Sabes que así vas a vivir el resto de tu vida?

De vuelta al jardín

-Haz tus necesidades y entierralas

- Tu comida (de perro)

y se marchó.

Ese castigo comenzó el 7 de abril de 2001.

Mi padre ha fallecido hace un par de meses y aquí en TODO RELATOS comienza lo que mi marido llama LA SEGUNDA FASE de mi castigo.

Hasta ahora de cara a la sociedad soy una mujer excelente, buena esposa, buena madre, una buena persona y el quiere que sienta el desprecio de las personas contando mi historia de cómo he follado toda la vida con mi padre.

Si deseas correrte hablando con una perra barata como yo, mientras te cuento cómo me follaba a mi padre, escribe a mi correo y dame tu opinión sandrainsespapa@gmail.com

Los próximos relatos comienzan desde el principio de la historia que comienza desde que tengo uso de razón.

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