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Fecha: 16-Oct-22 « Anterior | Siguiente » en Grandes Series

Lilim - 19. El Pilum

Shadow
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Si con Cerbero y la aparición del Tercer Sello del Apocalipsis pensé que ya nada podría complicarme aún más la vida… me equivoque… y mucho… Version para imprimir

                       

                 19 – El Pilum

 

Cuando por fin llegué a mi casa me encontré con todo el mundo allí reunido esperándome. Mi hermana Medusa seguía encerrada en mi habitación soltando por su boquita sapos y culebras sobre todo el que se atrevía a pedirle permiso para entrar, vamos, que menos guapos les decía de todo lo que os podáis imaginar, y nada bueno. La verdad no terminaba de entender a que se debía todo aquello, y que era lo que Medusa podría haber visto en mi cuarto para ese comportamiento. Confieso que hice todo el viaje pensando en cada cosa que tenía en mi habitación, a la vista o escondida y que ella hubiese podido encontrar, pero nada me ofrecía una posible explicación para que estuviese en semejante plan. Como ya dije, mi hermanita pequeña conmigo era tan sobreprotectora como bruta… y algunas veces os aseguro que daba autentico miedo.

Cuando por fin entre a la habitación, tras un minuto de convencerla de que de verdad era yo, todo el mundo entró en tromba tras de mi… y esto porque me quedé completamente paralizado por lo que vi nada más acceder. En un rincón, junto a la cama, o más bien, junto a una de las mesillas, en una esquina, se encontraba una lanza, concretamente un Pilum pesado Romano de los usados por la caballería. Esto eran muy, pero que muy malas noticias, mucho peor que lo de Cerbero y el tercer sello juntos, pero lo más grave es que había hecho su aparición en mi propio dormitorio… Si con el Tercer Sello, a lo bestia, y pensándomelo mucho, el convocar al Conclave podría haber sido una solución del estilo de matar moscas a cañonazos, con esto, el conclave estaba fuera de toda discusión, no quería ver a ninguno de esos a cien kilómetros de la Lanza. Dado que todos entraron en la habitación, las preguntas comenzaron a caer encima mío casi al instante… comenzando por mi queridísima hermana…

-        Por favor, dime que me he equivocado y no es lo que yo creo. ¿Ashur?... -preguntó Medusa con voz nerviosa-.

-        Si, es… -fui interrumpido-.

-        ¿Se puede saber qué haces con eso en tu habitación? -preguntó Tony-.

-        Tú sabes que eso es un arma y están prohibidas sin permisos… ¿verdad? -me soltó la inspectora Serena-.

-        Es curioso… no parece una réplica… incluso diría que es autentica… -dijo Helen acercándose hasta que mi hermana se lo impidió haciéndola casi volar, siendo recogida en el aire por Fenrir-.

-        Que nadie se acerque, ni os mováis… -dije con voz gélida-.

-        Bueno Miguel, ¿pues dinos que se supone que haces con eso en tu habitación? -preguntó Tony cruzándose de Brazos-.

-        Creo que la pregunta está mal formulada… lo que debería de explicarnos Miguel, es ¿porque hay una lanza flotando en su habitación?

-        ¿Cómo que flotando? -respingaron a dúo Helen y Serena-.

-        Si, flotando… fijaos bien, esta como a tres centímetros y medio del suelo y no se apoya en ningún sitio… literalmente… esa lanza… Flota… -recalco Coral-.

-        ¿Miguel que es ese Pilum? -replicó Helen de inmediato preguntándome directamente-.

-        Si te dijese que pensases en la Biblia, ¿Qué lanza romana te vendría de inmediato a la cabeza? -replico un más que serio Fenrir-.

-        Estáis diciendo que esa lanza es… -Coral la interrumpió, poniéndose pálida, al igual que el resto de los miembros de la brigada-.

-        … La Lanza de Loginos… -remato Coral pálida-.

-        Si es eso exactamente, aunque que sería mucho más apropiado llamarla Lanza del Destino… Longinos simplemente fue uno más a quien en algún momento de la historia la Lanza le permitió usarla -dije-.

-        Explícate… ¿cómo que "le permitió usarla"? -preguntó Helen-.

-        La Lanza del Destino es un objeto sensitivo, decide quien la toca y quien no… y es muy peligrosa, porque no se le puede obligar a hacer aquello que no quiera… Matara a quien lo intente, incluso aunque solo sea por eso, por el mero hecho incluso de intentar tocarla provocaría la reacción letal de la Lanza…

-        ¿Quieres decir que si alguno de nosotros la tocase nos mataría? -preguntó Coral-.

-        Cualquiera de nosotros que no fuese Ashur moriríamos en el acto, la Lanza nos mataría… -replicó Medusa-.

-        ¿Pero entonces porque Miguel si puede y los demás no? -replicó la inspectora Serena dando lo dicho por Medusa como cierto-.

-        Ni idea, pero es así, supongo que eso solo lo sabe mi hermano, y por mucho que se le ha preguntado por ello, jamás nos ha contestado a ninguno… -replico Caín encogiéndose de hombros-, la Lanza decide quien la toca y quien no, pero a lo largo de los milenios solo mi hermano ha podido hacerlo sin riesgo para el.

-        Pero por lo que dijisteis, hay más gente que ha podido usarla… ¿no? -replicó Helen-.

-        Si, se les llama portadores… algunos solo han podido usarla durante periodos limitados de tiempo, otros hasta su muerte, e incluso se dé alguno que incomprensiblemente ha muerto por la misma Lanza… la única constante en poder usarla a lo largo del tiempo ha sido Ashur… pero como ya dijo mi hermano, no sabemos porque, y él no nos lo ha querido contar nunca… -explico Medusa-.

-        Miguel… -la interrumpí-.

-        Coral, ni te molestes, como te ha dicho mi hermana, eso es algo a lo que no pienso contestar, yo puedo, el resto no, y punto.

-        -Ashur, ¿qué pasa con la lanza? -preguntó Medusa, mucho más inteligente de lo que me hubiese gustado en esos instantes-.

-        Nada…

-        No hermano, algo pasa… no es la primera vez que te he visto ante ella y nunca has dudado como ahora en tomarla al instante de verla… -replico muy seria Medusa, haciendo que todos clavasen sus ojos en mi-.

Lo cierto es que esta vez sí era diferente a lo habitual cuando me encontré con esta misma situación anteriormente en que se apareció ante mí. Si tuviese que explicarlo, diría que, aunque su afinidad conmigo permanecía intacta, la impresión que me daba es que, en esta ocasión, no estaba allí por mí, ya me había pasado antes, pero nunca con una sensación tan poderosa procedente de la Lanza… ¿Podría acercarme a ella, cogerla y guardarla o esconderla como había hecho los últimos miles de años? Si, indudablemente podría hacerlo, pero si no estaba allí por mí, y la sensación como digo, es de que claramente no era así, no serviría de nada, porque en cuanto me diese media vuelta volvería a hacer lo mismo, y quizá esa vez no lo hiciese cerca mío, algo que evidentemente no quería que ocurriese. La Lanza era algo a lo que, una vez reaparecía, no me podría permitir perder de vista.

Sobre la Lanza del Destino hay muchos mitos infundados, algunos de ellos creados específicamente por mi para proteger su verdadero secreto, pues no se llama así por casualidad, y creedme que no es por nada bueno. Por si alguno os lo preguntáis, no, el Pilum no es su forma real, pero por algún motivo lleva los últimos 2.000 años con esa apariencia, desde que se le apareció a Longinos, y tiene visos de que no va a cambiarla. Mi principal problema ahora era el conclave, en realidad el problema es que, si bien mi madre no puede tocarla, los otros dos si, y eso no sería nada divertido que ocurriese. Si la Lanza hubiese estado aquí por mí no me preocuparía, si alguno de los dos tratase de hacerse con ella ante mis narices o hacerme a mi algo, la Lanza por sí misma lo mataría en el acto, y si, incluso a ellos, algo que esos dos conocen perfectamente. Actualmente ninguno de los dos bandos podría vencer al otro de atacarse, mi madre podría desequilibrarlo, pero la realidad es que procuraba que estuviesen en equilibrio y no tenía ambiciones sobre la Lanza, lo que me indicaba que posiblemente supiese más de lo que yo suponía, pero no hasta donde. El caso, es que, si la lanza caía en manos de alguno de los otros dos, nada le impediría el poder exterminar completamente al otro bando, aunque dudaba mucho de que realmente alguno de esos dos imbéciles supiesen realmente las consecuencias que tendría el hacer ese uso de la Lanza. Y si, acabo de llamar imbécil a Lucifer y al Arcángel Gabriel… pero es que algunas veces esos dos me sacan de quicio…

-        De momento y hasta que sepa de cierto que ocurre, es mejor que todos salgáis de aquí, no vayáis a tocarla por accidente… -repliqué, porque parecíamos sardinas en lata, todos apiñados junto a la puerta-.

-        Bien… pero tienes que explicar que pasa… -replico Medusa, haciendo que todos se pusiesen en marcha-.

-        Alto… todos… volved… quedaos otra vez en vuestro sitio… -dije-.

-        ¿Qué ocurre? -preguntó Medusa-.

-        Pasa que está aquí por uno de vosotros… y hay que averiguar quién es ya mismo… -replique-.

-        Pues ya explicaras como, porque ir tocándola uno por uno como que no, sabes que esa cosa matara a cualquiera que se trate de hacer con ella… -dijo Caín-.

-        Lo se… por eso vais a ir saliendo hacia el salón de uno en uno según os vaya nombrando…

Cuando anteriormente trataron de irse todos siguiendo mis indicaciones, la situación de la Lanza se alteró, las sensaciones que percibía de ella cambiaron a algo que podría ser parecido a la intranquilidad. Esa sensación extraña ceso en el mismo momento en que impedí que se marchasen y regresaron, por lo que para mí estaba claro, alguno de estos era el motivo por el que la Lanza había aparecido en mi habitación. ¿Por qué en mi habitación y no en la de esa "persona"?, pues ni idea, y dado que la Lanza del Destino no habla era imposible preguntarle, si se me permite la ironía… Pero esto era un problema, no porque alguien pudiese arrebatársela al "elegido", sino porque yo estaba acostumbrado a manejar la Lanza y os garantizo que no era algo fácil de hacer, era muy poderosa, demasiado…

-        Serena, sal… -vi como salía sin que la Lanza reaccionase-.

-        Tony, sal… -paso igual-.

-        Medusa, ahora tu… sal

-        Pero… -le interrumpí-.

-        Medusa sal… no quiero repetirme… ya… -replique con dureza-.

-        Coral sal…

-        Alto… para… quédate, ven a mi lado… -dije rápidamente cuando la Lanza reacciono-.

-        ¿Qué pasa? -preguntó Caín preocupado-.

-        Pasa que posiblemente sea a Coral a quien busca… salid el resto ahora… todos… Coral tu quédate… -me hicieron caso por la mirada de pocos amigos que les lancé-.

-        ¿Estás seguro que es por mí?

-        Si, solo ha reaccionado cuando tú has querido irte de su lado… está aquí por ti…

-        Entonces que hago, ¿la cojo? -preguntó insegura-.

-        No, ni mucho menos… no te haría nada, pero antes tenemos que hablar sobre ella, porque no es nada sencillo controlarla, y tú vas a tener que hacerlo… o será un desastre de magnitudes impredecibles… -me quede pensativo unos segundos, hasta decir que sería mejor hacer primero-.

-        Pero…

-        Pero de momento vamos a que la toques… quizá así se calme y nos deje algo de margen… venga… ven conmigo… primero lo hare yo y luego te la pasare a ti… pero ante todo cálmate y sobretodo trata de relajarte… -me decidí por esto dada la intranquilidad que sentía proceder de la Lanza-.

Me acerque a la Lanza con Coral al lado, la sujete por su centro alzándola un poco sin que reaccionase, algo que ya sabía que no haría conmigo. Le indique a Coral que pusiese su mano junto a la mía, sujetando también ella la Lanza… lo hizo mirándome con cierta aprensión, pero no ocurrió nada cuando puso la mano sobre ella. Le dije que pusiese la otra mano por encima de la mía y después la solté, dejándosela solo a ella. La sensación procedente de la Lanza en el momento en que quedo únicamente en manos de Coral fue como de alegría, de júbilo… Lo siguiente, fue que la pudo dejar sobre mi cama y salir conmigo al salón sin que por suerte reaccionase de ninguna forma, aunque tampoco tenía claro el tiempo que duraría eso y cuanto permitiría ahora la Lanza que Coral se alejase de ella dada su fuerte reacción cuando la sostuvo...

-        ¿Qué ha pasado? -preguntó preocupado Caín-.

-        Pues que la Lanza está aquí por Coral, de momento está en la habitación, sobre mi cama, pero no sé cuánto tiempo durara allí -repliqué-.

-        ¿Quieres decir que puede volver a desaparecer de nuevo? -preguntó Helen-.

-        Podría suceder perfectamente, pero lo dudo, me refería principalmente, a cuánto tiempo aceptara estar fuera del alcance de Coral…

-        ¿Qué ha podido suceder para que Coral la haya atraído? -preguntó Medusa-.

-        Oye, que yo no he hecho nada -respingo Coral alterándose por la mera mención-.

Fue en ese momento, cuando junto a Coral, apareciendo de la nada surgió de nuevo La Lanza del Destino, dándola un susto de muerte. En esta ocasión la Lanza dejo de "flotar", por lo que se inclinó hacia Coral, obligándola a cogerla instintivamente con la mano para que no le golpease al caer sobre ella. Fue tocarla y la Lanza desaparecer nuevamente… Coral, tras la desaparición de la Lanza del mismo modo en que llegó, se quedó mirando fijamente su mano y brazo mientras fruncía el ceño… Para luego dirigir sobre mí una mirada interrogante…

-        Notas tu brazo extraño, ¿no? -pregunté-.

-        Si, pero no es solo el brazo… toda yo me noto rara… y no sé porque… ha debido ser al tocarla… -dijo Coral-.

-        No, eso que notas es la Lanza, que está en ti… -repliqué suspirando, porque aquello iba a ser muy largo-.

-        ¿Perdona, como que está en mí? -pregunto Coral con visible gesto de alarma-.

-        ¿Qué quieres decir con eso? -preguntó Caín alarmado, igual que el resto-.

-        Para que os hagáis una idea aproximada, ahora mismo, la Lanza ha sentido que Coral se alteraba y para poder protegerla se ha integrado con ella, pero aún no sé exactamente como, porque podría hacerlo de varias formas y niveles diferentes… Pero que no solo haya notado extraño el Brazo no es bueno…

-        ¿Estás diciendo que es un riesgo para ella? -preguntó Serena-.

-        Calmaos todos, tranquilizaos que Coral no corre el menor peligro con la Lanza… el peligro ahora lo corréis todos los demás, por eso necesito saber cómo se ha integrado la Lanza con ella… y que ha elegido como detonante…

-         ¿Eso es muy importante? -preguntó Coral-.

-        Muchísimo, si se ha integrado usando, por ejemplo, un sentimiento como la colera, el miedo o algo así, no habría problema porque con un entrenamiento adecuado podrías ser capaz de manejarlo y mantenerla bajo control, pero si se ha unido usando como parámetro tu poder… entonces sí que tenemos un problema muy serio…

-        Según dijiste, soy una Bruja Instintiva…

-        Eso es, y tu poder surge de tu instinto. Pero especialmente de tu instinto de supervivencia el cual no controlas, y difícilmente podrías controlar, por eso sería muy peligroso. Podrías hacer que tu propio poder active el de la Lanza para que te defendiese. Si pasa eso, estarás sin tener el más mínimo control sobre ninguno de los dos… tu poder te defiende y no hay mayor problema con ello, pero la lanza, si te siente amenazada atacara matando a cualquiera que considere un peligro para ti, sea quien sea…

-        Pero… -la interrumpí-.

-        Coral, tu poder es limitado a tu entorno, se activa para poder protegerte con él defensivamente, pero el de la Lanza no es así, no funciona de ese modo… La Lanza matara a cualquiera que sienta que te amenace o que tu entiendas como una amenaza…

-        Bueno, pero eso solo sería en el peor de los casos, ¿no? -preguntó una Coral esperanzada-.

-        No necesariamente, la Lanza, se ancle a lo que se ancle… sigue siendo igual de peligrosa. Entiende, que sea cual sea la opción, la Lanza está contigo y es peligrosa para cualquiera a tu alrededor que "ella" como instrumento sensitivo entienda que en un momento dado supone un riesgo para ti…

-        Por lo poco que pude entender de Medusa antes, deduzco que tú ya has tenido en tu poder la Lanza… ¿no podrías hacerte cargo de ella…? -preguntó Coral-.

-        Por poder podría, pero sería inútil, volvería a buscarte y terminaría del mismo modo que ahora… Lo siento Coral, pero eres oficialmente su portadora, y La Lanza del Destino por el momento es tuya… Quizá mañana se canse y desaparezca…

-        O según entiendo, quizá nunca, ¿no? -dijo Helen en tono lúgubre-.

-        Si, es otra posibilidad, que la Lanza no la deje mientras siga viva… y no me gustaría estar cerca si alguien tratase de matarla teniéndola con ella… La Lanza la defendería por sí misma y creedme, no sería benevolente con nadie…

Lo peor, es que, si esto continuaba y la Lanza seguía dando visos de que no pensaba marcharse del lado de Coral, le iba a tener que explicar ciertos detalles sobre la lanza que no me gustaría tener que compartir. La Lanza del Destino tenía dueño, y no por nada se llamaba así, pertenecía al primero de los Jinetes, el de la Guerra y estaban estrechamente ligados entre sí, la Lanza por sí misma en determinadas circunstancias podría llegar a traerlos a este plano y ahora, la llave de esa opción quedaría en manos de Coral, cuyo poder para ella resultaba del todo incontrolable… Lo único bueno de todo esto es que nadie podía arrancársela a Coral mientras la Lanza la eligiese, ni siquiera su dueño. Pero, si por casualidad se la entregase voluntariamente al Jinete, los cuatro podrían quedar libres de su encierro a su total discreción… y el resultado de eso no creo que tenga que señalar lo malo que podría llegar a ser. Otra cosa mala de verdad, es que prácticamente estábamos sentados sobre el punto de salida de su Jinete, lo que lo hacía mucho más peligroso…

Lo peor de todo, es que, si los jinetes se liberaban con la Lanza en su poder ya que los otros tres si tenían sus armas con ellos, eso haría que los cuatro primeros sellos dejasen de "funcionar", mientras que los tres sellos restantes harían todo lo posible por llegar a sus manos. Esa era en realidad la peor de mis pesadillas porque en ese caso no tenía ni idea de lo que ocurriría o supondría el que los medios para poder desencadenar el Apocalipsis quedasen en las manos de los Jinetes. Ni siquiera yo sabía si esa opción sería "buena", aunque los cuatro estuviesen sueltos a su voluntad, o terriblemente mala porque ejecutarían los restantes sellos. Mientras había sido yo quien controlase la Lanza eso no era ninguna opción válida, los jinetes seguirían en su lugar, nadie sería capaz de arrebatármela y los sellos continuarían su rodar por el mundo de forma independiente, siendo muy pocas las veces que no hubiese tenido al menos uno de ellos bajo mi control. Pero en este caso, además, me estaba comenzando a dar la impresión de que la conexión de Coral con la Lanza podría llegar a ser extremadamente fuerte, lo que limitaría aún más mi posible interacción con la Lanza…

Que yo supiese, esta era la primera vez en los últimos 2.000 años que la Lanza había elegido a alguien que no era yo. La vez anterior tomo la forma de un Pilum y eligió a un Legionario Romano llamado Longinos. A estas alturas creo que todos sabemos lo que paso, como terminó, y no digo ya de lo que no quedo reflejado posteriormente para la historia… El antecedente desde luego no era muy prometedor que dijésemos máxime teniendo en cuenta que Longinos tenía una afinidad con la Lanza muy superficial, cosa que era claro que no sucedía con Coral. En ese momento la simetría de Longinos con la Lanza no era muy alta, por lo que, pese a su poder, únicamente pudo usarla como un Pilum "normal" que eliminaba a todo el que se lo cruzaba por delante, pero con Coral con esa rápida integración de la Lanza en ella para protegerla, ya me indicaba claramente que esto era muy diferente… Necesitaba saber cómo y a que niveles se sincronizaba Coral con la Lanza, podía esperar a que pasase por sí mismo, o forzarlo. Si esperaba y la situación avanzaba, me arriesgaba a no estar presente y que ocurriese algo malo, pero si lo forzaba había el peligro de agravar la situación de Coral reforzando ese vínculo entre ambas…

Decidí forzarla, pero para ello necesitaba la colaboración de mis dos hermanos, y más importante, que ninguno de los demás se diesen cuenta de nada. Por fortuna llevábamos milenios juntos y éramos capaces de comunicarnos de más de mil formas diferentes, el problema en este caso, era hacerlo sin que Medusa se enterase, porque necesitaría de su reacción. El plan era sencillo, debían discutir los dos y atacarse mutuamente poniendo a Coral en peligro con su acción e involucrando accidentalmente también a Medusa. Si conocía bien a Coral, se enfadaría considerablemente y sus poderes antes o después entrarían en juego… confiaba que la Lanza reaccionase en uno u otro momento. Pero necesitaría estar muy atento para evitar que pudiese matar a alguien si consideraba que Coral estaba en riesgo de morir… y no es broma…

Finalmente pusimos el plan en marcha, y salió peor que mal, fue un desastre. Caín y Fenrir comenzaron a atacarse transformados, ni os digo en destrozo en el salón, finalmente a los veinte segundos de empezar la Lanza hizo su aparición ante Coral, por suerte estuve rápido y puse mi mano ante su punta parándola en seco cuando ya se dirigía a atacar a Fenrir que era el más cercano. Normalmente la Lanza del Destino en cuanto hubiese tenido mi mano delante se habría detenido en seco, sin embargo, en esta ocasión, aunque también lo hizo, le dio tiempo a clavarse unos tres centímetros en mi mano, algo que jamás antes había sucedido. Por fortuna fui yo, con cualquier otro de los presentes, posiblemente a excepción de Coral, hubiese muerto, incluso tan solo con esa pequeña herida de nada debido al poder ejercido por la Lanza.

Tras frenarse la Lanza rielo y desapareció de nuevo… Bueno, en realidad, desaparecer, desaparecer no, lo que hizo fue lo mismo de la vez anterior, volvió con Coral, solo que esta vez la unión entre ambas fue "total". Vamos, que Coral y la Lanza del Destino, mientras a esta le diese la gana, literalmente pasaron a ser una sola… Realmente no lo sé seguro, pero mucho me temo que el fundirse con Coral a ese extremo era precisamente para evitar que yo pudiese "retirársela"… me resulto divertidísimo… mi brillante idea resulto lo mismo que pegarme un tiro en el pie…

Si antes de mi gran plan podría haberla recuperado manteniéndola bajo mi vigilancia, y el mayor problema entonces era que la Lanza estuviese cerca de Coral si pasaba algo, acababa de joderla a gran escala. Ahora la dichosa Lanza estaba totalmente integrada con Coral, y de ese modo, también quedaba fuera de mi alcance. La metedura de pata con la idea fue épica… Lo primordial en esos momentos era saber cómo reaccionaba la Lanza con Coral y bajo que circunstancias para tratar de encontrar un modo de que esta pudiese mantenerla, aunque fuese bajo un mínimo de control. La verdad es que sabia como conseguir que la Lanza actuase, aunque también era consciente de que a la buena de Coral y a sus escrúpulos no le gustaría para nada el asunto si se daba cuenta de lo que pretendía hacer. Aprovechando la situación del ataque de la Lanza, engañe a Coral para que me acompañase para explicarle más datos sobre la Lanza lejos de los demás, para asegurarnos de que no pasase nada. Las objeciones fueron bastante tibias ya que todos habían visto lo ocurrido y lo peligrosa que era la Lanza…

Seguro que os preguntareis que era lo que pensaba hacer para que a Coral no fuese a gustarle, ¿verdad? Pues es muy simple, acudí con ella a un conocido lugar de distribución de droga, metiéndonos los dos solitos en el chiringuito del traficante más peligroso del lugar. Nos adentramos en el cuarto de la casa que usaban para la venta, después de solicitar una compra y mostrarme la mercancía, por sorpresa le dije a una muy nerviosa Coral que como policía procediese a detener a todos los presentes… Los pobrecillos tardaron dos segundos en tratar de sacar sus armas con la sana intención de dispararnos. La Lanza tardo menos de cinco segundos en matarlos a todos ellos… Siete personas estaban allí dentro con nosotros, y en lo que se tarda en respirar una solo vez, los siete tenían un horrible agujero en el centro de sus pechos, allí donde un fantasmal Pilum Romano les había atravesado de parte a parte destrozándoselo… Los siete murieron antes de que sus cuerpos llegasen a tocar el suelo…

Cuando trataron de sacar sus armas el poder de Coral comenzó a tomar forma para defenderla, pero no le dio tiempo, la Lanza del Destino actuó antes… Coral no se dio cuenta por la tensión de la situación, pero yo sí que escuche perfectamente el piafar de caballos como en un segundo plano… y os aseguro que en aquel lugar no había ningún caballo, droga a parte. Esto era malo, que yo recordase, y nunca olvido nada, jamás había existido nadie desde el inicio de los tiempos con una conexión tan profunda con la Lanza del Destino con la única excepción de su dueño… A modo de aclaración, diré que mi conexión con la Lanza o los propios Jinetes es distinta a cualquier otra, incluida la propia Lanza, y por motivos muy diferentes… El poder escuchar ese piafar estaba claro lo que suponía, estaba pasando algo y no me gustaba la sensación. Como ya dije, la Lanza tenia el poder de traer a este plano a los Jinetes por si misma, y el que se acercasen a los limites era un problema muy serio, me indicaba que la afinidad de la Lanza con Coral podría ir mucho más allá de lo que creía en un principio.

Finalmente llame a mis queridos hermanitos, quienes junto con medusa se ocuparon de limpiar el lugar de huellas y de posibles testigos incomodos… Al día siguiente fue noticia, más de treinta muertos por culpa de unas dosis de drogas adulteradas que les provocaron fallos multiorgánicos, y dado que siete conocidos traficantes habían desaparecido del mapa a toda velocidad, les culparon de esas muertes, poniéndolos en busca y captura. El poder de Coral solo actuaba cuando esta estaba en peligro de muerte, y por lo que parecía, la Lanza lo hacía justo unos segundos antes. La parte buena es que con esas condiciones los miembros de la Brigada no deberían de correr peligro, la mala era que como siempre, la Lanza lo hacía aniquilando todo lo que considerase un riesgo para su portador…

La cosa es que con lo que escuche del Piafar de caballos no me quede muy conforme, máxime cuando note también cierta sensación indeterminada en los Jinetes, por ello decidí repetir la experiencia, para prestarle esta vez toda mi atención y tratar de dilucidar hasta qué punto la Lanza los "atraía" cuando Coral estaba en peligro. Puesto que teníamos en la Brigada acceso a diversos informes sobre traficantes y organizaciones de diversa índole, estuve buscando un sitio optimo en el que poder hacer la prueba, uno que ofreciese daños "limitados". Mas o menos resulto igual que en el anterior, esta vez solo hubo cinco muertos por causa de la Lanza, como era en un piso en un barrio marginal bastante complicado, nadie vio ni escucho nada, algo con lo que ya contaba. Escuche nuevamente el Piafar de caballos, y aunque me resulto como más lejano que la vez anterior, la sensación con los Jinetes persistía, como si la Lanza los quisiese cerca por si acaso… En un plazo de una semana, hubo un total de veinte muertos entre tres lugares diferentes, todos con un enorme agujero en sus pechos termino por llamar la atención y me vi obligado a tener que suspender las prácticas de Coral… El Piafar se escuchaba muy en la lejanía, la Lanza parecía estar "relajándose", y ese remanente de presencia podría ser la sensación del Dueño de la Lanza tratando de acercarse a ella sin más historia y sin mayor problema, pero por si acaso, decidí que momentáneamente Coral se mudaría a mi piso. De ese modo se quedaría conmigo y Medusa, prefería que no estuviese muy lejos de mi alcance… por si acaso.

El que la Lanza del Destino hubiese elegido a Coral era un problema muy serio, si hubiese sido cualquiera de las dos inspectoras, Serena o Helen, sería más fácil poder ponerla bajo control, pues una muerte más o menos no les afectaría en lo más mínimo. En realidad, el problema en gran parte eran los escrúpulos que aun mantenía arraigados Coral para según qué cosas, y lo malo es que si quería que tuviese un mínimo control sobre la Lanza me iba a ver obligado a "neutralizárselos". Para entendernos, si alguien tratase de matar a Serena o Helen, no digamos ya a Medusa, cualquiera de ellas se limitaría a matarlo en el acto sin inmutarse, y posiblemente en esa situación la Lanza no interviniese. Coral es diferente, trataría de protegerse y detenerlo sin hacerle daño, por lo que se pondría en riesgo haciendo que su poder instintivo se preparase para actuar, y en ese mismo instante dada su integración actual, implicaría que la Lanza del Destino actuaria de inmediato matando a todo aquello que considerase como un riesgo por mínimo que fuese. Por ello lo primero era sacar a Coral de la calle…

Además de todo esto, había otra cosa que me estaba molestando sobremanera en cuanto me pare a pensar dos veces en todo lo que me estaba sucediendo. Alguien trataba de encontrar el aparatito de Salomón, que yo había puesto a salvo entregándoselo a los Cuatro Jinetes. Poco después esta "búsqueda" parecía haberse detenido, y justo en ese momento fue cuando hizo su aparición el Tercer Sello, el del Jinete de la Muerte, el cual vinieron a tratar de liberar a San Lorenzo del Escorial, el punto natural de salida del Jinete de la Guerra… Cuando por fin consigo ponerle las manos encima al sello, hace su entrada estelar la Lanza del Destino, cuyo propietario real es el primer Jinete, el de la Guerra, y sobre cuyo punto de salida, yo y su actual portadora estamos literalmente, sentados…

De primeras no creo en casualidades, o al menos, no en tantas, máxime cuando comienza a parecerme que se está siguiendo algún tipo de patrón de algo que no soy capaz de discernir… También ayuda el hecho de que, por circunstancias, sea capaz de "sentir" a los Jinetes, aunque estén en su propio plano, y los cuatro, por lo que fuese estaban inquietos desde que la Lanza se fusionó con Coral… Eso me preocupo, como digo, su presencia cerca de ella cuando la Lanza actuó podría indicar que la fusión de la Lanza con Coral quizá fuese mucho más profunda de lo que pensaba… y eso ya era malo… pero podría llegar a ponerse aún mucho peor si Coral no lograba controla mínimamente sus "apariciones"…

La Leyenda dice que quien posea la Lanza del Destino será capaz de conquistar el mundo. Bueno, pues es cierto, aunque la cosa, obviamente como no podía ser de otro modo, es un poco más complicada. No basta, como algún cerebro de mosquito a lo largo de la historia ha llegado a pensar, que con empuñar la lanza, montar en un caballo y arremeter contra todo bicho viviente basta para lograr esa conquista. La realidad, es que primero la Lanza tendría que aceptar al sujeto como su Portador, luego debería también de conseguir una altísima sincronización con ella a un nivel que nunca, desde el principio de los tiempos, había visto hasta el momento y tan solo una vez conseguido esto podría usarse como llave para traer a los Jinetes a este mundo y arrasar con todo. Claro, que aún existe un último reducto de control, los jinetes también tienen que encontrar "digno" al sujeto, o lo mataran. Con lo del "digno" no comentare nada, porque realmente no tengo ni repajolera idea de que podrían considerar esos cuatro como "digno". Con Coral, me estaba dando en la nariz que a ella si que la encontrarían digna…

Del plano de los Jinetes existen cinco llaves, cuatro pertenecen a los jinetes en la forma de sus armas, y tres de ellas están con sus dueños, tan solo la del Jinete de la Guerra está en el exterior, la dichosa Lanza. Luego faltaría la quinta llave… yo mismo, que a estas alturas no debería de sorprender, porque ya debería de haber quedado claro que de algún modo puedo acceder a ellos cuando quiera y si, también podría liberarlos si quisiese e incluso llegado el caso poder darles ordenes... Como ya dije, lo del "tres veces maldito" tiene más connotaciones de las que la gente cree, y esta, tan solo la conocía yo... Solo dos apuntes al respecto, no, yo no puedo liberar el Apocalipsis aun en caso de que usase los siete sellos, dado que por un motivo "obvio" de maldiciones varias lo tengo vedado, y no, si este es liberado, tampoco podría hacer nada con, o contra los Jinetes… En este caso digamos que solo puedo ver, oír y sobre todo, no tocar…

Como era obvio también, Coral no me hizo ni caso, no quiso ni oír hablar de quedarse en las oficinas y no estar en la calle junto a Tony. Finalmente tardó dos días, pero paso lo que me temía que pasase, que la Lanza nuevamente volvió a actuar. Coral y Tony tuvieron que asistir a un juicio, en los juzgados al ir a tomar el ascensor, este se abrió y dentro estaban dos tipos que anteriormente habían sido detenidos por Coral… Según lo que nos contó Tony, en cuanto vieron a Coral, los dos tomaron posturas un tanto "chulescas" y aprovecharon el momento para amenazarla… Coral instintivamente se preparó por si les daba por cometer una estupidez, su poder actuó para protegerla, y la Lanza del Destino obro en consecuencia, los trincho a ambos contra la pared del ascensor como si fuesen un pincho moruno… Ni os cuento la que se organizó con dos sujetos evidentemente asesinados en los mismos juzgados. Por fortuna ni Tony ni Coral habían accedido en ningún momento al Ascensor y además también estuvieron permanentemente desde que entraron por los arcos de seguridad en línea de visión de diferentes cámaras. Ambos aseguraron que se encontraron con la situación al abrirse las puertas del ascensor, algo que en parte corroboraban las propias imágenes al verse a ambos "ponerse en guardia" de inmediato, sacar sus armas tras dos segundos de aparente confusión y comenzar a pedir ayuda…

Lo cierto es que me sentí bastante orgulloso de ambos por su pronta reacción a la "sorpresa" de la Lanza. Ambos tuvieron que colaborar con la seguridad de los juzgados y el resto de policías presentes en revisar todo el edificio de arriba abajo mientras lo desalojaban. Coral consiguió mantener la calma en todo momento, por fortuna, porque como ya dije, la Lanza no distinguía amigos de enemigos, tan solo amenazas potenciales y actuaba en consecuencia a ello… Cuando a Coral y Tony les ofrecieron unos días de descanso, esta vez sí que los aceptaron. Creo que fue la primera vez que Coral se dio de verdad cuenta del problema que suponía para ella tener la Lanza en sí misma y el arraigo que esta tenía… Los sentimientos, ira, odio… etc… en un momento dado y con el entrenamiento adecuado se podían controlar prácticamente en su totalidad, pero el instinto no, quizá se podría reprimir algo, pero era ingobernable… La única solución viable que yo veía era tratar de conseguir que Coral pudiese "direccionar y centrar" su instinto, o lo que es lo mismo, ofrecerle a la Lanza un blanco claro…

La idea me ha quedado preciosa, ¿a que sí?, bueno, pues es eso que puede parecer tan simple es más fácil decirlo que luego hacerlo, especialmente porque necesita mucho tiempo de entrenamiento, que por cierto no teníamos. Con cualquier reacción de defensa instintiva de Coral la Lanza del Destino actuaria de inmediato matando al origen de tal hecho. El problema que al principio parecía no entender Coral hasta el suceso del ascensor, es que un simple susto o sorpresa desagradable, podría desencadenar esa reacción defensiva en su poder y suponer el ataque inmediato por parte de la Lanza del Destino. Por otro lado, sus poderes con el tiempo cada vez se iban haciendo más fuertes, o quizá sería mejor decir, que más intensos, lo que afectaría también a la Lanza del Destino… El único que estaba a salvo junto a Coral era yo, pues la Lanza nunca me atacaría a mí, o quizá fuese más correcto decir, que puede que la Lanza iniciase la acción, pero nunca la completaría sobre mi tratando de matarme, aunque tampoco estaba muy seguro que no me hiriese, aunque solo sea levemente… Ya había pasado cuando puse la mano para detenerla en mi piso, y lo que yo también me preguntaba, es si esto sería proporcional a la fuerza de los poderes de Coral, que poco a poco continuaban aumentando según pasaba el tiempo y mejoraba su experiencia con ellos…

Que yo supiese, desde el inicio de los tiempos no había existido nadie que no fuese su propietario, el Jinete de la Guerra, con una sincronización tan fuerte con la Lanza como la que tenía Coral. Nuestra tranquilidad con ese juguetito tan cerca nuestra, pasaba por aniquilar sus escrúpulos e insensibilizar todo lo posible a Coral, para de ese modo restringir en lo posible que su poder instintivo se activase al menor contratiempo. Para ambos casos necesitábamos de lo mismo para Coral, muertos, y contra más, mejor, pero en esta época eso podía ser un auténtico problema, ya que no podías ir masacrando gente alegremente por ahí. Si queríamos arreglarlo, habría que entrenar a Coral severamente para que "corrigiese" esos "instintos"… era difícil, requeriría mucho tiempo, y como ya dije, eso era algo de lo que no dispondríamos suficientemente…

Existía una segunda opción, aunque era un tanto peligrosa, sin olvidarme de que uno de los elementos que iba a necesitar llevaba casi 2.000 años extinto, por fortuna, esa planta aún seguía creciendo en los territorios de mi queridísimo hermano Poseidón. Se trataba de un bebedizo usado por muchas organizaciones en la antigüedad, como los *Nizaríes Ismaelitas, para mejorar su entrenamiento y fortaleza mental. Supuestamente este bebedizo los trasladaba a un lugar donde las leyes del tiempo estaban alteradas, y un día equivalía a todo un año en el peor de los casos. Si tuviésemos que explicarlo de forma científica, podríamos decir que el bebedizo lo que hace es estimular los canales neuronales del cerebro acelerándolos varias veces, permitiendo además con ello usar entre el 35 y 60% del mismo a la vez dependiendo de cada persona, permitiendo que este "acelerase" el tiempo de sus experiencias místicas entrenando su mente. Esto es algo muy arriesgado porque literalmente, puede freírtelo, no todo el mundo, sea o no de las razas, es capaz de soportarlo y salir indemne de la experiencia. Coral para mi tenía una ventaja sustancial, primero su integración casi perfecta con la propia Lanza, y segundo su poder, que procurarían por todos los medios de mantenerla con vida.

Tenía que preparar las cosas, por fortuna aun disponía lo suficiente de esa planta como para preparar una dosis para Coral, pero necesitábamos un sitio aislado donde pudiese emprender "el viaje". Aunque yo podría guiarla durante un periodo de tiempo limitado, existía un problema importante. Aunque tenía suficiente como para hacer para cinco a seis días, para hacerlo con seguridad, Coral no podría tomar del bebedizo más que la cantidad necesaria para un periodo entre tres y máxime, cuatro días o sería muy peligroso para ella. Eso supondría que, en su mente, para su cerebro, su entrenamiento psíquico habría durado realmente un plazo de tres a cuatro años. Mas allá de ese tiempo no podría garantizar su seguridad, no sabía si sería suficiente y desde luego, no habría más oportunidades, nadie nunca a lo largo de la historia había sobrevivido a una segunda dosis del bebedizo, por breve que esta fuese. Pero para preparar el bebedizo, necesitaría al menos dos semanas de tiempo y después un lugar aislado donde poder estar con Coral.

La solución fue alquilar una casa aislada en un pequeño pueblo cercano a Madrid e irnos solo Coral y yo para que esta se sometiese al proceso una vez el bebedizo estuviese listo. Si todo funcionaba bien, lograría por un lado "adormecer" la Lanza, y por otro forzar al "instinto" de Coral a no reaccionar por cualquier cosa… Si salía mal, podría conseguir incluso todo lo contrario, estimular aún más la presencia defensiva de la Lanza sobre Coral. En el primer caso evitaríamos muchos muertos innecesarios, y en el segundo, al menos, que Coral fuese capaz de dirigir con cierto grado de control los ataques de la Lanza. Lo único seguro, es que, de un modo u otro, conseguiría aplastar los escrúpulos de Coral ante la idea de matar gente. De todos modos, eso solo prepararía su mente, después indefectiblemente habría que entrenar su cuerpo para que pudiese seguirle el ritmo, y contra más avanzase su mente peor sería después ese "entrenamiento"…

Para terminar de arreglarlo, el ultimo día antes de irnos, Tony y Coral se vieron envueltos en una reyerta entre familias dedicadas al tráfico de Drogas, lo que fue muy malo para ellos. Lo único bueno es que llegaron los primeros, para cuando los siguientes agentes entraron en escena, ya no quedaba nadie que diese problemas… en total, quince muertos… Coral tuvo la mala idea de meterse en medio para que no llegase la sangre al rio, dos genios pasaron de los empujones e insultos a sacar sendas navajas, y la Lanza actuó matando a todos los que amenazaban a Coral, es decir, menos Tony que por suerte la Lanza al no percibir peligro por su parte "decidió" que intervino para tratar de "proteger" a Coral, no se salvó ni el gato. Obviamente, cuando llegaron los "refuerzos", oficialmente, Tony y Coral, se habían encontrado con una masacre en lugar de una reyerta… Con esto tuvimos que retrasar tres días el inicio de nuestro viaje…

La "ceremonia" supuso tres días agotadores en los que tuve que estar junto a Coral, interviniendo cada dos por tres para evitar que "se dispersase" durante el periodo de tiempo en que tuvo los diversos picos en que alcanzo el punto álgido del bebedizo a lo largo del tiempo de "éxtasis". Eran periodos de una altísima e intensísima actividad cerebral y muscular, seguidos por una caída en picado de la actividad cerebral, relegándose prácticamente al mínimo indispensable que permitía controlar las funciones vitales. Para mí fue agotador, pues tuve en todo momento que estar atento a impedir que cuando llegaban los picos altos, el poder de Coral o la misma Lanza tratasen de intervenir para protegerla y alterasen o anulasen el efecto del Bebedizo… Una vez todo termino, os aseguro que Coral y yo dormimos unas 30 horas seguidas, tal era nuestro nivel de agotamiento.

¿Fue un éxito?, pues si, y no. Rebajamos la intensidad de la Lanza, aplastamos los escrúpulos de Coral, conseguimos que le constase mucho más reaccionar de manera instintiva, pero sus poderes fuimos incapaces de neutralizarlos en alguna medida por pequeña que esta fuese. Es cierto que al controlar mejor su entorno y endurecerse ante posibles "conflictos" éticos, a sus poderes instintivos les costaba más aparecer, implícitamente también, al adormecer en cierta medida la Lanza del Destino, esta era menos "veloz" a la hora de "despertar", pero, sin embargo, la fuerza y violencia de sus ataques aumento de modo sustancial. Tardaba más en aparecer, Coral podría incluso quizá ejercer un mínimo control, pero la realidad es que ahora cuando atacase seria muchísimo más peligrosa que antes.

Una vez gastado el cartucho del bebedizo, solo me quedaba una última medida aún mucho más drástica para tratar de corregir el control de Coral sobre la Lanza y adaptar su cuerpo a lo que había avanzado su mente a través del bebedizo. Esto era porque tras la experiencia su mente iría mucho más rápida de lo que su propio cuerpo podría aceptar, y necesitaría un entrenamiento intensivo para que se adaptase a su nueva situación. De estar en la antigua Esparta no habría mayor problema porque habría hecho que Coral se integrase con los últimos niveles de los Krypteia, pero desgraciadamente eso ya no existía. Podría pedir un favor a Anunaki para que los Fénix se ocupasen de ello, pero su entrenamiento no seria adecuado para la situación de Coral, por lo que únicamente me quedaba una opción posible.

Aunque no me gustase mucho que en las presentes circunstancias quedase fuera de mi control, Coral iba a tener que pedir un año de excedencia y hacer un largo viaje hasta Japón, concretamente a la fortaleza del Clan Isuzuku, de los *Mrtyu-Mara, para que entrenase directamente con el Shimgan y pudiese de ese modo mejorar su cuerpo hasta que este pudiese lograr lo que su mente podría querer hacer. Era algo vital para que de ese modo pudiese "controlar" en lo posible la dichosa Lanza. Esta sería la segunda vez que el Shimgan se encontrase con la Lanza, y la primera vez no fue del todo bien, la Lanza termino por matar a su propio portador. ¿Por qué?, realmente no lo sé, en esa ocasión fue mi madre quien insto a enviar al portador para que el Shimgan tratase de "entrenarlo" en el control de la Lanza y fracasó. De hecho, incluso el propio Shimgan corrió un serio peligro cuando la Lanza "inexplicablemente" decidió atacar y matar a su propio portador…

Esperaba que esta vez la cosa cambiase… aunque también he de señalar, que sobre ese incidente tenía mis propias teorías… Como ya comenté anteriormente, tratar de obligar a la Lanza a hacer algo que no quisiese no era una buena idea para nadie, incluido el portador… Sin embargo, en el caso de Coral esto difícilmente ocurriría porque por sus características era imposible para ella "mandar" sobre la lanza y obligarla a algo que no quisiese. Coral tras su entrenamiento podría "restringir", pero no "mandar" sobre la Lanza.

CONTINUARA

*Nizaríes Ismaelitas – Eran un pueblo musulmán que creo muchos problemas a los dirigentes del Imperio Islámico, entre ellos Saladino. Baste decir que de ellos fue la organización en la que se inspiraron para crear el juego Assassin Creek.

 

*Mrtyu-Mara – Véase Lilim 9

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