Capítulo 11
Dia 26 de junio (miércoles)
Poco después del mediodía, mientras seguían con las preguntas y hacían conjeturas de lo que podrían enterarse cuando llegase Eulogio, decidieron preparar la comida para las dos o dos y media, hora que esperaban apareciese, unas cuatro horas después de que ellas hubiesen vuelto, según les aseguro a las once que habían viajado al futuro. A pesar de que las múltiples preguntas que hicieron a las gemelas sobre su comentario de que cuando llegase Eulogio se enterarían de lo que habían hecho en el futuro, ni estas, ni ninguna de las otras nueve soltaron prenda, alegando que tuviesen paciencia, que cuando llegase se lo contaría él con mucha más precisión y conocimiento que cualquiera de ellas, pues aún no tenían claro lo que habían percibido o experimentado en un tiempo, cuya tecnología, e incluso su existencia, desbordaba su razón y comprensión.
También daba la impresión de que la incuestionable tensión sexual que sobrevolaba a todos los presentes, había disminuido notablemente, o como mínimo la tenían controlada o reprimida, ante la curiosidad que a todos les embargaba por conocer lo que Eulogio pudiera contarles sobre la puerta, los universos paralelos o sobre las gorras, los tres puntos que había prometido revisar a fondo cuando se fue.
Como se había hecho costumbre los últimos días, montaron las mesas en el césped de la piscina y dejaron todo preparado para que cuando llegase el progenitor de Sofía y Petra, pudieran comer mientras él les contaba las nuevas noticias, y en la sobremesa pudiesen hacerle las preguntas que considerasen oportunas.
Poco después de las dos de la tarde, y aunque todos lo esperaban, se sobresaltaron al ver la luz que salía del salón, dando a entender que acababa de llegar Eulogio. Fueron Piedad y Esperanza a recibirlo y un par de minutos después aparecían de nuevo con dos hombres, uno el que todos esperaban y otro de una edad similar, por lo menos por su apariencia.
Antes de sentarse a comer, Eulogio les presento a su compañero diciendo:
- Este es Juan, que actualmente tiene 465 años, y que junto a cinco más, entre los que me incluyo, somos los únicos que en nuestro tiempo podemos procrear, siendo yo el más joven de todos. Él es el que lleva estudiando nuestra historia desde el año que llegaron a vuestro tiempo Esperanza y las cuatro niñas hasta nuestro momento actual, y quizás el que más conocimientos tiene de todos los acontecimientos que han ocurrido a través de los años, lógicamente de nuestro tiempo, incluida la historia de la fabricación de las capuchas.
- Realmente es algo que no esperaba, pero es el único personaje de mi sueño que faltaba. – dijo sorprendido Jaime – Es realmente el padre de Barbara, el esposo de Manuela en mis sueños.
- Bueno vamos a comer y nos gustaría que mientras lo hacemos Eulogio empiece a explicar las novedades sobre la puerta. – dijo Petra – Sobre todo tenemos una gran curiosidad por saber que hicieron las once espías que se pasaron a nuestro tiempo.
- Primero quiero que Juan os cuente lo que sabe sobre el tema de las capuchas, ya que quiere volver lo antes posible a nuestro tiempo, solo aceptara una copa de vino y alguna tapa de jamón y queso. - dijo Eulogio – Y como el ya conoce las novedades, una vez que se vaya, mientras comemos yo os contare los avances que por fin hemos logrado con la puerta.
Decidieron entonces tomar un aperitivo, sacaron cervezas, abrieron varias botellas de vino y prepararon unas tapas de jamón, queso, chorizo y embutidos varios, y mientras se lo tomaban, Juan explico:
- No es una historia larga, solo nos llevara como máximo quince minutos, ya que la resumiré lo más posible, aunque sin omitir nada importante.
- La investigación sobre las capuchas empezó en el año 2.607, fecha en que varios científicos expertos en neurología, pretendían que los varones que por aquellas fechas tenían grandes problemas por su inapetencia sexual, pudiesen recuperar su libido, e intentaron estimular mediante descargas electromagnéticas directamente en el centro sexual que se localiza en el hipotálamo, la parte cerebral responsable también del control de las emociones y las sensaciones, la velocidad del corazón y la presión sanguínea. En vuestro caso tiene aproximadamente el tamaño de una cereza, pesa unos cuatro gramos y medio y suele ser mayor en los hombres que en las mujeres, pero en aquellas fechas, en los varones se había reducido de forma considerable, siendo equiparable a ambos sexos e incluso menor en algunos varones.
- Según los estudios que ya existían y que corroboraron, en esta área del cerebro se fabrican las hormonas, sobre todo la testosterona, que estimulan el deseo sexual. Si consideramos que los hombres en épocas anteriores al estudio, por ejemplo en el vuestro, presentaban una cantidad de testosterona de entre 10 y 20 veces mayor que las mujeres y que su hipotálamo era de un tamaño superior, es comprensible que buscasen compensar esas carencias con tecnología, y por eso la forma desesperada de intentar potenciar sus cerebros con las capuchas, fabricadas con tecnología nuclear, aunque con escasa repercusión nociva para su salud en aquellos sujetos que la usasen de forma controlada y por un tiempo muy limitado.
- Si una de esas capuchas se la hubiese puesto un varón de quinientos años antes de su fabricación, habría potenciado hasta generar testosterona de entre 50 y 70 veces mayor que las mujeres. Y ahora entenderemos porqué los hombres tienden a mostrarse mucho más audaces y potentes sexualmente, además de generar unas feromonas que atraen irresistiblemente la las hembras, y el por qué en vuestra época ese efecto es tan efectivo como poderoso en aquellos que se han puesto la capucha. Y lo mismo ocurre si ha sido una hembra la que se la ha puesto, pues a ellas les ha ocurrido lo que suponemos que les ocurría a los varones del principio del siglo XXVII, que seducían aun sin pretenderlo a cualquier hembra que se le acercase e independientemente de sus atributos sexuales, consiguiendo a la vez que su propia sensualidad se desbordase descontroladamente.
- Para terminar, os diré que el uso abusivo de las capuchas, precisamente por su tecnología nuclear, es dañino para la salud, ya que genera que las cedulas se descontrolen y se forme un tumor cerebral con un final irreversible en unos pocos años.
- Y lo último que hemos descubierto repasando las anotaciones del laboratorio donde fabricaron las capuchas, es que en el año 2.617 las tres que les servía para experimentar, de un día para otro, sin saber cómo ni porque, empezaron a funcionar tal como deseaban, y no solo para potenciar la segregación de testosterona, sino también para que los sujetos que se las ponían utilizasen parte de los recursos de sus cerebros que hasta esa fecha no explotaban. Resumiendo, que aquellos que se ponían las capuchas no solo se volvían mucho más seductores, sino que también lograban ser más inteligentes y además les dotaba de una habilidad psíquica que se denomina telequinesis y que permite a una persona influir en un sistema físico sin interacción física. Resumiendo, el poder de mover las cosas con su mente.
- Esas gorras se retiraron y fueron destruidas al comprobar a los pocos años que no solo no solucionaban el problema para el que habían sido creadas, sino que lo agravaban volviendo a aquellos que la usaron en demasía, que fueron la gran mayoría, dementes o enfermos terminales con canceres cerebrales. Solo se guardaron las tres capuchas que antes he citado, las que sirvieron de base para la confección masiva de las gorras y que se exhibían en un museo de historia. Las mismas gorras que se trajo Esperanza cuando paso a vuestra línea temporal.
Tras la exposición de lo que habían averiguado sobre las capuchas, tal como Eulogio se había comprometido a hacer, Juan se despidió de todos y Piedad y Esperanza lo acompañaron a la puerta para que regresase a su tiempo. Mientras eso ocurría, Jaime, Manuela, Carmela, Diana, Juani y Josefina, en un aparte comentaron la visión que las dos últimas habían tenido y decidieron que una vez que Eulogio terminase de contarles sus nuevos descubrimientos, le comentarían la posibilidad de que las capuchas que tenían guardadas en la caja fuerte fuesen las que de pronto aparecieron en el año 2.617 y sustituyeron a los prototipos originales. Cuando volvieron Piedad y Esperanza empezaron a comer, y entonces Eulogio inicio su narración:
- Tal como prometí he tenido a todos investigando sobre las gorras, sobre los viajes en el espacio-tiempo y terminando de pulir los últimos flecos para usar la puerta inter dimensional a nuestra voluntad. Nos ha costado casi dos años terminar de ajustar la puerta, pero al fin lo hemos conseguido.
- Lo primero que debéis de saber es que ahora podemos viajar a través de la puerta, siempre que exista un módulo al otro lado para poder regresar, a nuestra total voluntad, sin la limitación de tener que esperar veinte años, ya que incluso podemos programar diferentes viajes al mismo día, pero con una diferencia entre viaje y viaje de tres a cuatro horas. Pero hay una cosa que ha cambiado, la puerta cada vez que se usa vuelve a cerrarse una vez traspasada, y no se mantiene abierta los cuatro días como ocurría hasta ahora.
- Eso explica que las once jóvenes que se colaron en nuestro tiempo, lideradas por Paloma y Jony, tuvieron que quedarse sesenta y seis días en nuestro tiempo, pues coincidió que traspasaron la puerta minutos antes de que la reprogramásemos para poder modificar los viajes futuros y una vez allí se encontraron que no podían volver.
- ¿Cómo que estuvieron sesenta y seis días en vuestro tiempo? Si nosotras hablamos con Andrea y Arantxa anoche y han vuelto esta misma mañana. - Eso lo decía Susana señalando a su hermana gemela – Lo que has dicho es imposible, pues todos los que aquí estamos son también testigos de lo que acabo de decir.
- Es normal que todos me miréis con incredulidad, pues tal como ha dicho la joven, - hablaba de nuevo Eulogio – se fueron y volvieron el mismo día, o sea hoy. Pero todo tiene una explicación, y vuestra extrañeza significa que ninguna de ellas ha incumplido la palabra que me dieron y no os han contado nada. Lo cierto es que ellas traspasaron la puerta sobre las siete de la mañana, y una vez allí, la puerta se bloqueó por lo que he explicado. Nos costó más de dos meses poder abrirla de nuevo con los nuevos programas instalados, y cuando por fin pudimos abrirla, aunque de forma provisional, ya teníamos la posibilidad de poner fecha y hora de llegada a vuestro tiempo, por eso han aparecido aquí hoy a las once.
- Pero no acabaron ahí nuestros problemas, pues nada más volver ellas, la puerta que habíamos abierto de forma provisional, de nuevo se bloqueó y nos ha costado más de un año y medio la puesta a punto y con total garantía de que ya no vuelva a producirse algún fallo. – siguió explicando Eulogio – Nosotros en nuestro tiempo hemos vuelto a programar la fecha en el vuestro del día de hoy, pero con las cuatro horas de margen, ya que ese tema no lo hemos podido solucionar por el momento. Por eso el día que ellas volvieron a su espacio y a su tiempo, les dije que en cuatro horas vendría yo, sabiendo que, aunque pasasen meses siempre podría poner la fecha de hoy.
- ¿Y cómo es posible que Juan se haya podido ir, si hacia menos de una hora que habíais venido? – era ahora la otra gemela la que preguntaba - ¿No has dicho que cuando se cierra hay que esperar cuatro horas?
- Efectivamente, tanto para ir como para venir. – respondió el aludido – No puede venir nadie hasta pasadas cuatro horas de nuestra llegada, y ahora no se puede ir nadie hasta que pasen cuatro horas desde que Juan se fue. Eso sí que lo hemos conseguido, las cuatro horas son para volver a abrir la puerta desde el mismo lado, pero no desde el otro, que si deberá de esperar ese tiempo para abrirla de nuevo. Ese matiz es muy importante, ya que imaginaros que mandamos a alguien a una época desconocida u a otra dimensión. Si al llegar al otro lado desconocido se encuentran con algún peligro inminente, podrán regresar de inmediato, pues en todos los viajes que hagamos en el futuro llevaremos una baliza y un módulo, la primera que se quedara allí para enviar información, y el módulo, que es una especie de mochila, para poder volver cuando su investigación haya terminado o en el momento que su integridad física pueda correr peligro.
- Si es así, ¿Ya se puede viajar a otra dimensión? – la pregunta la hacía Josefina - ¿Podría ver a mi padre en vuestra línea temporal?
- En teoría sí, pero hay varios inconvenientes. Para poder transitar de una línea temporal a otra, tiene que ser exclusivamente desde la nuestra, que es donde está realmente la puerta original, ya que los módulos solo sirven para volver a nuestro tiempo y nuestro espacio, por lo que evidentemente desde aquí solo puedes ir al tiempo del que yo vengo, como les ocurrió a Jony y a sus once compañeras, aparecieron en nuestro tiempo real, no en un pasado ni en un futuro de nuestro espacio-tiempo.
- Entonces, si no me equivoco, - pregunto Zacarias – si alguno de nosotros quiere ver a Jony, al traspasar la puerta lo encontrara en un tiempo diferente al que llego, unos dos años después, pero, sin embargo, si el que quiere vernos a nosotros es él, podría aparecer en un rato y el mismo día que se fue de nuestro espacio-tiempo.
- Exactamente, lo has explicado con enorme claridad. – aplaudió agradecido Eulogio – Veo que vais entendiendo cómo funciona la puerta.
- Por lo que parece, para yo ver de nuevo a mi padre, - volvía a preguntar empecinada Josefina – tendría primero que pasar a vuestro tiempo real y luego a través de la puerta viajar al pasado ¿Es así?
- ¿Y a qué año querrías volver de nuestra línea temporal? – le pregunto Piedad – Porque podrías encontrarte a ti misma, y eso no sabemos que podría significar ni que consecuencias tendría.
- Por ejemplo, me gustaría verle el día de mi cumpleaños, el día que cumplí los veinte años. - contesto Josefina con convicción – Ese día ya estaba embarazada de Barbara y mi padre me regalo por primera vez un vestido femenino, cosa que nunca antes había hecho ya que le gustaba vestirme siempre de muchacho.
- Siento decirte esto, pero eso podría cambiar totalmente nuestra línea temporal, o posiblemente crear en ese momento otra nueva, ya que la Josefina de nuestra línea temporal se ahogó en la piscina tres días antes de cumplir los veinte años, y a tu padre le podría dar un infarto si te viese después de muerta. – le informo Eulogio con cierta tristeza – Según nuestros registros así ocurrió, y la que encontró ese dato fue Belén, ya que durante los días que estuvieron sin poder regresar, todas, junto a Juan y asesoradas por él, se dedicaron a leer ávidamente toda nuestra historia, lógicamente cada una lo que le atañía personalmente, y aunque Belén no existió en nuestra línea temporal, si se interesó por la saga de los marqueses de las altas cumbres.
- ¿Y cómo es posible que nuestro padre temiese que Elena se ahogase precisamente en nuestra piscina? – era Juani la que, hacia esa pregunta, que era más bien una reflexión – Si nosotros, incluida Carmela, ya pertenecíamos a una línea temporal diferente, ¿podría de alguna forma percibir el dolor de su otro yo?
- Precisamente las cosas que descubrió Belén referente a su abuelo, nos han hecho investigar la posibilidad de que una persona que sufre en una fase de su vida el nacimiento de una nueva línea temporal, desdoblándose en dos seres en líneas temporales diferentes, cosa que le ocurrió a Jaime, - explico Eulogio – pueda tener algún tipo de conexión mental o telepática con su otro yo. Porque debéis de saber que otra de las cosas que descubrió Belén, es que Carmela, la Carmela de nuestro tiempo fue realmente monja y directora de un colegio, y eso ya es mucha casualidad de que Jaime lo soñase, al igual de que Josefina fallecía a los veinte años al dar a luz. Creemos firmemente que ese sueño pude ser una herencia genética, pero su padre, el de vuestra línea temporal, solo podría haberlo trasmitido en sus genes si efectivamente hay alguna conexión entre los dos seres desdoblados en su momento en diferentes líneas temporales. Pero eso solo es una hipótesis y muy difícil de comprobar por ahora.
- Una pregunta quiero hacer y es referente a algo que ha ocurrido esta misma madrugada. – intervino Jaime por primera vez – Al parecer Juani y Josefina han conectado sus mentes y ambas han tenido una visión. Según ellas en el año 2.617, y a pesar de los años transcurridos teniendo la misma apariencia que la actual, viajaran a vuestra línea temporal, y allí cambiaran las capuchas que tenemos guardadas en la caja fuerte por las tres gorras experimentales que eran las que sirvieron de modelo y posteriormente de referencia para la fabricación masiva de las mismas. Eso explicaría lo que ha contado Juan, que de pronto, sin saber cómo ni porque, funcionaban las capuchas como pretendían.
- Pero dos dudas me generan todo eso. – siguió hablando Jaime sin esperar respuesta – La primera y más complicada, es que, si realmente las gorras que sirvieron de base para confeccionar las que vuestra historia recoge, fueron las que tenemos, ¿Cómo no se generó una nueva línea temporal? Y la segunda, si la visión es real ¿en el año 2.617 se podrá pasar de nuestra línea temporal a la vuestra?
- Estaba mentalizado para responder a multitud de preguntas que me pudieseis hacer, pero esto sí que no me lo esperaba. – dijo Eulogio – Tus preguntas generan dos posibilidades diferentes, pero primero contestare a la segunda. Por lo que dices, en esa visión tus dos hermanas mayores tenían la misma apariencia que ahora, y yo me inclino a creer que, de realizarse esa visión, deberá de ser en estos próximos días, meses o años, mientras ellas mantengan su misma lozanía. Y ocurriría, caso de que se cumpla esa visión, que primero pasarían a nuestra línea temporal, a nuestro tiempo actual, al año 3.046 o siguientes, y una vez allí a través de la puerta viajarían al pasado al año 2.617 y darían el cambiazo a las tres prendas.
- En cuanto a si se generó o no una nueva línea temporal, no tiene por qué haber ocurrido, ya que es posible que las gorras originales que estaban sirviendo de base ya estuviesen terminadas o prácticamente acabadas y solo pendientes de algún detalle que las activase, por ejemplo, alguna conexión pendiente. En ese caso y como ellas físicamente no interactuaron en nada, la línea temporal siguió su curso. Pero para eso haría falta saber que hicieron ellas con las capuchas originales, y una vez localizadas comprobar su funcionamiento. – siguió explicando Eulogio, y dirigiéndose a Josefina y Juani las pregunto: - ¿En esa visión no recordáis que hicisteis con esas gorras?
- No, fue una visión fugaz, pero intensísima. – era Juani la que le contesto – Pero claro, no podía ser de otra manera, pues en ese momento estábamos absolutamente desatadas sexualmente. Por cierto, en nuestra visión, cuando cambiábamos las gorras íbamos las dos completamente desnudas, por eso tenemos la certeza de que físicamente seguíamos siendo hermosas en el año 2.617.
- Pues ala, volver a conectaros y a ver si podéis recordar que coño hicisteis con los prototipos originales. – les dijo Aurelia con gran pitorreo y dirigiéndose a su madre le pregunto – Ya sabemos que una vez que nos hemos puesto las gorritas de los huevos, al copular con Jaime es capaz de conectar con el cerebro de su pareja, pero vosotras ¿Cómo os conectáis?
- Pues hija es muy sencillo, - le contesto Josefina adelantándose a su pareja – sexo contra sexo y a ser posible introduciéndonos el clítoris. ¿No lo has probado con Elena? Es algo sublime.
- ¿Te das cuenta Eulogio como lo que te contamos es completamente cierto y hasta nos quedamos cortas? – era Piedad la que se dirigía a él – Todas las mujeres que estamos aquí, hemos usado las capuchas y todas estamos solidísimas, e incluso yo misma, Esperanza, Carmen y Amor, ahora solo nos importa copular, incluso con otras mujeres.
- Bueno eso lo ha explicado antes Juan, - le contesto Eulogio – Las gorras fueron fabricadas para unos varones que padecían unos problemas de disfunción enormes, para potenciarles una parte de su cerebro que con el paso de las generaciones se había ido reduciendo. Si los mismos estímulos que ellos necesitaron para superar esas carencias se lo damos a unos jóvenes sanos y vigorosos como Jaime, Pedro, Zacarias o Jony, el resultado es una bomba sexual de resultados desproporcionados, cepillándose a todo lo que se mena. Y lo mismo supongo que ocurre con las hembras, las potencia su parte masculina a cotas impensables. Porque hay que tener en cuenta que todo ser tiene su parte masculina y su parte femenina. La energía masculina es la representación de, la fuerza, la violencia, el arrojo, la iniciativa, la autodefensa, etc. Se identifica con la mente racional y está regida por el hemisferio izquierdo del cerebro, que es el del análisis, la lógica y la precisión. Por otro lado, la energía femenina es aquella vertiente de toda persona que integra conceptos como la empatía, la capacidad de trabajar en equipo, la facilidad para la multitarea, la voluntad de inclusión, la predisposición a tolerar la diversidad, o la de cuidar a los más débiles. Esta energía femenina está claramente vinculada con el hemisferio derecho del cerebro, donde residen atributos como la creatividad, la capacidad comunicativa, o la compasión. Ambas energías son heredadas de generación en generación, la primera como defensa de territorios ante amenazas y la segunda como arma o medio para la continuidad y la supervivencia de la especie en manada.
- Por lo que creo entender, si una mujer que ya tenía su energía masculina más desarrollada se pone la gorrita, no solo se le dispara su libido, sino que también segrega feromonas que atraen a las otras hembras. – pregunto Paloma - ¿Es así?
- No exactamente, pero algo similar. - explico ahora Esperanza – Esa mujer no segrega feromonas masculinas que atraigan a las hembras, más bien es que ella aprecia las que generan las otras mujeres y puede percibir si estas están sensibles, si sus hormonas sexuales están activadas, y por lo tanto saber el momento en que están predispuestas y receptivas a recibir las caricias, que ellas a su vez están dispuestas a dar, ya que su cerebro así se lo demanda.
- Hay también otra teoría con ese tema, y que no es solo al ponerse las gorras o capuchas cuando una hembra desata su apetencia sexual hacia su mismo género. – explico ahora Piedad – En estudios que en nuestro tiempo se han hecho, se ha llegado a la conclusión que aquellos varones que usaron la capucha pudieron trasmitir a sus hijos, tanto hembras como varones, parte de su desmesurado deseo sexual hacia las mujeres. Punto este que parece confirmarse en varias de vosotras. Jaime uso su capucha y tuvo seis hijas y un hijo, Josefina, Juani, Diana, Elena, Carmen y Amor, José a su vez concibió a Manuela, y a Frank, quien a su vez también se puso la gorra, y engendro a Paloma, Barbara y Aurelia. Tanto Jaime, aquí presente, como el difunto Frank, parece que heredaron parte de esa fogosidad, de sus padres, y en cuanto a las hembras, Josefina y Juani, son pareja, Manuela y Diana también, Aurelia en estos días se ha liado con Elena, Paloma al parecer se unió a las noches tórridas de Jaime, más que por él por sus compañeras femeninas, y según hemos podido saber Barbara en Sevilla sedujo a Belén y Clo, y todo eso la mayoría lo hicieron antes de ponerse las gorras. Ignoro si mi hija Amor y mi nieta Carmen tienen esas tendencias, pues en mi tiempo y ante la carencia de varones, todas las mujeres tenemos necesidades sexuales, y una forma de aplacarlas son las relaciones lésbicas, por lo que nuestras dos hijas no han sido diferentes a las demás mujeres de nuestra época, y desconocemos si ya tenían tendencias lésbicas antes de ponerse las capuchas.
- Bueno y qué más da, - era África la que hablaba – el motivo de que dos mujeres se amen con más o menos entusiasmo, no tiene por qué ser algo denigrante, lo denigrante es no amar o copular sin cariño, pues el amor si es sincero es maravilloso y la fuerza que mueve el mundo, en el pasado, en el presente y supongo que en el futuro.
- Por cierto, ahora que menciona lo de mover el mundo, - intervino Arantxa – si ya han pasado casi dos años desde que Jony viajo al futuro y se ofreció a procrear, ¿ha tenido descendencia? Porque en los dos meses que nosotras estuvimos allí lo intentaba a todas horas, se comportaba como un alegre fauno persiguiendo a las quince investigadoras, que a su vez decían que estaban encantadas con su maravillosa flauta.
- Pues sí, ha funcionado de maravilla, - contesto Eulogio sonriendo satisfecho y a quien era evidente que iba dirigida la pregunta – ahora mismo tiene ya diecisiete hijos de dieciséis mujeres, ya que uno de los partos fue de gemelos. Y lo más ilusionante es que diez son varones y todos están sanos. En dieciocho o veinte años esos niños ya podrán reproducirse con la mayoría de las mujeres de nuestro tiempo, y volver a hacer posible nuestro futuro.
- Hay que joderse con la mosca muerta de mi hermanito, y yo que creía que nunca me iba a hacer tía. – dijo riendo Paloma – Tendré que darles la buena nueva a Stella y Ramiro, y mi madre flipara al saber que, en solo unos días, y como por arte de magia, tiene diecisiete nietos.
- Realmente dese esa perspectiva los viajes en el tiempo pueden ser alucinantes, - dijo Eli – ayer Jonny estaba aquí con nosotros con cara de niño bueno y hoy nos enteramos que se ha beneficiado a un montón de mujeres y ha preñado a dieciséis.
- Bueno no es así exactamente. – dijo ahora riendo Eulogio – Han parido dieciséis, pero ha preñado a cuarenta y nueve, pues hay otras treintaitrés que están en estado de buena esperanza.
- Joder lo que le cunde, - dijo riendo Andrea – si en lugar de él, hubiésemos sido alguna de nosotras las que nos hubiésemos quedado, ahora podríamos haber vuelto con un retoño entre nuestros brazos. Tiene razón Eli, los viajes en el tiempo pueden ser alucinantes y totalmente imprevisibles.
- Una pregunta tengo desde hace rato deseando hacerle a Eulogio, pero no sé muy bien como expresarla. – hablaba Angela, la hermana pequeña de Andrea – Si realmente existen diferentes universos paralelos, ¿cómo funciona eso? Es que no acabo de entenderlo muy bien y eso que yo he estado en el vuestro, pero no soy capaz de diferenciarlo de este, ya que a mí solo me ha parecido que viajaba en el tiempo, no de un sitio a otro diferente.
- Tiene razón Angela, - intervino Mary – realmente estábamos en esta misma casa, bastante cambiada, pero la misma, con las mismas montañas que la circundan, por la noche la misma luna y las mismas estrellas y de día el mismo sol y las mismas nubles. Solo cambiaba la tecnología, que es para flipar, sobre todo su transporte, porque viajamos a toda leche en una esfera como las que soñó Jaime, ya que fuimos a ver la puerta original a la otra parte del mundo en solo unos minutos. Eulalia a ti te encantara, aunque no sean naves de extraterrestres, debes de ir al futuro y seguro que disfrutaras viendo y utilizando su maravillosa tecnología. Y a mí también me surge una pregunta, ¿Los universos paralelos son iguales?
- Que nosotros conozcamos sí, pero solo hemos estado en el nuestro y en este, el vuestro, y efectivamente en ambos son exactos en cuanto a situación en el cielo, mares, ríos, montañas, etc. Pero supongo que, si existen más, cosa que creemos probable, pueden haber variado por la propia acción de los humanos, bien haciendo mal uso de los recursos naturales o precipitando desastres con la implantación de tecnologías potencialmente peligrosas si son utilizadas para fines no pacíficos. Para que variasen por erosiones naturales habría que remontarse a muchísimos milenios.
- En cuanto a cómo funcionan esos mundos paralelos, - prosiguió con su explicación Eulogio – y por las conclusiones a las que en nuestro tiempo hemos llegado, deben incurrir una serie de circunstancias, la primera es que alguien de un tiempo anterior o posterior, incluso de otro universo ajeno, viaje en el tiempo e interactúe en el presente, y que esas acciones impliquen una modificación de un futuro ya existente.
- Vamos a poner un ejemplo que sería más o menos así. – de una especie de bolso que llevaba y que había dejado sobre la mesa Eulogio saco una especie de móvil, y tecleando en el apareció una pantalla holográfica y en ella un árbol con una serie de ramas y señalándolo con un dedo continuo – Imaginaros que un universo es el tronco de este árbol y las ramas las diferentes líneas temporales creadas por algún viajero del tiempo que modifico el futuro, y centrémonos en una de las ramas.
- Supongamos que esa rama es la línea temporal de donde procedemos nosotros, y Esperanza junto a las cuatro niñas irrumpieron en la mitad de ella, aquí - y señalo una rama de la que salía a su vez una mucho menor - y como ya sabéis cambiaron el proceder de parte de los personajes que ya habían generado un futuro, e incluso ya habían fallecido hacia siglos en ese futuro. Pues bien, ellas con sus acciones no modificaron el futuro, lo que hicieron es crear una nueva rama desdoblando los personajes y proyectando un futuro diferente. En el caso de vuestra línea temporal creemos que el momento actual, ahora mismo es el futuro, la punta de esta pequeña rama, futuro que seguirá generándose según vaya creciendo con el tiempo esa rama, y que probablemente será un futuro completamente diferente al nuestro.
- ¿Y cómo podéis pensar que nosotros seamos descendientes de los que en el año 2.964 de vuestra época enviaron a mil años antes de cristo? – pregunto Arantxa con toda lógica – Si realmente fuésemos descendientes de esos primeros viajeros del tiempo, y según tu propia teoría, habrían creado una nueva línea temporal, y por lo tanto no podría ser la misma que la vuestra cuando llegaron Esperanza y las niñas.
- Tienes toda la razón, y ya me comento Juan que eras una joven muy observadora e inteligente, y que ya en los días que estuviste en nuestro tiempo te interesaste bastante por el tema. – le explico de nuevo Eulogio – Y la explicación que he dado era la más fácil de explicar y a su vez la verdadera. Pero según nuestros estudios la teoría última es, que efectivamente los viajeros del tiempo que mandamos al año 1.004 AC, debieron crear una nueva línea temporal, un nuevo mundo paralelo al nuestro y al que llegaron ellos, y por lo tanto vosotros no podéis ser descendientes de aquellos viajeros. Realmente era un error que teníamos y que Juan descubrió después de que vosotras once volvieseis a vuestro tiempo, y precisamente por las preguntas que tú le hiciste. Lo que sí es evidente que vuestras familias tenían un nexo de unión que en los datos recogidos en nuestras hemerotecas no queda claro cuál era, y es posible que ese vínculo fuese exclusivamente el dinero, al margen de que todos tenéis una inteligencia superior a la media de vuestro tiempo.
- Sin embargo, si quiero que sepáis que en algunos casos nuestros viajes a vuestra línea temporal no crearon ninguna nueva rama, y el ejemplo es que si no se modifica el futuro, como ocurrió cuando enviamos a nuestros técnicos a colocar nuestra tecnología en esta casa, se puede viajar en el espacio-tiempo sin causar ninguna modificación en las personas. Por eso hemos decidido que en los próximos viajes que programemos no nos mezclaremos con los seres de esos mundos paralelos o líneas temporales, ya que hemos llegado a la conclusión que solo se forman nuevos universos paralelos si interactúan los viajeros del tiempo con los habitantes de esos mundos, o bien si generan modificaciones en esos habitantes con alguna tecnología, como por ejemplo una bomba o artefacto que pueda matar a alguien, o algún artilugio que pueda hacer que esas personas puedan modificar su propio futuro.
- Sobre este punto, y si a ellas no les importa, - continuo Eulogio con su disertación – podemos hacer una comprobación ahora mismo, y una vez que terminemos de comer. Si Juani y Josefina están dispuestas podemos pasar a nuestra línea temporal a través de la puerta, y una vez allí viajar en el tiempo al año 2.617, cambiar las gorras tal como ellas visionaron, y traerse las originales, las que les servían de modelo. Una vez de vuelta a nuestro tiempo comprobamos si esas capuchas ya estaban terminadas y eran iguales a las que dejaron, lógicamente con alguna conexión o algún contacto pendiente de ensamblar o acoplar. Si resulta que es como creo, no solo no modificaremos en absoluto el futuro, sino que tampoco se creara una nueva línea temporal, ya que las capuchas estarían ya inventadas, y posiblemente ese mismo día o los siguientes habrían terminado por funcionar.
- Por nosotras ahora mismo. – dijo resueltamente Josefina a la vez que empezaba a desnudarse al igual que Juani – Cuando volvamos nos tomamos los postres.
Ante tal actitud todos se quedaron mirando, entre extrañados y curiosos, como ambas mujeres estaban dispuestas a desnudarse completamente, y fue Barbara la que en tono jocoso y dirigiéndose a Josefina la pregunto:
- ¿Pero mama porque os intentáis desnudar? ¿Es que pretendéis conectaros aquí mismo delante de todos para tener una nueva visión?
- No hija, no. – le contesto la aludida – Si vamos a hacer realidad nuestra visión, deberá ser como la percibimos, y en esa visión las dos estábamos desnudas, ya lo hemos comentado.
- Pero podéis esperar a llegar al año 2.617. – dijo riendo Aurelia – Y supongo que en vuestra visión os veíais desnudas porque realmente lo estabais. Por otro lado, si el que va a acompañaros es Eulogio, y este buen hombre tiene que viajar con vosotras durante seiscientos años, si estáis las dos todo ese tiempo en bolas, va a acabar cardiaco.
- ¿Puedo yo acompañaros? – pregunto interrumpiendo a todos y en un tono suplicante Eulalia – A mí me gustaría ir con vosotras a la línea temporal de Eulogio, y quedarme en su futuro mientras viajáis a su pasado, y allí esperaros mientras veo las maravillas tecnológicas de ese universo.
- Por nosotras no hay problema, - le dijo Juani – pero no creo que nosotras seamos las que deban aceptar tu sugerencia, deberá de ser Eulogio o alguna de las mujeres de su mundo, el que nos acompañe a nosotras, quien admita tu compañía y te invite a viajar a su mundo.
- No solo Eulalia, puede venir conmigo cualquiera que le apetezca y como dice ella, a esperar a que Juani y Josefina viajen al pasado a cambiar las capuchas. – hablaba de nuevo Eulogio – Cualquiera de vosotros que quiera venir será bien recibido y agasajado por todas nuestras conciudadanas, sobre todo si sois los varones. Y aunque no creo que el viaje al pasado para dar el cambiazo dure más de diez minutos, los que decidan venir podrán quedarse todo el tiempo que les apetezca, y volver unas horas después de haberse ido, solo es cuestión de programar en la puerta el día y la hora de vuelta.
- ¿Y porque tiene que ser unas horas después? – pregunto con curiosidad Aurelia - ¿Por qué no un minuto o dos?
- Para evitar si ocurriese algún desajuste, aunque fuese mínimo, que volviesen antes de irse. – explico Eulogio – No sabemos que puede ocurrir si alguien se duplica al coincidir tras viajar en el tiempo.
- Lo que nos acaba de ofrecer Eulogio parece una oferta tentadora y difícil de rechazar. – era Carmela la que hablaba – Y no solo por la curiosidad de ver cómo es la vida en el siglo XXXI, sino también por leer la historia de la época de mi niñez, y saber lo más posible de como evoluciono mi otro “yo”, ya que al parecer si existió en vuestro pasado remoto.
- Nosotras dos también queremos ir y conocer el tiempo y el lugar donde nacimos. – dijo Petra en su nombre y en el de Sofía – Eso no quiere decir que queramos quedarnos allí, probablemente decidamos volver, pero no estaría nada mal que por temporadas pudiésemos viajar mil años en el tiempo y al poder elegir las fechas de vuelta, volver siempre en primavera.
- Pues no es ni mucho menos una mala idea. – adujo Diana – Si se viaja al futuro cuando allí es principios de abril y se están seis meses, se puede programar la vuelta también a principios de abril en este universo, y estar a su vez hasta finales de septiembre. Si el tiempo transcurre igual en ambas líneas temporales, pasados esos seis meses volvería a ser abril en el futuro, y de esa forma viviríamos siempre en temporadas de primavera y verano, y nos libraríamos de los meses fríos. De momento Manuela y yo nos apuntamos para ver cómo es la vida en vuestro universo, y si nos gusta plantearnos hacer lo que Petra sugiere.
- ¿Alguien más tiene curiosidad o interés en acompañarnos? – lanzo la pregunta Eulogio mirando alternativamente a todos – Después de los postres nos iremos y si alguno más se decide no tiene más que decirlo.
- Aurelia, Barbara y yo, nos apuntamos. - dijo Elena tras cuchichear con las otras dos – Vamos a preparar nuestras maletas.
- No os van a hacer falta, - les dijo Carmen – en nuestro tiempo no usamos ropa como hacéis aquí, si acaso nos ponemos unas braguitas desechables, como las que traíamos nosotras cuando vinimos, y en invierno unos monos térmicos similares a los uniformes con los que soñó Jaime, también desechables tras su uso. Realmente no os va a hacer falta nada, ni para vestiros ni para asearos.
- Es cierto, nosotras estuvimos prácticamente desnudas los dos meses largos que estuvimos allí. – explicaban las gemelas Alba y Aurora – Y todas las habitantes de allí también, porque no veáis lo macizas que están las quince investigadoras que estudian la herencia genética, pues lo primero que vimos nada más llegar es a ocho chavalas imponentes en porretas, completamente desnudas y como si eso fuese lo más normal. Quizás por eso Jony se animó a quedarse en ese universo totalmente desinhibido.
- Pues en quince minutos nos iremos. – dijo Eulogio – A mí me apetece tomarme un café tranquilamente, ya que en mi tiempo las mujeres me persiguen constantemente, y además de sentirme obligado para la reproducción de nuestra especie, se puede decir que soy un objeto del deseo. Aquí no me siento perseguido y estoy relajado, quizás porque hay varios más jóvenes que yo. Ya me gustaría que hubiese diez o doce como Jony en mi tiempo, ¿ninguno de los varones se anima a venir?
- Venga Pedro, vente con nosotras. – le dijo Sofía guiñándole un ojo a la vez que le hacía morritos – Petra y yo nos sentiremos muy solas si no nos acompañas.
- Venga hermanito, anímate. - le dijo riendo Blanca – Además, como a ti te gustan entraditas en años, allí tendrás maduritas de hasta quinientos años. Y teniendo en cuenta lo tu siempre me dices cuando me sermoneas, que las cosas que aprendes de los mayores te hacen mejor persona y más sabio, vas a tener la gran suerte de volver como una bellísima persona, un gran pensador y un extraordinario erudito.
Con las palabras de la hermana menor, hasta el propio Pedro termino riéndose, y tras numerosos chascarrillos de la gran mayoría, al final decidió que iba a acompañar a las intrépidas viajeras, diciendo:
- Está bien, voy a acompañaros, pero principalmente porque existe la posibilidad de volver en el momento que yo lo decida, y también para que seamos el mismo número que la primera expedición, ya que al parecer vamos a ir de nuevo once mujeres y un varón.
Pasaban unos minutos de las seis de la tarde cuando las once mujeres que voluntariamente habían decidido viajar a una línea temporal diferente a la suya, junto a Pedro y guiados por Eulogio, se dirigieron al salón de la casa donde se encontraba el núcleo y tras una luminosidad que indicaba que se había activado la puerta, desaparecieron durante un tiempo, más bien unas horas, pero fuese el tiempo que fuese el que estuvieran en lugar al que habían ido, los que se quedaron sabían que vendrían ese mismo día, por lo que no dudaron en hacer conjeturas y lucubrar sobre que podrían hacer los viajeros, que podrían averiguar y sobre todo cuanto tiempo se quedarían en la otra línea temporal.
Un rato después, y una vez todo ordenado y recogido con el solo poder de la mente, fue Eli la que sugirió:
- ¿Y si mientras esperamos la vuelta de las viajeras nos damos un baño en la piscina?
- Pues no es mala idea, hace una tarde estupenda, y el agua debe de estar para zambullirse, el problema es que el sol aun quema bastante. – era Andrea la que aceptaba el planteamiento de Eli – Pero para no quemarnos, luego Jaime y Zacarias nos pueden dar crema a todas.
- Pues yo no he traído bañador, - dijo Aurora – ni tampoco mis hijas ni mis hermanas Julia y Hanna.
- Ni falta que os hacen. – dijo riendo Arantxa – Creo que lo que Andrea quiere decir es nos bañemos en cueros para que luego nos den la crema por todo el cuerpo los dos caballeros.
A pesar de que la incuestionable tensión sexual que en los últimos días sobrevolaba a todos los presentes, había disminuido las últimas horas, o como mínimo la habían tenido controlada o reprimida, primero ante la curiosidad de conocer lo que Eulogio pudiera contarles, y después por elucubrar sobre que podrían hacer los doce viajeros en la otra dimensión, el último comentario de Arantxa sobre su interpretación a las palabras de su compañera de estudios, volvió a encender de nuevo la llama de la lujuria en todos los presentes, principalmente en las mujeres, y el erotismo se apodero de todos con mayor intensidad, incluso más que antes de la comida. Las miradas cargadas de concupiscencia y deseo, que se dirigían las unas a las otras, demostraban la ansiedad que todas tenían de que alguna fuese la primera en tomar la iniciativa en quitarse la ropa, para secundarla sin ningún recato.
Por su parte, tanto Zacarias como Jaime, como espectadores de excepción, además de ser los principales intérpretes y los artífices de los posibles masajes a un montón de hembras tal como proponían Andrea y Arantxa, observaban curiosos con sus miradas cargadas de un deseo carnal fuera de toda lógica que rayaba una inmoralidad mayúscula. Tras unos largos segundos en los que parecía que ninguna se iba a decidir, fue Verónica la que mientras se desnudaba con una celeridad asombrosa decía:
- El premio para la primera que se quede en pelotas será que tendrá derecho a recibir un masaje completo de Jaime.
Mientras el aludido, ante las palabras de Vero, miraba a Zacarias como pidiéndole su consentimiento y este encogiéndose de hombros se lo concedía sin hablar, todas las mujeres empezaron a desnudarse de forma frenética, e incluso en su precipitación Clo se enredó las bragas en sus tobillos y cayó sobre el césped, ante la hilaridad de las demás. Al final la primera, como es lógico ante la ventaja adquirida, fue Vero que luciendo su bellísimo cuerpo totalmente desnudo se dirigió a la piscina y se zambullo en el agua seguida de las gemelas Julia y Hanna.
Un cuarto de hora después, ya todas fuera del agua y tumbadas sobre el césped, fue Vero la que reclamo su premio colocándose boca abajo y apoyando su cabeza sobre sus antebrazos, dijo:
- Yo alegremente he decidido cual era el premio sin consultar al interesado, pero si Jaime está de acuerdo y no le parece mal, creo que es la hora de que me conceda el premio.
- Tampoco has consultado a tu pareja si le parecía bien o mal o si estaba de acuerdo. – dijo riendo Carlota – Pero no te preocupes a mí no me importaría consolar a Zacarias, y si él quiere puede hacerme exactamente lo mismo que Jaime te pueda hacer a ti.
- Como comprenderás, por mi encantado, eres preciosa, simpática y joven, y me parecería una enorme grosería rechazar semejante invitación. - dijo Zacarias – Y no hay problema con Vero, de siempre lo hemos tenido muy claro y nos comprometimos a respetar las decisiones del otro, siempre que fuéramos sinceros y hablándolo todo claramente.
Jaime por su parte, sin decir nada, tomo el bote de crema que le alargo Eva y arrodillándose al lado de Verónica empezó a extender con enorme delicadeza los chorretones de crema que vertió sobre su espalda. Pero para consternación de la gran mayoría de las mujeres su órgano viril permanecía inerte y sin visos de que reaccionase, pues a pesar de que ambos varones seguían con sus bañadores puestos, era evidente que no estaba erecto su instrumento, incluso cuando le extendió la loción sobre sus glúteos no dio ni siquiera un ligero respingo.
Por su parte Zacarias estaba haciendo lo mismo con Carlota, pero a diferencia de Jaime, a él se le había enderezado el mástil que oscilaba levemente en cada movimiento que hacía bajo su bañador, mientras embadurnaba la espalda, culo y piernas de la joven con la pomada cosmética, centrado en su tarea y completamente ajeno a los demás.
Fue Piedad la primera en reaccionar, ya que quizás por su dilatada experiencia se dio cuenta de lo que podía ocurrirle a Jaime. Entonces les explico a las demás:
- Me parece que a Jaime no le seduce la idea de compartir sus momentos de recreación sexual con otro espécimen del mismo sexo. Porque supongo que nunca ha estado copulando delante de ningún otro varón, solo rodeado de hembras, y es posible que se sienta cohibido.
- Sobre todo, si le está metiendo mano a la pareja de ese otro espécimen. – dijo riendo Clo – Porque le está dando un sobe a Vero que ha conseguido ponerla con un sofoco tropical que no veas, aunque a Zacarias parece que no le importa mucho. Como tampoco parece que le importe la expectación que está levantando, ya que su único objetivo es embadurnar a la jovencita de pies a cabeza.
- Yo estoy dispuesto a untaros a todas con crema para que no os queme el sol. – dijo entonces Jaime – Pero creo que debemos de intentar controlar los instintos animales que el uso de las gorras nos ha trasmitido, ya que también su uso nos ha concedido la capacidad de concentración y nos ha vuelto más inteligentes, con capacidades mentales enormes, entre ellas el control de esos instintos por muy fuertes que sean.
- No quiero decir con eso que nos volvamos célibes ni mucho menos, pero debemos controlar nuestras actitudes, sobre todo cuando estemos en grupo, pues esto se puede convertir en una bacanal, una orgia continuada que se nos puede ir completamente de las manos. – seguía Jaime con su arenga a la vez que extendía la crema sobre la piel de Vero, que se dio la vuelta para mirarlo con enorme extrañeza – Debemos de ser más discretos con nuestras relaciones íntimas.
- La ostia, este tío es la ostia. – soltó Verónica algo molesta – Me he ofrecido a él sin ninguna traba, mi pareja ha dado su consentimiento y ahora me sale con estas, sabiendo, ya que todas somos conocedoras, que el otro día estuvo retozando con trece a la vez, y a todas, a todas se las follo, una detrás de la otra. ¿Es que yo no te gusto?
- Claro que me gustas, eres una mujer preciosa, muy guapa y con un cuerpo extraordinario, eres inteligente, eres simpática, tienes una conversación amena y muchas más virtudes, pero me da mucho corte hacerte nada delante de Zacarias. – le contesto Jaime – Y me he tenido que concentrar mucho para conseguir controlarme.
- Vamos que tanto Piedad como yo teníamos razón. – dijo Clo – Pero controlarte, lo que se dice controlarte, no veo yo que lo hayas hecho por lo menos con tus manos, porque le estas dando un sobe a Vero que has conseguido ponerla con un sofoco tropical que no veas. Así la tienes a la pobrecita, cabreada y calentita, bueno a ella y a todas las demás, que nos imaginamos que el culo de ella o el de Carlota, que también está recibiendo lo suyo, es el nuestro.
- Creo que Jaime tiene toda la razón. – hablo entonces Piedad – No debemos dejarnos llevar por la lujuria y los bajos instintos, pues terminaríamos copulando sin ternura ni cariño, en plan salvaje. Si a Verónica le apetece estar con Jaime, pues que se vayan a una de las habitaciones, que en esta casa hay muchas. Y lo mismo les digo a Zacarias y a Carlota, ya que esto no es una dehesa donde los sementales montan a las yeguas.
- Puede que tengas razón, - acepto Andrea que había sido a la que se le ocurrió la idea – Que estemos sexualmente descontroladas no quiere decir que perdamos las formas, ante todo somos seres racionales, y se supone que ahora tras colocarnos las gorras aún más inteligentes, y debemos de ser capaces de canalizar nuestra sexualidad a momentos de intimidad, aunque seamos unos cuantos en esa intimidad. Porque debéis de saber que yo no renuncio a la experiencia que tuvimos en el rancho, me encantaba retozar con Jaime junto a mis amigas, mis compañeras, mis hermanas o si lo preferís mis amantes femeninas. Me sentía inmensamente feliz y satisfecha, pero realmente, aunque lo hacíamos en grupo, lo hacíamos en la intimidad de nuestro barracón de estudios.
- Ciertamente en nuestro mundo, y las que habéis estado allí lo visteis, no existen restricciones sobre la sexualidad, pero nunca se ha producido algo similar a lo que ocurrió la otra noche donde trece de nosotras copulamos con Jaime sin decoro alguno, solo por un calentón puntual, prácticamente se puede decir que por puro vicio. – ahora era Amor la que se pronunciaba – Y aunque no me arrepiento de nada de lo que hicimos, ya que disfrute como no lo había hecho en mi vida, no creo que debamos de volver a hacerlo, por mucho que nos lo demande o apriete nuestra propia calentura. Como dice Andrea, si nos apetece follar, aunque sea en grupo, que sea en la intimidad.
- Entonces nos controlamos, pero que Jaime y Zacarias nos unten bien con la crema solar, - dijo riendo Clo – no vayamos a quemarnos, y por lo que estoy viendo los dos son expertos en extenderla por todos los rincones de la anatomía femenina.
- Pues va a ser una prueba de fuego para los dos. – exploto con una carcajada Erika – Son demasiadas mujeres desnudas para dos hombres solos, pero si a ellos nos les importa África y yo podemos ayudarles, estoy segura que somos tan buenas como ellos en el arte de restregar crema solar, incluso diría que algo mejores.
- Si vamos a ayudarles y a aplacar la tensión que nos ha invadido a todas hace unos minutos. – era Aurora la que los decía – yo le daré crema a mis hijas y a mis hermanas, que todavía son muy jóvenes.
- Joder Aurora, que seas nuestra hermana mayor no te da derecho a fastidiarnos la tarde. – dijo Julia – Nos has chafado a mí, a mi hermana y también a tus hijas, del placer de sentir las manos de Zacarias recorriendo nuestra piel de punta a punta.
- Si lo que queréis es experimentar, podemos juntarnos las tres parejas de gemelas, - sugería riendo Esther, una de las gemelas mexicanas – y buscarnos a un hombre madurito que le apetezca también tener nuevas sensaciones, pero en la intimidad, sin la mirada indiscreta de nadie.
- Mi hermano podría ser ese madurito que dices. – dijo riendo con ganas Arantxa – Cuando vuelva se lo voy a plantear, entre las seis juntáis los mismos años que Sofía y Petra, que son los que parece que a él le gustan.
- Pues no es mala idea, - siguió el cachondeo su hermana Blanca – es posible que a Pedro le seduzca tu proposición, pero también cabe la posibilidad de que no renuncie a los ciento veinte años de las maduritas y se quede con los doscientos cuarenta que juntarían las ocho.
- No os lo toméis a broma, que todo es posible. – dijo Carmen – Yo he visto a vuestro hermano mirar a las gemelas con muy buenos ojos, bueno, a vuestro hermano, a Zacarias, a Jaime, e incluso a alguno de los mayores que se han ido.
- Si es verdad, yo también me di cuenta. – intervino Carlota que a pesar de la fricción de las manos de Zacarias sobre su piel desnuda no perdía detalle de lo que hablaban – Hasta mi padre se fijó en ellas, y le comento a mi madre que un par de gemelas como las mexicanas le vendrían bien a Pedro para que se volviese más normal.
- Pero tía, yo creía que tu estabas en otra dimensión abducida por las caricias de Zacarias. – dijo Mary jocosamente – Y ya que estas en onda, ¿Qué le dijo tu madre? Por cierto, cuando acabe de darte a ti la crema, me toca a mí.
- Mi madre se lo tomo con buen humor, ya que quiere muchísimo a Pedro. – dijo riendo Carlota – Estuvo de acuerdo con mi padre, pero luego le soltó un zasca de cojones, pues le dijo “Supongo que como dices con un par de gemelas, y no con las que tú dices, sino con cualquiera de las tres, es posible que se volviese un poco “anormal”, lo mismo que te pasaría a ti, que se te van los ojos detrás de las tres parejitas, que por cierto son monísimas y repetidas.
Entre bromas, chanzas y risas, Jaime, Zacarias, Erika, África y Paloma, se fueron turnando hasta untar de crema a todas las jóvenes y después entre ellos mismos, y cuando acabaron, casi sin darse cuenta había pasado el tiempo suficiente para que regresasen los viajeros del tiempo, pues ya casi había anochecido y también “casi” se habían olvidado de la tensión sexual que hacía solo un par horas estuvo a punto de explotar, pero que milagrosamente solo quedo en un conato, aunque mas de una, sobre todo Verónica y Carlota se habían quedado algo frustradas y bastante acaloradas y excitadas.
Justamente acababa de ponerse el sol, y decidieron cenar algo, cuando la luminosidad del salón les indico que alguien acababa de usar la puerta, y lógicamente todos supusieron que eran Pedro y las once viajeras, pero no sabían si con ellos volvería Eulogio.