Pasó el tiempo y ya me encontraba terminando el instituto. Ya andaba más despierto y suelto en las relaciones aunque aún no había llegado el momento de mi estreno porque todos mis esfuerzos se centraban en conquistar a Lucy, mi amor platónico desde 1º y la chica con la que quería perder mi virginidad.

Lucy era un pivón o al menos a mi me lo parecía. Era la más alta de la clase y seguramente la que tenía el sostén más grande. Su piel blanca contrastaba con su pelo negro y ojos azabache. Tenía un culazo respingón que se resistía a meterse en los vaqueros y sus piernas largas y contorneadas eran dignas de hacerle un monumento. Muy simpática y enrollada pero, aún no se había fijado suficientemente en mí.

Hasta que un día mi primo Ángel consiguió que viniera con un grupo de amigas a Villasol. Sin duda era mi oportunidad de acercarme bien a ella y quién sabe, qué más.

Era un sábado del mes de mayo y estaba soleado. Poco a poco fueron llegando, unos traídos en coche y otros en bici. Estaba espléndida, llevaba un pantalón corto ceñido y una camiseta a la sisa muy abierta, tanto que dejaba ver casi todo el sostén. 

Mi primo y yo madrugamos para tener todo preparado y limpio. Tuvimos que ahorrar dinero para comprar la barbacoa, las bebidas y los piscolabis pero la recompensa podría ser merecedora de todo lo gastado.

En total éramos seis chicos y ocho chicas, o sea, que había más o menos pareja para todos. Por un momento imaginé todos desnudos en la piscina a modo de orgía pero sabía que eso no iba a ocurrir, jaja.

Por su parte Ángel estaba detrás de Gloria, la empollona de la clase, una rubia de ojos verdes que estaba que quitaba el sentido de buena. Mi primo decía que hoy tenía que tirársela sí o sí. Él lo tenía más fácil porque llevaban dos semanas saliendo y ya la había tocado varias veces. 

Al principio fue como esto de los niños con los niños y las niñas con las niñas, ellos jugando al balón y ellas de charla en el césped. Mi primo y yo nos encargamos de la intendencia para que todo saliera bien. Sacamos unas mesas donde poner las bebidas y unas chuches, patatas y todo eso. Pusimos también el equipo de música con algo de pop.

A eso de las doce apagué la depuradora, era ya la hora del baño y sobre todo de que nos juntáramos y empezáramos la fiesta. 

Algunas traían puesto ya el bikini o bañador a modo de ropa interior y otras se cambiaron en las duchas. Los chicos igual pero algunos se cambiaron a lo bruto detrás de las plantas que cercaban la piscina dejando ver el rabo por entre las hojas. 

• Primo, ya están Luis y Marcos haciendo el burro, imagina cuando se tomen varias cervezas la que van a liar

• Jaja, no te preocupes, así se van enterando de lo que va el juego. Ya ves que ninguna se ha quejado, creo que ha servido para ponerlas a tono. 

Retiramos de la mesa los refrescos y pusimos unas cervezas para ir subiendo la temperatura. Todos en el agua comenzamos a pasar el balón, que era el juego apropiado para restregarse “inocentemente” unos con otros y para, “sin querer”, coger culos y tetas. 

Por mi parte me puse al lado de Lucy quien hacía gala de un bikini muy ajustado. La parte de arriba era de color blanco y al mojarse dejaba entrever la belleza de sus pezones. La de abajo color beige con unos lacitos en las caderas.

• ¿Te lo estás pasando bien Lucy?

• Si, muy bien Carlos, no sabía que tenías una casa de campo tan bonita

• Pues si, la tenemos en familia y venimos mucho

• Me tienes que enseñar todo después, ¿vale?

• Si, claro, verás lo grande y confortable que es Villasol

Estaba tremenda, quedé absorto mirándola cuando de pronto sentí un balonazo en la cara. Todos reían al ver que había quedado como un idiota, pero el incidente jugó en mi favor. 

• No les eches cuenta, dijo Lucy, quien me acompañó al botiquín para ponerme yodo la ceja que sangraba un poco. Mientras me curaba yo no dejaba de recrearme en sus pechos.

• ¿Qué te duele más, la herida o que se hayan mofado de ti?

• Creo que lo segundo, jaja

• Es que te quedaste embobado por un momento, como ahora mientras te curaba

• No sé cómo lo dije pero me salió de forma muy natural: Es que eres preciosa Lucy

• Jaja, sé la parte del cuerpo que mirabas pero bueno, muchas gracias, venga volvamos a la piscina

Aproveché la familiaridad que me había proporcionado Lucy para rozarme por ella en el agua. Todos allí jugando era fácil y empecé con algo de disimulo a cogerle el culo. Ella lo notó de momento y lejos de molestarse, me miró con cara de aprobación. Así que mis toqueteos fueron en aumento. 

En un momento que nos centraron el balón, al saltar y sumergirnos en el agua, pasé mi mano por sus pechos notando la dureza de ambos pezones. Eso me provocó una buena erección que me incomodó al punto de pensar que ella o alguien lo notara. 

De repente dieron toque para tomar una cerveza con algo de picar. Mi pene no se había replegado del todo pero tuve que salir del agua porque Lucy me agarró de la mano para que la acompañara.

Bebí cerveza y media de un trago para enfriar mi cuerpo que se había puesto a cien. Ella tomó media y dejó espuma en los labios, lamió el de abajo y dejó la espuma en el de arriba en un gesto como si quisiera que yo se la quitara con mi lengua. Le pasé mis dedos mientras ella sacaba morritos mientras se reía cucamente. Mi primo Ángel me miró y me guiñó un ojo como indicando que “la tenía en el bote”.

Enséñame la vivienda, dijo Lucy. Cogimos dos botellines y un plato con cosas variadas y aún con las prendas mojadas entramos en la casa. 

• El salón es muy grande Carlos y muy bien decorado

• Si, era más pequeño pero hubo que ampliarlo para dar cabida a toda la familia en reunión

• ¡Qué bien, ojalá tuviera un sitio así!

• Puedes venir cuando lo desees, estás invitada

• Eres muy amable, veamos el resto

• Abajo hay esta otra sala más, la cocina y dos cuartos de baño

• Es todo muy amplio y bien decorado

• Si, mira, aquí este patio que sirve también de zona de relax

• Ven arriba, aquí los dormitorios de mis padres, mi tía y mi tío y luego éstos de mis primos

• Son muy grandes pero tenéis que dormir dos en cada habitación

• Si,claro, no hay tanto espacio aunque en la casa pequeña hay habitaciones que se pueden usar si se quiere individualmente o para invitados

• !Qué suerte tienes chaval¡ te envidio, jaja

• Ya te digo que puedes venir cuando quieras, basta con decírmelo

• Abusaré de tu confianza más de una vez, jaja

• Por cierto, no me has enseñado tu dormitorio

• Lo tengo muy desordenado y es por eso, pero vamos, te lo dejo ver

• ¡Uau! tienes un cuarto enorme y además con tu baño propio. ¿A tu hermana no le importa dormir a tu lado?

• La mayoría de las veces se acuesta en la habitación de alguna prima

• Perfecto Carlos, quiero hacer un pis y cambiarme, ¿me traes la ropa que dejé abajo?

• Claro, voy enseguida

Busqué su mochila y al traerla escuché que se daba una la ducha. Mientras la esperaba me vino una idea primitiva. Saqué su ropa interior, la que traía puesta de casa y la puse en mi cara. Comencé a oler y lamer aquellas braguitas negras como si fuera un animal en celo mientras mi porra se empalmaba de nuevo. El sujetador aún estaba caliente y lo restregué por mi polla dejando que se empapara de unas gotas de líquido preseminal. Como no quería derramar allí mi leche, lo guardé todo aprisa y la avisé de mi vuelta.

• ¡Me voy a duchar yo también!, le dije. ¡Tienes tus cosas sobre mi cama! 

Tenía que bajar la hinchazón de mi amiguito como fuera con agua fría, jaja

• ¡Perfecto Carlos, ya estoy terminando, me seco y me visto!

Tras el cristal vi que ella pasó por delante completamente desnuda. Eso no me ayudaba a bajar mi erección así que le eché valor al asunto y dejé que mi polla hiciera lo que quisiera bajo el albornoz.

• ¡Carlos, ya estoy visible!, me dijo en voz alta, puedes entrar en la habitación

• ¡Caray Lucy! dije tapando inocentemente mis ojos

• ¿No te gusta lo que ves?

• Pues claro que sí, pero…

Estaba completamente desnuda echada sobre mi cama, con las piernas cruzadas y tapando los pechos con sus manos. 

• Cerré la puerta con llave y dejé caer el albornoz mostrando mi polla que la apuntaba a con su dulce cabecita

• Mira Carlos, me lo acabo de afeitar para ti, dijo mientras abrió sus piernas enseñando su dulce manjar

• Qué rica estás Lucy, y pensar que me iba a hacer una paja en la ducha porque no creí que este momento llegaría…

• Jaja, sé que llevas todo el día caliente. No creas que no sé que has hurgado en mis cosas. Seguro que has olido mis braguitas y te has puesto mi sostén, jaja

• Noo, dije bastante avergonzado

• ¿Y el lote de tocamientos que me diste en la piscina?

• ¡Uff! bueno chica, no lo puedo negar, estás muy buena y era mi oportunidad

• Ven, échate sobre mí …

No sabía bien por dónde empezar, sentía que debía complacerla sin saber cómo, así que me dejé guiar sin más. Era lo más sensato dada mi inexperiencia.

Comenzó a besarme introduciendo profundamente su lengua y luego succionando la mía hasta casi arrancármela.

• ¿Te gusta?, decía sin dejar de succionar. 

• Me encanta, le dije en un momento que paró, para esta vez chuparme con fuerza los pezones

• ¡Apriétame las tetas! dijo con voz autoritaria

Puse mi mano en uno de sus pechos que no estaba tan duro como imaginaba pero tenía un tacto y un olor que nunca olvidaré. Ella empezó a gemir mientras me ofrecía el otro pecho. Succioné con fuerza el pequeño pezón negro que ella sujetaba como si estuviera amamantando un bebé.

Al pronto me sujetó por la cabeza y puso mi boca en su vientre. Chupé los alrededores de su ombligo y me guió hasta su entrepierna.

• ¿Recuerdas ese olor? me dijo poniéndome frente a su coño

• ¿Cómo? dije un poco atónito

• Seguro que has olido mis braguitas antes de traerme la ropa, no lo niegues

• Creo que mi sonrojo lo dijo todo

De pronto pegó mi boca contra su vagina recién rasurada. Metí mi lengua a fondo succionando el maravilloso fluido. Me excité tanto que mi polla dió unas contracciones pidiendo derramar su preciado líquido, que por suerte permaneció un poco más en los testículos.

• ¡Ahhh! gritó Lucy con tanta fuerza que seguro nos oyeron desde fuera

• ¡Mmm! qué rico coño tienes Lucy, quisiera llenarlo de semen, quiero que me desvirgues 

• ¿Cómo, aún no lo has hecho?

• No, y quiero que seas tu la afortunada, y debemos hacerlo ya porque está que me voy a venir de un momento a otro

• ¿Quieres en esta postura?

• Así encima tuya está bien, quiero verte la cara de placer cuando me corra dentro de ti

Lucy abrió más las piernas y agarró mi pene. Acercó su boca y me lamió la cabeza untando su saliva. Al momento tuve otro empujón de mi próstata hacia el glande, que si no es porque meto un poco el culo le hubiera llenado la boquita de leche en ese momento.

A continuación metió dos dedos en su raja para comprobar lo mojada que estaba su cueva. No hizo falta más ya que los sacó chorreando y mes los dió a probar. 

• ¿Crees que así está bien lubricado?

• Uff, Lucy, esto es lo más hermoso que he hecho en mi vida

• Abrió sus labios con dos dedos mostrándome la entrada y tomó mi polla poniendo la cabeza en la puerta de su gruta

• !Ahora Carlos¡ !Empuja fuerte¡ !Mételo todo en mi interior¡ 

• La agarré del culo y le di una embestida metiendo la mitad de mi mango, temía hacerle daño

• !Mássss y más honda¡ dijo en un frenesí que la hacía retorcerse de gusto mientras me estrujaba los pezones hasta el punto de dolerme

• Le di cinco o seis pollazos introduciendo en ella mis dieciocho centímetros hasta que ya no pude más

• ¡Córrete, lo estoy sintiendo que te viene todo!

• ¡Ahí lo llevas Lucy! ¡Ahhh!

• ¡Ahhh, me corro yo también!

Estaba ya apunto de dar la última sacudida de esperma cuando Lucy me tumbó en la cama y se apresuró a meter mi verga en su boquita succionando todo el esperma que quedaba por salir y el que aún retenía mezclado con su flujo.

• ¡Ahgg! hasta el fondo! dijo chupando todo lo que quedaba

• Eres increíble Lucy y muy experta

• Mmm no sé, es solo que me gusta muchísimo

• Pues puedes anotarte el tanto de haberme desvirgado

• Sii, eso me ha puesto muy cachonda, espero que tu seas también atrevido a partir de ahora

• No te entiendo, yo haré lo que tu me digas

• No, debes hacer lo que tu quieras, es una gran diferencia, no quiero a mi lado gente solo sumisa

• Entiendo, que debo dar rienda a mis deseos

• Si, eso es, como esto

Entonces ella me tomó de la nuca y me besó profundamente dándome de beber mi propia leche, restregando una y otra su lengua contra la mía para que tomara todo el jugo.

• ¿Ves a lo que me refiero?

• Mmm sii, ya lo pillo, jaja, dije mientras relamía mis labios llenos de mi flujo

Nos quedamos relajados dos minutos y pregunté.

• ¿Cuándo fue tu primera vez? ¿Has follado con muchos?

• Eso no se pregunta a una chica, dijo con voz socarrona. Ya te contaré otro día

• ¿Crees que podemos salir juntos?

• Si, claro, pero no en el sentido de ser novios y eso. A mi ese rollo no me va

• ¿Entonces cómo?

• Seremos amigos íntimos y follando hasta que nos parezca bien, pero de una manera abierta

• ¿Qué? no entiendo bien

• Pues que no me gustan las ataduras y a la vez podremos cada uno follar con más gente, yo no soy de un solo chico o chica

• ¡Uau Lucy! me tienes sorprendido

• No te preocupes Carlos. De momento intenta tenerme bien saciada de sexo, nos queda mucho por probar. Esta tarde quiero que me lo hagas a cuatro patas, así que no te despistes mucho, jaja o lo tendré que hacer con otro

• ¡Uff! Vamos a bajar que seguramente se estarán preguntando qué hacemos tanto rato dentro de la casa …

Nos vestimos y salimos al porche donde estaban todos. Se quedaron mirándonos con cara de haberse dado cuenta de que habíamos estado liados. No lo podíamos negar ya que no habían escuchado por la ventana que estaba abierta. Mi primo se apresuró a preguntarme, una vez a solas.

• ¿Te la has tirado?

• Sii

• ¡Uau! entonces ya te estrenaste ¿Cómo te sientes?

• Bienn, como en el cielo, es un bombón y hemos quedado para más veces

• ¡Ostias! pues a ver si yo meto con Gloria 

• No pierdas el tiempo Ángel, he comprobado que si no lo hace uno, otro lo hará por ti y te quedarás como un pasmarote

• Cierto primo, después de la comida intentaré llevarla a un sitio apartado y a ver …

Era ya la hora de comer y pusimos la barbacoa. Seguimos tomando cervezas, todos se estaban divirtiendo de lo lindo. La tarde se presentaba agradable y para mi, muy lujuriosa. Había conseguido que mi mente solo pensara en ella y probar la postura del perrito.

Continuará…