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TODORELATOS » HETERO: INFIDELIDAD » MI ESPOSA ARGENTINA 4 PARTE 7
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Fecha: 05-Jun-23 « Anterior | Siguiente » en Hetero: Infidelidad

Mi esposa argentina 4 parte 7

Lanfasone1
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Final de una noche agitada. Reaparece un personaje desagradable. Recuerdos de una Fernanda muy joven e inocente Version para imprimir

MI ESPOSA ARGENTINA 4 Parte 7

Al volver en mí no sabía bien donde estaba, como desde un lugar muy lejano escuchaba ahora verdaderos aullidos de Fernanda, ya no había música, me incorporé trabajosamente.

Enfoqué la mirada a través de los agujeros en la puerta del armario

Fernanda estaba de pie al borde de la cama Bigotazos desde atrás la tenía sosteniéndola de los brazos, que estaban como rígidos, inertes, al costado del cuerpo.

También se escuchaba el ruido obsceno de pelvis contra culo, un plass, plass, rítmico y humillante.

Un nuevo alarido de mi esposa

_Ahhhhh!! … me estas reventando el culo hijo de puta_ dijo ella.

Al ver su cara noté algo extraño, no solo era la mueca de dolor-placer que deformaba su rostro sino que  este estaba manchado de semen, bañado en leche, pringajos sobre sus mejillas, semisecos, como engrudo y también sobre sus labios y  barbilla y solo podía ser la corrida de Sonrisas a quien localicé tirado a lo largo en la cama con su polla morcillona.

_Claro mi reina que te estoy reventando el culito, para que te acuerdes de tu negro_ le decía Onei/ Bigotazos casi con rabia, sin perder el ritmo de la penetración.

Y noté además que las piernas de Fernanda lucían imponentes, las rodillas y los muslos bien marcados y comprendí que era así porque tenía las sandalias puestas con sus tacos de diez centímetros.

Luego supe que Onei le había hecho ponérselas y después la penetró por la vagina de pie y entonces Sonrisas eyaculó un su rostro y en sus tetas haciendo el estropicio actual.

 Y Oneí parecía aún más esmirriado detrás de ella, pero así y todo dominante y sin dejar de soltar sus brazos hizo que mi esposa volviera a correrse, como un guiñapo usado, semejante mujer, tamaña diosa convertida en una bolsa de patatas en sus manos.

Y en tanto ella se corría dando verdaderos aullidos, Bigotazos le anunció, soberbio.

_Voy a llenarte el ojete con mi leche mami_

Y creo que Fernanda ni siquiera le escuchaba.

_Ahí te va… ahí te va_ dijo antes de resoplar y vaciar sus pelotas en el culo de mi mujer.

Después vi como Fernanda trastabillando cayó sobre la cama y Sonrisas/Antú, le dio un pequeño azote e hizo que lo montara y la leche de bigotazos rezumaba por su culo, manchando la cama.

Pero no fue obstáculo para que Sonrisas la hiciera botar sobre su cuerpo, los tetones de mi esposa como enloquecidos, danzando una vez más, golpeándose entre sí grotescamente, mientras Sonrisas la hacía subir y bajar sobre su polla tomándola a dos manos sobre la pequeña cintura.

Y ahora Bigotazos se sonreía y se masturbaba tratando de volver a endurecer su polla, de pie al costado de la cama

Fernanda volvía a encadenar otro orgasmo y Antú/Sonrisas se inclinaba sobre ella para mordisquear sus tetas.

Entonces tomé el móvil y le envié un mensaje a mi esposa.

Ella todavía reponiéndose del orgasmo, cogió el móvil de la mesilla de noche todavía con la polla de Sonrisas dentro de ella.

Tal vez Fernanda estaba esperando mi reacción, porque me pareció aliviada.

_Es mi marido, terminó en el hospital y viene para acá, deben irse_ dijo imperativa

Bigotazos se mostró contrariado pero resuelto

_Antes bebe, me comes la polla una vez más_ dijo y se subió a la cama.

Fernanda le mamó la polla, masturbándolo violentamente mientras seguía montada sobre Antú, quien ahora le pellizcaba los pezones como quien se da un último gusto antes de acabar la fiesta.

Bigotazos volvió a correrse dentro de su boca.

_Acabá de una vez pelotudo, acabame adentro_ le dijo Fernanda a Sonrisas, pero a la vez le acariciaba sus bolas con una mano delicada con sus dedos fuertes y largos y de uñas barnizadas

Sonrisas le hizo caso tomándose de las tetas de mi esposa para darse impulso y eyaculó entre estertores dentro del coño de Fernanda, quien le dijo una frase soez que me impactó

_ Me bañaste la concha de leche, forro_ diciendo esto en forma lastimera, casi apenada

Finalmente todo había terminado, ellos empezaron a vestirse azuzados por Fernanda

_Rápido, dense prisa que ya va a llegar mi marido_ les decía a la par que ella se vestía con un pantalón de chandal y un jersey sobre las tetas desnudas.

En cuanto escuché la puerta del piso cerrarse, abrí la puerta del armario y me dejé caer sobre la cama, extenuado.

_ ¿Estás bien amor?_ me decía ella, ya se había limpiado el semen de la cara con una toalla antes de bajar

_Si…si_ le dije. Nos besamos, por dios, el olor a sexo que tenía Fernanda era increíble, estaba perfumada con la savia y el sudor de sus amantes.

_Fue increíble_ le dije

_Estamos locos Carlos, locos, totalmente locos_ me dijo muy seria

Nos miramos, nos volvimos a besar.

_ Me voy a duchar y hablamos, estoy hecha un asco_ me dijo

_Espera, desnúdate_ le dije, yo me había corrido dos veces dentro del armario pero aun así ya notaba mi polla lista otra vez.

_¿Querés cogerme así?_ me dijo ella

_Si…_ dije con el hilo de voz que me quedaba

El cuerpo de Fernanda estaba caliente, lo podía sentir palpitar debajo de mí, podía sentir el eco y el calor de los orgasmos que había tenido.

Fue un misionero rápido, sin hablar

_Acabáme adentro mi amor_ dijo ella mirándome a los ojos cuando sintió que me venía.

Luego se fue a duchar, regresó envuelta en una bata de toalla.

Entonces fui a ducharme yo, sentí otra vez cierto mareo bajo la ducha, había tenido una pequeña lipotimia sin duda.

Cuando regresé a la cama, Fernanda dormía profundamente, me acosté a su lado y también me dormí inmediatamente.

A la mañana siguiente  fue el día después de una batalla.

_Siento como si hubiese corrido una maratón_ me dijo dulcemente, casi con ingenuidad. Mientras bebíamos café con tostadas.

Entonces le conté de mi desmayo, se quedó muy preocupada, no se lo podía creer.

_Mi amor, mirá si te pasaba algo y yo cogiendo como una loca_

_Debe haber sido una mezcla entre la excitación y la falta de oxígeno en ese espacio tan pequeño_ le dije. Pero lo que más me intrigaba era como Bigotazos había terminado en nuestra cama si estaba con esa otra mujer en la disco. Esto me contó Fernanda:

_ Vos te fuiste y yo estaba besándome con Antú, entonces al lado nuestro sentí como otra pareja se sentaba en el sofá, eran Onei y la chica del vestido rojo.

Se besaban y se metían mano casi como compitiendo con nosotros, hasta que en momento escucho que ella le dice.

_Joder estás dele mirarla todo el tiempo, que te den, imbécil_ y se levanta y se va.

Escuché como Onei se reía quedamente pero se quedaba en el sofá.

Entonces luego de un rato, Antú ya estaba acariciándome los pechos por sobre el top y sentí otra mano acariciándome la cintura desnuda.

_Oye, me está acariciando el idiota este_ le digo a Antú

Él sonrió  y me dice:

_ Déjalo mami, no me molesta_

_ ¿No?_ le digo, mientras ya la mano de Onei estaba en mi culo

_Es mi pana, no hay problema_ me dice entre beso y beso

Como si mi voluntad no importara.

Luego sentía los besos de Onei en mi espalda y luego en mi cuello.

 Al cabo de un rato estaba besándome con los dos_

_Joder y como fue el viaje en coche ¿venían en un taxi?_

_No…… Onei conducía su propio coche, yo iba en el asiento del acompañante y Antú en el asiento trasero_

_ ¿Y cómo resultó eso?_

_ Antú se inclinaba hacia adelante para besarme y tocarme los pechos, pero muy suavemente y no todo el tiempo, en general estuvieron muy caballeros_

_Tal vez para que no se distrajera el otro conduciendo_ dije yo con cierta acritud

_ Y tú amor ¿Cómo lo viviste? ¿Lo repetirías?_ me dijo ella tomándome de la mano

_No lo sé, fue muy fuerte, sentí celos ¿sabes? más que otras veces_

_ Fue distinto, los tres de la semana pasada eran desconocidos, pero al menos nos los había presentado Javi, estos en cambio fueron un ligue en toda regla_

_Debes sentirte poderosa en cierto sentido_ le dije

Ella mi miró seria pero muy tiernamente.

_Si… en parte si.. para que te lo voy a negar, pero te digo que no podría llevar un estilo de vida así demasiado tiempo_

_Si…… lo entiendo_ le dije

_Me encantó que hayas enviado el mensaje, ya estaba un poco cansada, me encantó eso_

_Es que iba a terminar ahogado dentro de ese armario_

Nos reímos con complicidad.

_No….  Me gustó que hayas sido vos el que le puso punto final a la situación, vos pusiste el límite_

Dijo y nos besamos.

Tenía razón, yo le había puesto límite con el mensaje, eso y la sensación de celos eran dos sensaciones bastante nuevas en todo esto que llevábamos viviendo.

Los domingos luego de estas orgías, traían una paz familiar que se agradecía y que compensaban nuestra vida con una armonía muy natural por así decir.

Almorzar con mis padres y luego dar un paseo con la niña era como que ese programa en parte hacía parecer lo vivido la noche anterior como algo muy lejano.

El domingo a la noche tuve que ir al hospital por una urgencia, el lunes comenzó muy enrollado laboralmente, casi no tuve tiempo de pensar en todo lo ocurrido.

El martes ya estaba por volver a casa cuando recibí un mensaje de Julio, el desagradable.

_Estoy en el hospital ¿tomamos un café?_

Allí estaba Julio con esa calva, esos brazos musculosos que indicaban que debía matarse en el gimnasio y ese aire desagradable inexplicable.

 Era como algo irracional que se desprendía de su personalidad, algo repelente como si tuviera algo repugnante dentro de él que se traslucía en el sonido de su voz o en sus gestos.

_ ¿Cómo estás Carlos?_

_Bien, mira hombre no tengo mucho tiempo_

_Vale yo tampoco, vine a supervisar algo al hospital y ya debo irme_

_Tú eres cirujano plástico ¿No es verdad?_

_ Si, especialista en tetitas_ dijo riéndose

_Joder tío_

_ ¿Te molesta que hable así? Se crea una relación especial entre paciente y el cirujano ¿sabes? Después de todo soy el tío que le va a dar forma a sus nuevas tetotas _

_ ¿Para esto querías verme?_

_Bueno tu esposa no tiene ese problema_

_ ¿Qué problema?_

_El tamaño de las tetas, he hablado con alguien que la conoce y me ha dicho que es impresionante_

Nos trajeron el café, le puse azúcar, el utilizó edulcorante.

_Como te decía uno las coge muy vulnerables y yo no puedo con mi genio, me gusta el antes y el después_

_ ¿Te refieres a las fotos de antes y después de operarse? ¿No te parece poco ético?_

_No amigo mío, me refiero a follármelas antes de operarse, con el pecho planito y después con los pechos de plástico que yo he mismo les hago_

_Joder Julio no creo que te lo montes tanto como fanfarroneas pero que ya hables así es un asco, macho_

_No todas tienen la pasta para pagarme, se trata de tener mano izquierda y si son casadas es peor, el marido no quiere gastar y ellas se mueren de ganas de tener las tetitas de sus sueños_

Terminé el café con un rictus de asco por lo que Julio me contaba

_Mira esta morena, asturiana, casada, 27 añitos, un belleza pero acomplejada la pobre_

Y me muestra el móvil con la foto de una chica, muy bella de cara, con una melena azabache, guapísima pero con el pecho casi plano, pues estaba desnuda en la foto.

_El antes y el después_  y toca en la pantalla para pasar a  otra foto

_Joder_ dije y es que en la foto se veía a la misma chica ya con las tetas operadas y mamando una polla, una buena polla y se veía el brazo del hombre y un tatuaje hortera con una especie de letras chinas.

_Verás que es el mismo tatuaje_ me dice enseñando su brazo

_Te felicito tío, muy bien, es muy ético lo tuyo_

_Joder Carlos como estás con la ética ¿Es que nunca mientes tú? ¿Siempre dices la verdad?_

_Trato de no ser un cabrón como tú al menos_

_La tía buena que se follaba Remigio ¿Es tu esposa o no?_

Pagué los cafés, me levanté de la mesa sin contestar.

_ Tal vez si, tal vez no, como sea te quedarás con las ganas_ le dije ya de pie

_Oye me han dicho que es argentina, que está que no se aguanta de lo buena que está y además….que es psicóloga como dijo Remigio aquella noche_

Y aquí cometí un gran error.

_Si pero luego se desdijo , la tía esa era abogada_

_Veo que recuerdas bien esa parte del relato_

_ Adiós Julio_ le dije

_Saludos a Fernanda_ dijo él.

Sentí otra vez una gran sensación de repugnancia al escuchar el nombre de mi esposa dicho por ese idiota.

Pero luego al estar solo en el coche, recordé el sonido de su voz, tan desagradable, toda la historia asquerosa que me había contado, la forma melosa en que dijo “Saludos a Fernanda” y por un momento imaginé a mi esposa en sus brazos, el rostro delicado de Fernanda vuelto hacia mí y la boca sensual y obscena de Julio dándole un beso en la mejilla y debo confesar que tuve una erección, muy a mi pesar.

_La madre que me pario_ me dije y arranqué el coche.

Esa noche luego de dormir a la niña, nos quedamos conversando en la cama con Fernanda, se me mezclaban las escenas de ella con los negros y la sensación de asco y excitación que me había provocado la conversación con Julio.

Ella estaba recién duchada, con una camiseta de algodón blanca, perfumada y unas braguitas blancas casi ñoñas, parecía tan joven e inocente, pero también estaban en sus cara esas líneas sensuales debajo de los pómulos, que se marcaban acusadoras y que la hacían a mis ojos aún más hermosa que cuando la conocí.

_ ¿Qué recuerdas de la otra noche?_ le dije

_ De la noche con Antu y Onei dices tu_

_Claro_

Ella sonrió

_La piel de Antú era como de gamuza, no tenía imperfección alguna, eso me impresionó_

_Ajá…. muy poético_ dije

_ ¿Quieres que te hable de sus pollas?_

_Tu misma, pero la verdad es que no, tuve un poco de celos la verdad_ dije

_ ¿Ahora eres celoso? Lo que faltaba_ dijo ella cómplice

Nos besamos, ella olía tan bien, su piel era tan suave, sus pechos hicieron presión sobre mi brazo.

_Cuando Onei me penetro por el culo, los dos de pie, creo que nunca sentí tan profundo una polla en el culo y mira que lo hecho muchas veces por ahí, que soy una adicta al sexo anal_

No pude evitar reírme quedándome con el final de la frase.

_ ¿Adicta al sexo anal? ¿Es el título de una película porno o qué?_

Ella se rio también.

_Si tenés razón, es ridículo, es me acordé de algo, de algo que escuché una vez_ dijo ella

_ ¿De una película?_

_No…. De algo que me pasó_

_Cuéntame,  a ver_

_ ¿No es muy tarde?_

_No…… que va_

Ella se desperezo a lo largo en la cama, por dios que portento de mujer tenía por esposa, era tan bella así, de entrecasa con su camiseta y sus braguitas ingenuas, se sonrió.

“Esto fue en Pinamar, una ciudad balnearia en Argentina, nosotros teníamos casa ahí, pasábamos todos los veranos allí desde que era chica. Yo tenía 24 años y me acababa de recibir, una semana antes había dado  la tesis. Me había peleado con mi novio, Andrés, un noviazgo de dos años, él jugaba al rugby, era un chico muy lindo y acá viene lo que a vos te gusta, fue el primero con el que hice sexo anal. Bueno te digo que en esos dos años me acostumbré a hacerlo, a él le encantaba y bueno que lo hacíamos muy seguido”

_ Este es el novio aquel que me dijiste que lo habías hecho, el anal digo, antes que con Chema en el coche, aquella vez de la lluvia_ dije yo (Ver Mi esposa argentina cap 4)

_Claro que vos me preguntaste si con Chema había sido mi primera vez y yo te dije que no_

“Bueno que llego a Pinamar con la felicidad de haber terminado la carrera, un poco triste porque Andrés me gustaba, pero bueno la cosa entre nosotros no daba para más.

 Imaginate lo que era yo a los 24 años, tenía el pelo largo casi hasta la cintura, todavía jugaba un poco al hockey, seguía haciendo danza, hasta yo me miraba en el espejo y me daba cuenta de que estaba increíble”

Por un instante traté de imaginar a Fernanda a esa edad, tan joven, lo buena que estaría, su culo y sus tetas paradas y más firmes que nunca, la melena rubia casi hasta la cintura.

Cierto es que yo había visto fotos de esa época y me parecía que ahora estaba más imponente que antes y su cara más interesante aún que de tan joven.

“Bueno que empiezo a hacer playita con algunas amigas, siempre en el mismo balneario al que íbamos todos los años, estas amigas me invitan a bailar pero yo no tenía ganas la verdad, me gustaba lagartear al sol, estar todo el día en la playa y leer.

Enseguida me empecé a broncear, creo que en esa época me gustaba más tomar sol que ahora, era el mandato del verano, estar bien bronceada. Una tarde me quedé leyendo en la carpa, era un día nublado, se veía que iba a llover y la gente se empezó a ir, yo estaba abstraída leyendo y de pronto escucho una voz

_Mira que se va a largar con todo_ era Rafa, un carpero que hacía años que trabajaba en el balneario, todos los veranos, yo lo conocía de toda la vida, desde los doce años por lo menos.

Era un tipo morocho, de pelo negro, bien quemado por el sol, tendría diez años más que yo por lo menos, flaco, muy flaco de esos que parece que no tienen un gramo de grasa en el cuerpo, pero no musculoso, sino extremadamente flaco pero fibroso.

__Que colgada que soy, se fueron todos_ dije yo

_ ¿Tomás unos mates?_ dijo él sonriendo

_Dale_ dije yo y se escuchó un trueno lejano

Trajo el termo y el mate y se sentó al lado mío.

_Vos seguí leyendo tranquila_ me dijo, me cebó un mate y se fue a guardar unas sillas de playa a otra carpa, eran él y otro más que estaban terminando de ordenar todo en las carpas.

Volvió se cebó un mate en silencio, tomó y me alcanzó a otro a mí.

_ ¿Qué lees, de la facultad?_

_No…… una novela, de Paul Auster, terminé la facultad_ le dije devolviéndole el mate, estaba oscureciendo lentamente en la playa, se escuchaba el ruido del mar.

_ ¿Y Andrés no viene este verano?_

_Bueno…no…cortamos con Andrés_ le dije, dejé de leer porque ya no se veía nada. Yo estaba en bikini todavía pero con una remerita, sentada tipo indio sobre la arena.

_Uy que joda, me caía bien el flaquito_ me causo gracia porque Andrés era un ropero, lleno de músculos y le sacaba una cabeza a Rafa

_Si…pero cuando no da…no da_ dije yo

_Claro, así que ya sos psicóloga ahora_ dijo

Me llamó la atención que se acordara lo que yo estudiaba.

_Rafa yo me voy_ le gritó el otro carpero

_Bueno_ gritó el

En eso se largó a llover, empezaron a caer gotas sobre la lona de la carpa

_Viste que te dije_ dijo él y me alcanzó otro mate.

Yo me paré, me sacudí la arena del culo, mientras tenía el mate con una mano.

_Date vuelta que yo te sacudo la arena_ dijo él pícaro

Yo era muy pendeja, sabía que estaba muy buena, estábamos solos en la carpa, llovía, que se yo, me di vuelta y él me empezó a sacar la arena de culo, así torpemente a los manotazos sobre mi culo. Yo seguí tomando mate y me reía, el también.

_Así no ensucias el asiento del auto_ me dijo

Me di vuelta, le entregué el mate, él estaba muy cerca de mí.

Nos miramos, ya estaba bastante oscuro, caían los gotones de lluvia sobre la lona de la carpa.

Bueno, nos besamos suavemente, era muy dulce, dejó el mate sobre la silla de playa, nos abrazamos, sus manos me recorrieron todo el cuerpo, me apretó una teta y después me agarró del culo con las dos manos, bien fuerte, mientras nos besábamos.

Los dos teníamos aliento a mate.

Después me hizo poner las manos sobre una mesita plegable de madera, me bajó la tanga del bikini, se arrodillo detrás de mí y me comió el culo y la concha como un loco, estuve a punto de acabar así y después se puso detrás de mí y  me penetró, los dos de pie”

_Joder, que historia de verano_ dije yo

“Tenía una verga normal, no tan grande como la de Andrés, me penetró mientras me besaba.

_Que  pendeja hermosa que sos_ me dijo

Me arrodille en la arena y se la chupé, pensé que  él estaba a punto de acabar de lo caliente que lo notaba.

Pero se arrodilló al lado mío  y me puso en posición perrito sobre la arena, podía escuchar el ruido del mar y de la lluvia como se mezclaban.

Me volvió a penetrar tomándome de la cintura

_ ¿Te gusta bebé?_ me dijo

_Si…me encanta_ le dije

_Pero yo sé de algo que te gusta más, Andrés me contó ¿sabes?_

Yo gemía, ya estaba bien caliente.

Me sacó la verga de la concha y sin preguntar me la empezó a meter en el culo, no la tenía muy grande y yo estaba acostumbrada a hacerlo con mi ex novio.

Me dolió un poquito porque no me lo había lubricado bien, pero me empecé a masturbar con la mano, yo misma, el clítoris.

_Esto es lo que vos más te gusta ¿No es cierto bebé?_ me decía.

Me daba un poco de bronca que Andrés hubiese sido tan bocón y le hubiese contado que me daba por el culo hasta al carpero del balneario.

Pero en fin que estaba excitada, sentía la arena en mis rodillas, Rafa me agarró del pelo, que tenía larguísimo como si fuera una rienda y me pegó un chirlo fuerte en el culo.

Cuestión que me acabé todo, dos veces y el eyaculó dentro de mi culo”

_ ¿Y después?_

_Ese verano  solo cogí con él, era casado así que todo de trampa digamos, yo tampoco quería que mis amigas o mis viejos se enteraran.  Por supuesto siempre hacíamos el anal, él estaba convencido de que eso era lo que más me gustaba_

“Una tarde lo veo que estaba conversando con otro de los carperos pero del lado de afuera de una de las carpas, esa carpa estaba desocupada, así que me metí sin hacer ruido para escuchar.

_Estas chetitas son todas  bien putitas_ le decía Rafa al otro

_Mirá a Fernanda le encanta por el culito, me voy a tener que enyesar la chota de tanto cojérmela por el culo_ siguió Rafa. Me desilusionó un poquito porque conmigo era muy dulce, pero bueno así son.

_Es que hay minas que son adictas al sexo anal_ dijo el otro

_Cierto, esta es así, adicta al sexo anal, adicta a tener la pija enterrada en el orto_ dijo Rafa y los dos se rieron.

_  Así que de ahí viene lo de la frase ¿Y  al verano siguiente ?_ le pregunté

_Ese año, el invierno de ese año, me puse de novia con Luis, mi primer marido y en el verano nos fuimos a Punta del este, nunca volví a Pinamar, mira ahora que te cuento esto me doy cuenta, mis viejos siguen yendo claro_

_Que historia_ dije yo

A los dos días me dijo Fernanda: _Hablé con Chema, quiero arreglar lo que está pasando con Roby, voy a verlo el sábado aquí en Madrid, me gustaría que estuvieras Carlos_

_Claro amor_ dije muy sereno. Pero dentro de mí,  esperaba lo peor.

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