Empezamos a besarnos, nos acariciamos, hasta que en un momento la quité el vestido y pude contemplar el cuerpo que tiene, bellísimo...
Después nos fuimos a la cama, con besos, caricias, recorrí sus senos, cintura, cuello... fue súper excitante, la pedí que se quitara las bragas y se quedase con el resto de la lencería, pasado un tiempo hundí mi cabeza entre sus muslos y me dediqué a darla placer y saborear su esencia de mujer, deliciosa, pura ambrosía. Ella me acariciaba y gemía, qué placer escucharla gemir, empecé a masturbar su clítoris y penetrar con mis dedos su intimidad hasta que tuvo un primer orgasmo, después nos estuvimos restregando con nuestros sexos y llegado el momento de máxima excitación me coloqué un preservativo y entré en ella, qué maravilla, un coñito muy estrecho, creado para dar y recibir placer, suave, empapado, que se abrió como una flor según lo fui penetrando, estuvimos un buen rato, cambiando ritmos, disfrutando de nuestros cuerpos.
Íbamos alternando el sexo y conversaciones, cambiamos de posiciones, cuando estuvo encima de mí la segunda vez, volvió a correrse, qué maravilla, qué forma de moverse, nos besábamos a cada momento, besos llenos de pasión y deseo contenido, su coñito apretaba bien mi polla.
Seguimos jugando con caricias, besos, masturbaciones, me decía que no podía más, pero es tan dulce y deliciosa que no quería dejar pasar la oportunidad de disfrutar y hacerla disfrutar, volví a estar dentro de ella y cambiamos de posición, me puse detrás, se notaba muy estrecho, delicioso, además de ir acompañado de sus gemidos, una delicia, la verdad. La pregunté si podía morderla para que tu lo vieras, me dijo que sí, espero que lo vieses...
Después de descansar un rato, volví a masturbarla, y la pedí que se corriera por tercera o cuarta vez, no se muy bien, tres los conté, el cuarto no sé si realmente se dio. Fueron unos momentos geniales.
Me encantó poder disfrutar de tu mujer, de lo cual te estoy muy agradecido, me gustó mucho que la acompañases y la fueras a buscar, de hecho me gustó ver como os besabais. En el bar mientras tomamos la caña, la vi radiante, disfrutad del momento.
Deseo que volvamos a repetir, siempre que ambos queráis.
