Cartas de Susi a su prima Clara: Rock DJ
¡Hola, prima!
¡Buah, tengo un montón de cosas que contarte!
¿Sabes qué? ¡Matías ha cortado con Claudia! Por lo visto ella se enteró de que se estaba enrollando con una compañera suya, una tal Miriam, y le mandó a la mierda. Ya ves, parece que ya se le ha debido arreglar todo por ahí abajo…
Esa tal Miriam es una de las amigas con las que estaba preparando el rollo ese del videoclip que te comenté. Por lo visto en su insti organizan un concurso de videoclips con los de último año. Y les ofrecen un premio y todo. Él quería hacer con unas compañeras suyas una imitación del videoclip ese viejo en el que un tío se va quitando la ropa y al final queda solo un esqueleto, no sé si sabes cuál te digo. Iba a venir a casa grabarlo con las chicas estas y luego le iban a meter edición para hacer el efecto ese.
Y nada, ya te dije que justo ese día teníamos excursión, pero al final Carol y yo decidimos saltárnosla para quedarnos en casa y ver si le podíamos hacer alguna putada por lo cabrón que había sido con la prima de Carol. Estuvimos en mi habitación y desde la ventana le vimos en el patio con sus amigas. Él se iba quitando poco a poco la ropa y ellas alrededor con ropa muy sexy, todas admiradas, igual que en el videoclip… sí, vamos, como si hubiera mucho que admirar… y nada, al final se quita unos calzoncillos con dibujo de tigre de un tirón, que los llevaba sujetos automáticos para podérselos quitar así, y debajo llevaba solo una especie de malla de color carne, simulando como que está desnudo. Lo repitieron unas cuantas veces delante de la cámara y luego se fueron a dar un baño en la piscina, antes de seguir grabando.
En el descanso ese, se le ocurrió a Carol una idea… igual era una tontería, pero probamos a ver si funcionaba. Mientras se bañaban, fuimos a la habitación de Matías, cogimos los calzoncillos eso que estaba usando para la actuación, y le echamos pegamento dentro… para que al volvérselos a poner, se pegasen a la malla que llevaba debajo. ¡Él ni siquiera sabía que estábamos en casa, así que no sospecharía nada!
Subimos corriendo a la habitación otra vez y nos quedamos esperando. Le oímos subir a su habitación a cambiarse, y cuando bajó para seguir grabando, nos asomamos a ver qué pasaba… repitieron la coreografía entera otra vez, se quitó primero la camiseta, luego los pantalones… y cuando se fue a quitar los calzoncillos… notamos que tuvo que tirar con más fuerza, como si le costara y PUM, ¡se quedó en pelotas delante de todas las chicas! Y lo mejor de todo es que la cámara siguió grabando. Se tapó enseguida y no creo que las otras vieran gran cosa, pero fue muy gracioso. Nosotras desde tan lejos tampoco lo vimos bien, pero nos reíamos un montón. Ellas se quedaron todas sorprendidas, pero escuchamos que le quitaban importancia y dijeron que salvo por eso del final esa había sido la mejor toma. Y nada, ya después de eso se marcharon.
Luego, al despedirse de ellas, se quedó un rato con la tal Miriam esta, una chica morenilla muy mona. Y nada, parece que ella es la que más controla de edición y le dijo que no pasaba nada, que si al final usaban esa última toma, con edición lo taparían para que no se le viera y ya está. Y el gilipollas y la chica esa se quedaron ahí un rato dándose besitos y diciéndole él que si quería volver a verlo que se lo enseñaba encantando, y ella ahí riéndole las gracias. Puaj, prima, vomito, en serio.
Pero lo más asqueroso vino el día siguiente, ¿sabes? Estaba yo en mi habitación y le oí llamar a unos colegas suyos y hablarles de la tal Miriam y sus amigas, que si menudas guarras, que si se las estaba follando a todas, no sé qué, que esta Miriam qué bien la chupa… menudo puto cerdo, en serio.
Y ya sabes cómo son estas cosas, se ve que debió correrse la voz por su insti y al final estas chicas se debieron enterar de que andaba él contando eso de ellas. Así que un día estaba con Carol en casa, ¿y a que no sabes quién vino? Pues tal cual, la tal Miriam. Se presentó allí y menudo pollo le montó. Carol y yo lo oímos desde la ventana y nos asomamos a ver. Estaban en el patio de la entrada, donde la actuación de la otra vez. Y la chica llamándole de todo y poniéndole de cerdo para arriba. Que si mentiroso, que si cabrón y hasta le dijo que tenía la picha corta. Eso ya nos lo imaginamos desde el principio, ¡qué pena no haberlo podido ver bien cuando la broma del pegamento para confirmarlo! Y él intentándola calmar, intentado que no gritase. Y ella venga a insultarle y a darle manotazos. Él la intentó sujetar para que no le siguiese pegando, ¿y ella qué crees que hizo? ¡Pues le metió un patadón en todas las pelotas que casi lo tira al suelo! Y después de eso se piró por donde había venido, ¡qué jefa! Y nada, él intentó ir detrás sujetándose las pelotas como podía, pero no llegó muy lejos.
Carol y yo estábamos que no podíamos más de la risa. Escuchamos que él subió luego a su habitación, volvió a bajar y se fue dando un portazo. Ni idea de dónde iría, si a intentar arreglar las cosas con Miriam (que espero que no, por el bien de sus pelotas) o con sus amigos a desahogarse o comprarse unos huevos nuevos, yo qué sé. El caso es que a Carol y a mí se nos ocurrió una idea.
Entramos en su habitación y estuvimos buscando en su ordenador a ver si tenía el vídeo en el que se le veía todo. Miramos en una carpeta que ponía “Rock DJ” y justo, ¡ahí estaban todos! La idea era guardarnos una copia para usarla de alguna manera y darle una lección por ser tan gilipollas. Le dimos a reproducir el video y buah, ¡qué risa! La cámara que usan es muy buena y como están muy cerca se ve perfectamente. Lo paramos justo en el momento y ya sí que no podíamos más de reírnos. Después de tantas bromas como hemos hecho con que si Matías es un pichacorta… ¡no te imaginas cuánta razón teníamos, prima! Se le ve perfectamente una polla diminuta y unos huevos muy, muy pequeños, que casi ni se aprecian. ¡Carol dijo que tiene todavía más mérito haberle acertado en unos huevecillos tan chiquititos! Y después de un rato riéndonos y sacando capturas, se nos ocurrió abrir el programa de edición que usan a ver cómo es. Estuvimos un rato probando y haciendo el tonto. La verdad es que es súper intuitivo y fácil de usar, ¡así que intentamos utilizarlo para encogerle la polla más todavía! Quedaba de puta madre, eh. Muy realista. Mira que ya es difícil ponérsela más pequeña todavía, pero la fuimos reduciendo y reduciendo, y los huevos también, hasta que casi parecía que no tenía. Y ya al final se nos ocurrió borrarle la polla y los huevos del todo y parecía un tío con coño. No veas lo ridículo que quedaba, ¿te imaginas? Y como quedó muy bien, nos guardamos una copia para reírnos.
Pasaron los días y fuimos pensando cómo podríamos usar ese vídeo. Y justo el día antes del concurso, se nos ocurrió una cosa. Le oímos hablar por teléfono con alguien y decir que ya tenía el vídeo final metido en un pendrive para llevarlos al día siguiente… así que pensamos darle el cambiazo, ¿te imaginas? Ahí delante de todo su insti, va y pone el vídeo y se le ve a él sin polla. “Despelotado literalmente”, como dijo Carol jjajjajajaa
Estuvimos dudando porque igual era pasarse demasiado, pero pensamos en lo cabrón que era, en cómo se había portado con la prima de Carol y con las otras chicas y al final dijimos, ¡qué coño, claro que sí! Así que en cuanto salió de casa cogimos su pendrive, lo metimos en mi ordenador, borramos el vídeo que tenía y metimos el nuestro. Y, por supuesto, iríamos al día siguiente al concurso, ¡no nos podíamos perder eso!
Y allí nos presentamos Carol y yo. El concurso lo iban a hacer en el salón de actos, que era enorme y estaba lleno, y nosotras nos sentamos en la última fila para que no nos viera. Había una pantalla enorme en el escenario, como de cine, donde iban a poner todos los videoclips. Estuvimos todas nerviosas y cuando por fin les nombraron a ellos casi gritamos de los nervios. Se subió él al escenario, vimos cómo sacaba el pendrive de la mochila… pero de repente sube Miriam detrás de él y vimos que se ponían a hablar de algo. Hablaban bajito, pero por el micrófono que tenían al lado escuchamos que ella decía que mejor usaran el pendrive de ella por un tema de formato o no sé qué. ¡No podía ser!
De esa forma tan tonta se nos fastidió todo el plan. En ese momento nos dieron ganas de matar a la tal Miriam y casi nos piramos porque ya ves tú qué interés tenía. Empezaron a proyectar el videoclip y nada, sí, muy bonito todo. Nos levantamos y fuimos para la salida, pero de repente escuchamos gritos, nos volvimos para mirar y vimos a Matías en pelotas en la pantalla, con su polla minúscula ahí al aire. ¡Puta Miriam! ¡Le había dado el cambiazo para enseñar el vídeo sin edición! Lo que no podía saber ella es que el nuestro era más humillante todavía, pero casi mejor poner este, que al fin y al cabo es la realidad. ¡Menuda puta ama, en serio! Y todo el mundo flipando y descojonándose. Ella hizo como que había sido un error, pidió disculpas y puso después el vídeo bueno. No veas, eso sí, la cara que tenía el Matías. Como si le hubiese cortado la polla ahí mismo. Y bueno, en parte fue lo que pasó. La chica esa le había cogido su ego de machito y se lo había pisado delante de todos, básicamente.
Nos quedamos hasta el final, Matías no sé ni dónde se metió, porque no le volvimos a ver. ¿Y sabes qué fue lo mejor? ¡Que al final les dieron el premio! La verdad es que se lo merecían porque había quedado muy, muy bien. Y nada, las chicas subieron al escenario y se abrazaron, pero de Matías ni rastro.
Le volví a ver al llegar a casa. A la hora de comer mi madre y su padre le estaban esperando porque se habían enterado ya por las redes sociales del insti que había ganado el premio. Él se quedó como muy callado, apenas dijo nada. Su padre le preguntó porque no estaba más contento, si les iban a dar un premio de mil euros. Él dijo que no sería luego tanto porque lo tendrían que repartir entre todo el grupo. Sí, compartirlo con la chica que le humilló delante de todos. ¡Ya me jodería! Y mi madre le preguntó si no les iban a dar premio físico, en plan un trofeo o un diploma o algo así. Yo ahí me tuve que morder la lengua para no hacer alguna broma.
Un diploma, sí. A la picha más corta.
En fin, no te entretengo más, prima. ¡Hasta otra!