Con el calor que hace y teniendo una piscina a apenas cinco min de casa andando y estando solo en casa quien se puede resistir a bajarse literalmente refrescarse un poco a la piscina?
Pues eso cuarenta grados a la sombra solo en casa y más aburrido que un mono en desierto decidí bajarme a pegarme un baño, apenas cogí lo justo una toalla al hombro una camiseta de tirantes y el bañador… bueno y las llaves de casa claro.
Llegué allí y raudo pague la entrada, apenas ande cinco minutos y ya sudaba como un cerdo, como siempre la piscina estaba prácticamente vacía a excepción de la socorrista, que era una morenaza con un cuerpazo y dos señoras de mi edad (unos cuarenta) que a mi modo de ver tampoco estaban nada mal.
La piscina es pequeña y bastante cutre y es por eso que casi siempre está vacía, la gente prefiere ir a la del pueblo de al lado que es más grande y tiene hasta tobogán.
Todo marchaba normal me quite la camiseta y me zambullí en el agua que para mí sorpresa no estaba muy fría pero bueno se agradecía.
Me di unos largos y me dediqué a buscar a mi antojo.
Luego me apoye en el borde de la piscina en una esquina donde daba la sombra y quedándome dentro del agua me quedé relajadito observando de vez en cuando a las maduritas e imaginando… bueno ya sabéis.
De repente el sonido de varias voces jóvenes y femeninas me sacaron de mis fantasías y cuando me giré vi a un grupo de cuatro o cinco chicas de entre 17 y 20 años que acababan de entrar.
Juventud divino tesoro, joder seré un pervertido… o no pero que buenas y bien plantadas estaban todas, en especial una pelirroja blanquita de piel que cuando se quitó el vestidito me "habló" con su entrepierna pues la pequeña braguita-tanga verde pistacho que llevaba se le metía un poco entre los labios vaginales.
Me parece que me quedé mirando mucho rato pues tuve la sensación de que me fulminaba con la mirada así que me metí bajo el agua buceando a placer. Y tratando de no pensar en aquella muchacha.
Las chicas saltaron alegres al agua y como dulces sirenitas… que nadaban y jugueteaban en el agua ajenas a mi "involuntaria y pervertida" mirada.
Las observé atontado en especial a la pelirroja que nadaba y buceaba ante mis ojos logrando despertar mis más oscuros deseos y a mí amiguito.
Decidí salir del agua e intentar estar en otra cosa pues ya estaba siendo muy descarado, entonces al salir me di cuenta de la tremenda erección que llevaba plantando la tienda de campaña.
Me giré rápido para ver si alguien se había dado cuenta y entonces vi a la pelirroja mirándome de nuevo con sus severos ojos verdes.
Mierda, busque una vía de escape, el vestuario estaba cerca y allí fui a esconderme y a ver si bajaba mi erección de alguna forma, en mis planes no estaba aquella situación.
Entre y me encerré en un aseo con las manos apoyadas en la pared y mirando mi polla queriendo arrancar la tela "que hago?" Pensé "joder esto no se baja"
No se me ocurrió cascarmela como un mono tal vez hubiera sido lo más rápido.
Escuche un portazo en el vestuario y decidí salir lo más rápido posible e ir a por mis cosas para marcharme a casa antes de que nadie se diera cuenta.
Mí sorpresa fue ver a la pelirroja con los brazos en jarra y su bikini verde mojado marcando más sus labios vaginales y sus pezones como queriendo saltar a mis ojos.
Tierra trágame.
-asi que te la ibas a cascar no?- espero mirando mi erección. -enseñamela puto capullo- dijo sin dejarme hablar.
Negué con la cabeza sin poder articular palabra e hice amago de salir, pero entonces la pelirroja hizo un gesto y dos de sus amigas salieron de dentro de otros aseos y me cogieron por los brazos.
-que coño? Soltarme que pretendeis- dije mirando de lado a lado a las dos exuberantes jovencitas que me sujetaban.
Notaba sus duros y firmes pechos húmedos por el agua sobre mis brazos y no me atreví a moverme.
La pelirroja sonreía siniestramente y vi como miraba mi duro rabo.
-si no me la enseñas por las buenas será por las malas- y levantó su pie asestándome una dura patada con su dulce pero duro pie en el centro de mis pelotas.
Las rodillas se me doblaron hacia dentro y sin duda me puse vizco, las risas de las chicas se tornaron distorsionadas y caí al piso.
Las tres se abalanzaron sobre mí y entre todas me quitaron el bañador dejándome totalmente desnudo con mis colgantes huevos rojos y mi polla en disminuyendo de tamaño.
-jajaja mira el puto pichacorta- dijo una de ellas mientras cogía mi encojida polla.
-pues los huevos los tienes hinchados- dijo la pelirroja palmeandolos levemente y haciendo que me encogiera más,
La otra chica coloco uno de los bancos en el centro del vestuario mientras la pelirroja se quitaba la parte de arriba del bikini.
Entre las tres y aprovechando lo débil que estaba por el golpe recibido me levantaron y me obligaron a sentarme en el banquillo con una pierna a cada lado de este con tan mala suerte para mí que me aplaste las pelotas con mi propio cuerpo arrancándome un gran gemido de dolor.
Las tres se partían de la risa mientras yo inclinaba mi cuerpo hacia delante.
Una de las chicas se sentó detrás de mí y me sujeto tapándome la boca… a pesar del dolor que sentía pude sentir sus firmes tetas aplastadas contra mi espalda.
No tenía fuerzas para nada, solo quería que aquello terminase, vi a la pelirroja coger mis huevos sin piedad y apoyarlos en el banco y usar la parte de arriba del bikini para atar mis huevos al banco pasando la tira entre las barras y dejándolos bien apretados.
La otra chica se sacó la chancla y comenzó a azotarlos con fuerza con la suela, golpes rápidos y secos que de no ser por la que me tapaba la boca abría gritado como un cerdo en el matadero.
Cuando se cansó mis huevos estaban de un rojo intenso tanto por los golpes como por la atadura. Se apartó a un lado con una sonrisa de satisfacción en sus bonitos labios.
Era el turno de la pelirroja que poniéndose de espaldas a mi con una pierna a cada lado del banco me ofreció una vista espectacular de su blanquito y firme culo, aunque esa visión no me consoló pues se dejó caer de golpe aplastando mis huevos con sus nalgas y luego moviendo sus caderas de alante atrás aplastando y deformando mis pobres huevos…
Aunque sus movimientos eran sexys sin duda era el peor castigo recibido hasta el momento, comencé a sudar, el dolor era insoportable. Tras unos movimientos más se levantó y se giró sonriente.
-habéis visto chicas?- comento señalando mi polla -es la cosa más chuchurria y pequeña que visto nunca… creis que se le levantará?-
-yo creo que no, pero prueba a ver jejeje- comentó la que tenía atrás sujetándome y tapándome la boca.
La pelirroja se volvió a sentar, esta vez de frente a mí y cogió mi reducida polla con dos dedos y comenzando a acariciarla.
Poco a poco mi polla fue creciendo lentamente hasta que pudo agarrarla con la mano.
-a pues al cabrón se le a puesto dura a pesar de todo- dijo mientras llevaba mi
cabeza y aplastaba mi cara contra sus pechos al tiempo que aceleraba el movimiento de su mano en su macabra masturbación.
Comencé a jadear sobre sus pechos mientras mi cuerpo temblaba por el dolor y el placer aunque más por el dolor para mí desgracia.
A pesar de todo noté como estaba apunto de correrme, solo lo impedía la atadura de mis pelotas.
La pelirroja se levantó y se quedó a mi lado, subió la piel de mi polla tapa do mi capullo y deshizo la atadura de mis huevos, luego cerró su mano sobre mi capullo y empezó a mover mi polla de lado a lado, al momento que solo mis huevos empezó una gran corrida llena de dolor y placer… sobre todo dolor.
Toda mi corrida quedó atrapada entre su mano y la piel de mi polla, tan flojo estaba que me tuve que apoyar en la chica que me sujetaba.
Luego limpió su mano en mi pecho manchando me con mi propia corrida y se puso la parte de arriba del bikini.
Luego las tres salieron a toda prisa del vestuario dejándome en tal lamentable estado
Traté de levantarme pero mis piernas no me respondieron así que pase una pierna quedando sentado en otra postura y haciendo un gran esfuerzo logré ponerme en pie con un terrible dolor abdominal y un zumbido en la cabeza.
Lo primero que hice fue palpar mis pobres huevos comprobando que a pesar de todo seguían enteros, luego vi que mi polla aún goteaba y baje la peli para ver que tenía acumulación de semen en la punta.
De pronto la puerta del vestuario se abrió de golpe y entró a toda prisa la socorrista que me miró con furia y asco.
-¡las chicas tenían razón!- bramo con furia -puto cerdo!- y sin decir nada más la zo su pierna hacia delante.
Su golpe hizo que mis pelotas se balancearan de arriba abajo con potencia el dolor fue tal que arquee la espalda agarrándome las bolas para luego doblarme hacia delante apunto de caer de rodillas.
-largo de aquí cabrón!- dijo agarrándome del brazo y tirando de mí sin resistencia y me sacó del vestuario a la luz del sol y a la vista de las chicas y las dos maduras que se habían acercado ante el alboroto.
Desnudo con los huevos hechos tortilla y la picha apenas un pellejo quede expuesto ante las allí presentes.
Una de las maduras la menos agraciada se acercó y empujándome al suelo me increpó y me insultó llamándome pervertido entre otras cosas, me hizo caer al suelo, estaba desesperado y humillado ante la risa de las jóvenes y la furia de las adultas.
Estaba desesperado y dolorido, entonces vi a la otra madura que estaba mejor que su amiga acercarse a mí y ante la atónita mirada de las demás se agachó para ayudarme a levantarme con gestos suaves.
-¿Estás bien?- preguntó con voz dulce a lo que yo la mire pensando que por fin había alguien sensato en aquella locura y contra toda lógica asentí levemente con la cabeza sin poder evitar mirar a sus grandes tetas aprisionadas en el bikini rojo que llevaba.
-pues vaya mierda- dijo de repente cambiando su dulce gesto por otro de ira y lanzó su mano a mis ya hinchados huevos presionándolos con fuerza -debería arrancarte las pelotas- grito a mi cara.
-si Lucía arrancaselas a pajero- dijo su amiga -total para la mierda de polla que tiene poco le van a servir esos cojones- las demás chicas la apoyaron y me insultaron más con todo tipo de humillantes comentarios.
La tal Lucía se limitó a tirar de mis pelotas haciéndome seguirla para evitar que me las arrancara de cuajo, varias veces estuve a punto de caer pero entonces ella tiraba con más fuerza causándome un gran dolor.
Me arrastró de las pelotas por toda la piscina hasta llegar a la puerta y sacarme del recinto para luego de un fuerte tirón dejarme de rodillas, no tuve tiempo de agarrarmelas su pie voló hasta mis huevos de nuevo y esta vez quede en el suelo en posición fetal.
-si te veo por aquí de nuevo te las pondré de corbata cabrón- dijo Lucía dejándome en medio de la calle desnudo y con los huevos como tomates.
Cuando por fin pude medio ponerme de rodillas vi a la pelirroja delante de mi, me lanzó la toalla y la mochila pero mi bañador se lo quedó en la mano.
-esto me lo quedo de recuerdo - dijo con una dulce sonrisa, luego se mordió el labio inferior sensualmente y pasó su dedo lentamente por sus labios vaginales por encima del bikini en un gesto más que lascivo.
Se acercó a mí, se agachó un poco y me dio un beso en la mejilla para luego girarse y meterse en la piscina contorneando su bonito culo y dejándome allí tirado con el dolor más grande que jamás había sentido… jamás volvería a una jovencita con lujuria me prometí deseando que la tierra me tragara allí mismo.
Otra flipada que se me ha ocurrido y van dos seguidas jejeje espero que os guste y gracias por los comentarios recibidos en el anterior relato.
Este se lo quiero dedicar a Lucy, gracias por escribir.