Al final nos quedamos en casa a comer, estábamos muy cansados y Toñi había quedado con su pareja en que la recogería sobre las nueve de la noche, así que sobre las cinco me fui a mi casa.
Mientras estaba ordenando mi cabeza con lo vivido, el sonido del video portero me sacó de mis pensamientos. En la pantalla estaba Nines, abrí sin preguntar nada. Esperé tras la puerta y cuando salió del ascensor abrí y nos saludamos con dos besos.
Se respiraba tensión.
—Tito, es la primera vez que engaño a Pepe, le he dicho que había quedado con gente del trabajo a tomar un café.
—Si te vas a sentir mal es mejor que te vayas, esto ha sido idea tuya, yo aún estoy digiriendo lo sucedido.
Se acercó a mí, me abrazó y me empezó a besar. Nos fuimos al sofá.
—Quiero estar tranquila, no es necesario más.
Se empezó a desnudar hasta quedarse en ropa interior, la justificación es que no quería que la ropa se arrugase, me pidió una cerveza y que sí podía poner una película o música, quería estar tranquila.
Al poco tiempo de estar los dos en el sofá tumbados empezó a acariciarme y a decirme que se sentía muy a gusto, que sentía tranquilidad. La abracé, acariciando su espalda.
—Nines, deberías de tener claro que es lo que quieres. Según me has dicho Pepe por su salud te ha dado vía libre a que tengas sexo fuera del hogar. Lo puedes aceptar o no, puedes tenerlo o no, lo único que tienes que lograr es no perder tu equilibrio, el que lo que hagas te permita estar bien.
Me besó en los labios, me cogió de la mano y me llevó al dormitorio, nos comíamos la boca con pasión y ternura. Me situó de espaldas a la pared y se puso de rodillas.
—Siempre me he imaginado comportándome así, deja que cumpla una fantasía.
Me bajó el bóxer, lo quitó y empezó a dar besos a mi polla.
—¡Qué bonita es! ¡Qué placer me da!. Sacó la lengua para lamer con mucha delicadeza, y para continuar con una mamada suave, tierna. Acompaña ese ritual con unos gemidos ligeros, se estaba acariciando el coñito.
—Nines, ¡qué delicia! ¡qué bien lo haces! Aaaaaahhhhh.
Con algo más de pasión inició a succionar con más fuerza, pero la justa, que sintiera esa tensión poco a poco.
Era una delicia sentir esa boca, lengua y labios sobre mi polla. Como no me quería correr en su boca dado el fin de semana, la levanté.
—Vamos cielo, levántate. Se fue incorporando poco a poco, besando mi abdomen y pecho, la giré con delicadeza, hice que se apoyase en la cama.
—Ahora tranquila, voy a poner un poco de lubricante en tu culito, ha llegado el momento de culminar lo que has iniciado este fin de semana.
—Tito, tengo miedo, nunca lo he hecho por ahí.
—¡Qué regalo por Dios! Te voy a desvirgar el culo como a tu amiga, a ella la desvirgué también la boca.
—Entonces vas a hacer lo mismo con las dos, yo a Pepe ni al otro se la he comido en la vida.
Con mucha suavidad la empecé a untar el orificio con una crema relajante, y la fui preparando para el momento. Poco a poco, con mucha calma y paciencia, con caricias…
—Tranquila Nines, relájate, estate tranquila.
—Estoy algo nerviosa.
—Tranquila ya has oído lo que dijo tu amiga anoche, ella disfrutaba de todo lo que hacíamos.
—De acuerdo, sigue, con cuidado por favor.
Poco a poco, siguiendo su respiración y los latidos de su culito me fui introduciendo en ella.
—Me siento algo rara, pero no me duele.
—Te he puesto un lubricante con un relajante para que se abra sin generarte grandes molestias.
Con lentitud conseguí alojar toda mi polla en su interior.
—Nines, ya tienes toda mi polla dentro de tu culito, ¡felicidades!
—¡Joder, qué puta me siento!
—Zorrita ¿te gusta?
—Sí, la verdad que se siente distinto.
Continué con un leva mete saca, para que fuese consciente que la estaba follando el culito.
—¡Dios, como siento ahora!
A la par fui estimulado su clítoris con los dedos de la mano derecha, llegó un momento que su coñito empezó a gotear y empezó con otro delicioso squirting.
—¡¡¡¡Titooooo me corrooooo mientras me follas el culoooooooo!!!! Aaaaaaahhhhhhhh
Ahí es cuando ya no podía más y solté la poca leche que podían generar mis huevos tras el fin de semana apoteósico.
—Zorrita me corro en tu recién estrenado culitooooo
—Siiiiiiiiiii
Como si alguien nos hubiese escuchado o visto, sonó el timbré de la puerta del piso. Nos sorprendió y asustó un poco, los gritos se nos habían ido de las manos.
Salí del culo de Nines, me puse unos pantalones cortos y una camiseta y fui hacia la puerta, por la mirilla vi que allí estaba Toñi con un tío. Abrí.
—Toñi, ¿buenas tardes qué tal?
—Hola Tito, este es Juan ¿podemos pasar?
—No es un buen momento, lo siento, no me has avisado.
—Sé que está Nines, tranquilo, será solo un momento.
Entró rápida arrastrando a Juan con ella y cerró la puerta.
—Mira, anoche lo pasamos muy bien, y quiero que Juan avance en lo que será nuestra nueva relación así que me gustaría que me escuchase mientras estoy contigo.
—Me parece una idea genial, pero yo en este momento ya no puedo más, en serio.
Se dirigió al salón y se sentaron en el sofá.
—Tranquilo, tenemos tiempo.
—Joder, espera un momento.
Me fui al dormitorio, allí estaba Nines en la cama cubierta una sábana, se había quedado frita la muy cabrona. Entré en el baño para darme una ducha.
Cuando estaba disfrutando del agua fría en mi piel la puerta se abrió y apareció Toñi desnuda, dejó la puerta abierta.
—Deja que te la coma un poco, seguro que te pongo a tono.
—En serio, estoy reventado.
—Déjame, esto para ti es un regalo.
Y empezó a comerme la polla, tiene una técnica maravillosa, además que Toñi, fue y sigue siendo una mujer muy atractiva.
Tras ponerme de nuevo la polla como el palo mayor de un buque se dio la vuelta se inclinó, cogió mi polla y se la metió en su coñito.
—Dios, como entra, que maravilla Tito. Juan cariño, ya la tengo dentro. Aaaaaaahhhhhh
Bombeé muy poco, estaba muy excitada.
—Toñí, no vendrás con la corrida de tu chico dentro, tu coño es un charco.
—Nooooo, le he dicho que hasta pasados unos días no quiero que me folle. Aaaaahhhh
—Estás muy caliente, te siento empapada y ardiendo.
—No veas que morbo me da esto de follar contigo en el baño, mientras mi chico está en tu salón y mi mejor amiga destrozada en tu cama. Es una puta locura. Córrete dentro de mí por favor.
—¿Estás segura?
—Siiiiiii.
—Dioooss que puta más gozosa te has vuelto. Aaaaahhhhh
—Siento tu semen dentro de mí. Siiiiiiiiiiiii
Tras ese momento de locura, nos terminamos de duchar, nos secamos jugando un poco. Nos sorprendió Nines al aparecer desnuda en la puerta del baño. Sonrió y nos dio un pico a cada uno.
—Se me ha ocurrido una idea. Soltó Toñi, nos cogió de la mano y nos arrastró hasta el salón, donde aparecimos los tres desnudos ante Juan.
—Juan cariño, ya conoces al corneador de nuestra relación y así es ahora Nines, otra mujer liberada.
—Toñi, creo que esto sobra. Dijo Juan colorado.
—Nooo cariño, hay que hacerlo bien, tienes que saber con quién estás, quién me folla y como es mi mejor amiga. Toñi me sorprendía con su actitud y palabras. —Venga, me visto y nos vamos y dejamos a estos aquí para que sigan haciendo lo que quieran.
—Toñi, si lo prefieres me voy y os dejo a los tres para el fin de fiestas.
—Eres un amor, te acompaño a la puerta. Yo alucinaba en colores.
Desnuda lo acompañó hasta la puerta. Y nos fuimos al dormitorio. Al estar tan cansados, nos dormimos hasta las once de la noche, hice algo de cena, y luego las chicas se marcharon.
Un final de fiestas fuera de lo normal.