—¿Qué te pasa Miguel?, ¿no te va bien el móvil? — a mi compañero de trabajo empieza a estar desesperado tras intentar una y otra vez hacer algo en su celular pasando el dedo de un lado por la pantalla.
—Me he comprado un móvil nuevo y es una mierda. No se me abre el mensaje con la nómina que me han enviado desde personal. Voy a ir a devolverlo…debe estar estropeado.
—¿tienes instalada la app de descomprimir archivos? ¿me lo dejas ver? — le ofrezco mi ayuda para resolver su problema.
—Toma…prueba tú…a mi estas cosas se me dan fatal…aunque creo que está estropeado y lo tengo que devolver— afirma convencido antes de darme su móvil.
Cierro el mensaje, voy a la pantalla de aplicaciones, configuración. Efectivamente, le falta instalar un descompresor de archivos, se lo descargo, lo instalo y a continuación vuelvo a Gmail, abro el mensaje y ahora el archivo adjunto que tiene su nómina se abre sin problema.
—Problema solucionado. Mira…ya está la nómina— le digo mostrándole la pantalla de su móvil.
—Ostia tío… eres cojonudo… ¡qué bien se te dan estas cosas! Ven, te invito a un café, me has salvado la vida…pensaba que tenía que cambiar de móvil y tener que instalar todo otra vez.
—Oye colega…no me quiero entrometer…pero he visto que tienes instalado Tinder, la aplicación para follar, y tú… estas casado, ¿no?, ¿también haces horas extra en esto?
—De vez en cuando me gusta echar un casquete con alguna desconocida…hay muchas oportunidades y los casados estamos muy bien valorados…las que quieren follar sin compromiso son las que nos prefieren… nada de compromisos, ni malos rollos…follar por follar y además con experiencia. Mi pareja no sabe nada, yo de vez en cuando, entro en la app, miro y busco una tía que quiera hacérselo conmigo. ¡Es muy fácil!
—A mí se me da bien arreglar el móvil, pero de esto no tengo ni puta idea… no conozco la aplicación ni tampoco estoy en ese mundo.
—Ven aquí pequeño saltamontes…te voy a enseñar algo que me vas a agradecer toda tu vida— me dice haciéndose el interesante y adoptando una posición de superioridad.
Tras unos minutos mostrándome como se instala la app, como debo crear mi perfil, como se usa, me presenta a alguno de sus contactos, para terminar, diciéndome:
—Esta tia es…es algo superior…solo la llamo cuando estoy a tope. Ella no se conforma con poca cosa. Separada…sin tabúes…sabe lo que quiere y no se anda con tonterías…lo que quiere va y lo coge. Te la recomiendo…¿te atreves?...te aseguro que no tendrás problema…es la discreción en completa, pero eso si…lo tienes que dar todo.
—No sé…para ser la primera vez lo veo muy arriesgado. Tú ¿Qué harías? ¿me lo recomiendas?— le pregunté acongojado por el panorama que me estaba dibujando.
—Por eso mismo te la recomiendo. Tú no tienes que hacer casi nada, ella ya sabe tratar estas situaciones y sabe cómo sacarte hasta la última gota de sudor y de leche. Ya te he dicho que ella sabe bien lo que hace, lo que quiere y como conseguirlo— me responde como el que responde la lección.
—Yo te explico cómo funciona, tú solo tienes que poner sobre la mesa una buena polla, ganas de pasarlo bien y dejarte conducir por ella. Lo vas a pasar genial…¡prepárate para el polvo mejor del año! — añade eufórico porque ve que me tiene totalmente seducido con su propuesta.
—Yo quedaré con ella un día por la mañana (por las tardes no puede) en un hostal que alquilan habitaciones por horas. Te envío el enlace con el teléfono del sitio, haces un Bizum con el alquiler, (tu pon dos horas por lo que pueda pasar). Del Hostal te envían un código para acceder a la puerta de entrada y para la habitación. Luego tú le envías a ella la hora de la cita, el número de habitación y el código de acceso, y ya está. Ella llega, os presentáis y a follar. ¡Así de fácil!
—En principio está fácil…¿y si no viene? ¿y si al ver que yo soy tú, se enfada y monta un jaleo?...no se…me da respeto…yo no lo he hecho nunca.
—Bah, vamos…no seas cagao…¿acaso no te apetece conocer a “mi leona”?. ¿no te irás a echar atrás ahora?...ibas a quedar muy mal. Alguien se podría enterar y ¿cómo quedarías?— me presiona salvajemente para que acepte. Ya me estoy haciendo a la idea y no tengo muchos reparos en aceptar.
Voy a salir de mi zona de confort, de la rutina…y si es verdad lo que me cuenta me voy a poner las botas follando con una mujer hermosa a la que no le da ningún pudor gozar del sexo tal y como a ella le apetece. Es un buen plan una vez superada la incertidumbre.
…
Días mas tarde en el hostal, acabo de abrir la puerta de la habitación y una mujer de mediana edad ha entrado sin vacilar ni entretenerse.
—Hola soy Maribel…¿tu quien eres?...¿otro amigo de Miguel que no se atreve a crear su propio perfil?. Le voy a tener que bloquear por engañarme dándole mis citas a sus amigos?¿que se ha creído ese desgraciado?¿quizás cree que yo soy la mamacita de todos ellos?. Ya me estoy empezando a cansar de sus citas con engaño— me suelta mientras entra en la habitación sin detenerse para saludar.
Se da la vuelta, se planta frente a mi poniendo una mano en la cadera y la otra extendida señalándome con el índice.
—Bueno chico, ya que estamos aquí…supongo que tendrás ganas de follar y yo he venido por lo mismo…¿tienes algo que decir o nos ponemos a follar ya?— me pregunta sin mostrar ningún rubor al decirlo.
—Perdona, yo no sabía…Miguel me dijo…si no quieres o no te gusto…pues lo dejamos— respondo con la voz compungida.
No se parece demasiado a la mujer de la foto en la galería de contactos de mi amigo Miguel. Es algo mayor y no esta tan bien maquillada. A pesar de todo es una mujer hermosa, que se cuida y que conserva un cuerpo que hace pocos años levantaría la mirada de los hombres al pasar.
—Vaya…ahora ha salido el hombre blandengue… ¿y tu quieres follar conmigo?. Vamos, vamos…cada día va peor… voy a tener que eliminar contactos “insolventes”. ¿quieres o no?. Ya que estamos aquí vamos a aprovechar el tiempo… algo se podrá hacer, digo yo— me recrimina
Antes de que yo pueda contestar, me dice que se llama Maribel deja el bolso sobre la mesita y se empieza a desnudar igual que si se fuera a preparar para dormir, sin ritual mágico ni sexy. Me gusta, tiene un cuerpo muy agradable, buenas curvas y todo está en su sitio.
De un tirón saca la colcha de la cama, acomoda la almohada y se echa adoptando una postura similar a la maja desnuda, aunque todavía lleva puestas las bragas y el sujetador. Me mira y me hace un claro gesto de invitación para que vaya con ella.
—Me llamo Jacinto… y esta es mi primera vez— balbuceo al mismo tiempo que me voy desnudando apresuradamente para que no parezca que me asusta la situación.
Con la palma de la mano, da unos golpecitos sobre el colchón…
—Ven, ven aquí…y déjate de tonterías… a los primerizos me los como con patatas fritas. Me gusta romperle los esquemas… es como follar con un tío que sea virgen…con el que haces lo que te de la gana. Nada de machotes prepotentes…mejor un tío que se sienta inferior y asustadizo…me gusta dominar y hacer lo que me venga en gana.
A continuación, se desabrocha el sostén, se quita las bragas y pone las piernas abiertas haciendo puente para que pueda ver su conchita, bien depilada y amplios labios vaginales.
—Ven aquí… túmbate aquí… empieza a comerme el coño. Caliéntame para que me entren ganas de follar contigo.
Este último comentario me ha pillado justo en el momento que me estaba quitando el calzón y pasaba a enseñarle mi verga a medio levantar. Está claro que es ella la que quiere llevar la batuta y que está acostumbrada a hacerlo. Conmigo va a tener un nuevo episodio sin cambios respecto a sus experiencias previas.
—A mi me gusta mas al estilo perrito— le digo cortando el monologo que hasta ahora estaba practicando.
Para darle un poco de interés a la propuesta, me pajeo delante de ella, despacio, haciendo aparecer una y otra vez la cabezota de mi verga debajo del pellejo cada vez que tiro de el hacia atrás. La tengo de dimensiones regulares, ni muy grande ni pequeña, se me pone muy dura y tiesa, la punta toma un color morado intenso y el cuerpo es venoso. A mi pareja el gusta jugar con ella por lo que espero que a Maribel también le cause una buena impresión.
—Uhmmm, me gusta la propuesta…me gusta esa polla cabezona y tengo ganas de comprobar que hace un novato como tu— me sorprende gateando sobre la cama para venir a mi encuentro.
Se pone sentada sobre sus talones, como si fuera una perrita obediente esperando la orden de su amo. Me mira a la cara poniendo carita de ángel, antes de que me de cuenta, coge el nabo por la base y se lo introduce en la boca para darle una buena chupada. Tres mamadas después, retira la cabeza hacia atrás dejando su boca a escasos centímetros de la punta.
—Ya podemos continuar… me gusta que este bien mojada antes de sentirla dentro, con una corta chupada se pone bien tiesa— afirma después de dejar caer un largo hilo de saliva justo en la cabeza para luego repartirla con los dedos.
Se da media vuelta para ponerse a cuatro con el culo en pompa justo delante de mi. Se apoya en los antebrazos y separa un poco las piernas para buscar el equilibrio y mostrarme la entrada de su concha.
—Ya estoy lista…cuando quieras— me dice culeando suavemente para que su trasero aparezca muy apetitoso— vamos a ver que tal se te da tu especialidad…fóllame como una perra o mejor como a una yegua— me pide reiterando el movimiento de sus caderas.
Cojo mi polla con la punta de los dedos, la dirijo hasta ponerla entre sus piernas y hago que la cabeza se deslice entre sus labios vaginales, adelante y atrás…varias veces.
—Eso me gusta…sigue así…frótame hasta que este bien mojada… no te precipites… no la metas hasta que esté preparada…me gusta mucho perrear con una buena verga entre mis piernas— me acompaña ondulando el cuerpo a un lado y a otro, arriba y abajo para ayudarme a frotar mi polla con su chocho.
Me gusta mucho sentirla entre sus piernas, notar como el movimiento se va haciendo aterciopelado a medida que ella va aportando sus propios jugos. Me gusta como su culo regordete se aplasta contra mis pubis una y otra vez, transmitiendo la ondulación desde el punto de contacto hasta mas allá de la cadera.
Me gusta…me gusta… Le doy una sonora palmada sobre la nalga. ¡Qué bien ha sonado! Le doy una segunda palmada…
—Así, así …cabrón…hazme sufrir… dame fuerte…quiero ser tu perra…así así…— me dice anormalmente excitada por los vaivenes de nuestros cuerpos y los golpes que he dado sobre su nalga.
Me afirmo sobre la grupa, con ambas manos la sujeto fuerte por las caderas y de un certero empujo se la clavo hasta los huevos. Ha sido brusco, lo se, pero nada desagradable.
—Así, así…macho mío… dame con ganas…dame toda tu polla…con furia…bien honda…así…así—pide entre gemido y gemido.
He pasado en pocos instantes de cero a cien, estoy loco bombeando duro y rápido. Maribel no deja de culear, adelante y atrás, haciendo que nuestros cuerpos impacten con ímpetu, casi con violencia. Ella culea, yo empujo…se oye el chasquido de nuestra piel mojada en cada embestida…plash…plash.
Maribel apoya el pecho sobre la cama y pone las manos hacia atrás para que yo pueda cogerlas con las mías. Ahora está a mi merced, puedo empujar a mi conveniencia…le doy duro, rápido, duro, rápido….
Ohhhh, ohhhh…me estoy corriendo dentro de su coño. No puedo para de darle empujones, ella está como loca…no deja de gemir y de gritar.No me puedo parar, no quiero tener un orgasmo truncado así que sigo bombeando fuerte hasta que me vacio por completo
—Mas, mas….dame fuerte— en cada embestida me grita. Está como loca…muy excitada y próxima a su orgasmo.
Yo ya me he corrido y mi polla esta perdiéndose…voy a quedar fatal…Maribel todavía no ha alcanzado el orgasmo, yo voy a la baja. Antes de que se de cuenta de que la cosa se desinfla, me retiro discretamente, apoyo mi pubis sobre una sola nalga dejando que la raja del culo y su concha queden accesibles para mi mano.
Discretamente he sustituido mi polla por mi dedo pulgar. Lo uso como si fuera un pene, al tiempo que con la yema del resto de los dedeos acaricio su clítoris apretando y frotando cuidadosamente. Sigo empujando, simulando con mi cuerpo el vaivén de una cogida por detrás, y mientras la follo con los dedos. En medio de su excitación, Maribel sigue culeando y recibiendo un alud de sensaciones que la llevan a un brillante orgasmo.
Grita, se contorsiona…gime y disfruta de este polvo como hacia tiempo que no lo hacía. El novato le ha salido respondón y lo está disfrutando. En medio de su regocijo, se queda quieta…paralizada, esto no se lo esperaba… es un verdadera sorpresa.
Cuando he sentido que su orgasmo estaba próximo, he dejado de frotar con la mano, me he cogido la polla con dos dedos, la he dirigido hacia su culo y me he puesto a mearle encima. Un buen chorro de orina caliente choca con su culo, chorrea entre sus piernas y la moja por completo. Ahora si que se ha convertido en mi perrita, he marcado mi territorio.
…
Dias después mi amigo Miguel me dijo que había recibido una invitación en Tinder…de Maribel... con un comentario adicional:
“Ven exactamente como el otro día. Tú ya me entiendes”
Deverano