PEDAZO DE PUTA

El viejo me había dicho que aquella señora estaba muy buena , que le ponía cachondo, que era una calienta pollas. Y tenía razón. Era bajita, delgada pero de tetas grandes, con un culo respingón, de esos que apetece dar un azote. Y encima se le marcaba con las calzas negras de algodón que llevaba . Arriba una camisa de manga corta, blanca con flores pequeñas negras y que dejaba ver el canalillo.

Me saludo con un beso en la mejilla mientras me decía :

- Yo soy Marta, tú debes ser Sergio, me dijo Emilio que le ibas a sustituir. Era un cielo.

Y me miró con cara de guarra buscando pelea, como si yo fuera un niño con el que se puede jugar. Le sostuve la mirada y le recorrí el cuerpo con los ojos como si la sobara. La cabrona se mordió los labios como diciéndome : “ Te gusta lo que ves. ¿ verdad cabroncete?

Y me gustaba, tanto que se me puso dura. La cabrona se dio cuenta, se giró para agarrar el bolígrafo y firmar la factura, se agachó y me pegó las nalgas a la polla y encima se movió a los lados casi haciéndome una paja. Se volvió, me miró a los ojos, luego a la tienda de campaña del pantalón. Sonrió y me dijo gatuna:

- ¡ Como está este ...chico! Hay que ayudarle para que...no se vaya malito.

Se sentó en la silla , era una de esas que se puede subir y bajar. Con una mano tiró de mi cinturón, con la otra hizo que su cara quedara a la altura de mi pija. La puta de ella antes que mediera cuenta me tenía en sus manos. Nunca mejor dicho. Me había soltado el cinturón y el pantalón, lo había bajado junto al calzoncillo, agarrado mi polla que estaba como un mástil con una mano sabia, me miraba a los ojos juguetona, y yo sin poder moverme porque con la ropa en los tobillos me podía caer. Aunque lo que quería es que me la chupara.

Y la cabrona lo hizo, se la metió en la boca hasta su puño que me rozaba los huevos, chupó , lamió, me pasó los dientes por el capullo y yo no pude mas y le solté toda la leche, que la muy puta se tragó sin soltarme la polla.

- Estabas muy cachondo, te has corrido enseguida como un semental. Ahora desnúdate para hacer todo un poco mas despacio.

Me desnudé en un tris tras, ella lo hizo mas despacio para que yo la viera bien. Estaba apetitosa, un par de tetas con pezones duros que vibraban cuando se movía, la cintura estrecha, caderas de guitarra, buenas patas y un coño depilado. Me puso salvaje, los chochos rasurados me la ponen gorda y dura.

- Túmbate – me ordenó .

Lo hice y quedé con la poronga dura en alto.

- ¡ Qué cosa mas rica me voy a meter en mi chochito.!

Y no me hizo esperar. Puso un pie a cada lado de mi cuerpo, se bajó y se empaló en mi polla erecta y dura. Estaba tan mojada que se deslizó de un tirón hasta que la sentí en la base de la pija. Se la había metido entera. Y eso que la tengo grande, eso dicen.

Me cabalgó lento, rápido, una y otra vez. Como eso que se juega con los niños de : “ al paso, al paso, al trote al trote, al galope al galope”. Era una maquina de follar. Cuando lo hacía despacio me apretaba con la vagina la verga, y luego me daba caña. El ver como se le movían las tetas me excitaba mas y mas.

- Aaaahhhhora suelta la leche – me ordenó. Me di cuenta que se estaba corriendo y yo no pude aguantar mas, le volví a lanzar mi semen.

Nos quedamos parados un momento, yo la tenía todavía dura cuando ella se levantó, me dio un pico agachándose y restregando su tetamen contra mi cara y me dijo:

- A lavarse. - me ordenó.

Y se fue andando hacia una puerta que al abrir vi era un baño. Verla andar en pelotas, con un culo que se le movían las nalgas, me puso de nuevo salvaje. Estaba buena la muy puta y lo sabía.

Cuando llegué al baño, estaba sentada en el bidé, echándose agua en el chocho. Yo tenía la polla dura y el show de la manita refrescando su coño me excitó mas, encima la cara de golfa me sacó un lado salvaje, de querer romperla a polvos. La cogí de la muñeca izquierda, tiré de ella para que se levantara, la giré para que pudiera apoyarse en el lavabo, le empujé para que se agachara. La zorra sabía lo que yo quería, y sacó el culo hacia afuera, dejando su raja rozando mi capullo. Empuje y la clavé de un golpe.

- ¡ UUUUHHHHMMM! ...¡qué hombretón que va a follarse a esta pobre mujer hasta romperla!

Y le di duro. Como ya me había corrido dos veces, aguantaba dándole caña a tope. Le veía la cara de golfa en el espejo y se la clavaba más fuerte. Ella gemía, no paraba de soltar AAAA ...OOOO..AASIIII. Y oírla me sacaba de mí. Era una taladradora perforando su vagina. Le agarré del pelo y tiré como si fuera una yegua y mientras la jodía bien jodida le di unos cuantos azotes en las nalgas para que supiera quien mandaba.

Ella se corrió varias veces, lo supe porque soltaba un ¡ YAA! Y luego en un susurro imploraba un SIGUE. Estuve dando tralla un buen rato hasta que no pude más. La agarré de las caderas y le solté la leche.

Nos quedamos parados, de pié, viéndonos en el espejo, ella se movió para que mi pija saliera de su coño, se dio la vuelta, me besó en los labios y mirándome a los ojos me dijo:

- Hay que vestirse. Tienes que irte. Espero que vuelvas a controlar las máquinas.

Y me sacó hasta donde estaba mi ropa en el suelo. Yo la obedecí, me la puse, ella me dio otro beso en los labios y me acompañó desnuda hasta la puerta. Yo solo fui capaz de decirle.

- Vendré el lunes que viene.

Ella cerró la puerta. Tenía razón mi amigo Emiliano, era un pedazo de puta y encima estaba muy buena.

Este relato está escrito a petición de un autor: El Escriba que me pidió una historia compartida. El me puso en suerte con su relato : “Regalo de cumpleaños” con una señora de mi edad, no muy alta, bajita según él, con buenas tetas, un poco como soy yo.