Una pareja de amigos, un poco mayor que yo, me invito a pasar un fin de semana con ellos en una casa rural que habían alquilado, junto a otros amigos. Ellos son Norma y Sergio. Hace un par de años participe en un par de orgias con ellos. Sergio tiene aproximadamente 65 años. Es alto, canoso, muy elegante y está bien dotado. Norma, su pareja es Argentina como él, pero de ascendencia japonesa. Tiene aproximadamente 57 años. Su cuerpo es menudo y fino, sus tetitas pequeñas y duras, y sus caderas estrechas. Yo para quienes no me conocen soy Lorena, una mujer divorciada de 43 años, 1.60 de estatura, tetas operadas de 100 cm y unas caderas y nalgas de fantasía. Soy adicta al sexo.
Néstor y Norma pasaron a recogerme temprano, porque teníamos más de dos horas en coche hasta el pueblo donde íbamos. Por el camino recogimos a un chico, muy simpático y agradable. Cuando llegamos al pueblecito, nos estaban esperando el resto de los amigos, que había quedado, otros dos hombres. Al llegar a la casa nos repartimos las habitaciones. A mí me asignaron una habitación con una cama matrimonial muy grande, Norma y Néstor ocuparon otra habitación, y los tres chicos se quedaron con la restante.
Luego comimos algo que los chicos que llegaron primero al pueblo habían preparado y después nos fuimos a la piscina. Por la tarde nos duchamos y al salir del baño Norma me dijo ahora te voy a preparar para los chicos. Norma me desnudo y me hizo acostar en la cama de mi dormitorio. Después comenzó a lamerme las tetas hasta conseguir hacerse con uno de mis pezones entre sus dientes. Sus finos dedos se deslizaron entonces hacia mi coño. Al comprobar que mi coño estaba encharcado buscó el clítoris con sus dedos. Estuvo jugando con el hasta arrancarme el primero de mis orgasmos de esa tarde.
Después de mi corrida Norma me dijo vamos al baño. Me hizo entrar en la bañera y una vez dentro me pidió que me arrodillara y tomara la posición a cuatro patas. Desmonté el teléfono de la ducha quedando el tubo libre y abrió el agua hasta conseguir una temperatura algo caliente. Luego me dijo ahora voy a lubricar el tubo para meterlo en tu agujero con suavidad. cogió un bote de lubricante y unto el tuvo. También me metió lubricante en el culo con uno de sus dedos. Acto seguido me metió el tuvo por el culo para abrir después el grifo del agua caliente llenándose así el interior de mi culo de agua. Cuando sacó el tubo yo expulse toda el agua de mi interior a gran presión. El agua salió a chorros y junto con ella algo de excremento el cuál se perdió por el desagüe. Repitió la operación hasta dejar completamente limpio el interior de mi culo.
Después me hizo duchar nuevamente y cuando me seque me dijo, muy bien Lorena. Ahora vamos a irnos a la cama de nuevo y te voy a dilatar bien el culo. Al llegar a la habitación Norma llamo a Néstor y a los chicos y les dijo ahora se las voy a preparar. Me puso en la cama a cuatro patas, cogió una jeringuilla y absorbió con ella el lubricante que iba a introducir en mi culo. También saco de un cajón polla de plástico que me introdujo en el coño. Después se unto los dedos en lubricante y me metió un dedo en el culo. Estuvo jugando con el dedo haciendo círculos hasta que lo saco. Entonces llamo a uno de los chicos y le dijo. cógele las nalgas con tus manos y ábrelas todo lo que puedas. En cuanto el chico me abrió las nalgas Norma metió dos dedos en mi recto hasta dentro. Hurgo con ellos en mi interior. Mis gemidos se hacían notar cada vez que ella metía y sacaba sus dos dedos y los movía en mi interior. Con su otra mano, ella iba moviendo la polla de plástico que yo tenía en el coño y de vez en cuando acariciaba mi clítoris lentamente.
Una vez Norma tuvo un buen rato sus dos dedos dentro de mi culo introdujo un tercero. Enseguida paso a meterme un cuarto dedo. A esas alturas yo me retorcía más de placer, mientras Norma movía lentamente sus dedos dentro de mi culo. Yo no paraba de gemir y gritar. Entonces ella agregó su último dedo adentro de mi culo, follándome bien rico mientras mi coño se comía la polla de plástico. Así me folló hasta que culmine con un terrible orgasmo.
Cuando Norma saco su mano de mi culo los hombres sin sacarme la polla de plástico del coño me acomodaron en cuatro patas y procedieron a follarme por el culo turnándose varias veces. Norma contemplaba sentada en un sillón mientras se masturbaba con un vibrador con masajeador de clitoris. Uno de los chicos le dijo, Norma el culo de Lorena es tan tragón como el tuyo. Hoy podrás descansar de la follada de ayer mientras nos ocupamos de Lorena. En un momento, Sergio me puso en cuatro patas y se puso a encularme mientras yo estaba con la cara hundida en una almohada. Él, mientras me follaba, con una mano acariciaba mis tetas y con la otra el clítoris. Comencé a gemir y jadear de placer. El clítoris se me puso duro, grueso y caliente, mientras él bombeaba y yo movía las nalgas como desesperada. Yo disfrutaba mientras su polla se movía en mi culo, entrando y saliendo. En un momento, toma, grito de repente Sergio. Sus dedos se crisparon en mis tetas. Su cuerpo se puso rígido y después se aflojó, presa de violentos temblores, mientras que su semen ardiente llegaba hasta lo más profundo de mis intestinos. Que rico grité yo extasiada, mientras me corría al mismo tiempo que él.
Después alguien me saco la polla de plástico del coño y se acostó sobre la cama. Yo me monte sobre él comiéndome la polla por el coño. Un segundo vino por detrás y me ensarto por el culo. Así estuvieron unos 10 minutos mientras me penetraban por el culo y el coño. Mientras yo les decía cosas morbosas y les pedía que le dieran más duro. Así hasta que el chico que me la estaba clavando por el culo, se corrió dentro de mi. La polla se puso flácida y se salió del culo. Yo seguí cabalgando sobre la polla del otro chico, que no tardo en correrse dentro de mi coño.
Yo seguía con ganas de follar así que dije quiero que me sigan follando. Uno de los chicos se subió a la cama y se acostó de espaldas con su enorme polla apuntando hacia arriba. Casi al instante, me monte sobre él tragándome su polla por el coño. Pronto Néstor se puso a follarme por el culo. Mientras me daban la doble penetración perdí el control de mi cuerpo. Ambos hombres estaban completamente dentro de mi y empujaban lentamente dentro y fuera de mis agujeros. Me follaron a mi esposa como si fuera un pedazo de carne. Mientras me follaban los dos me corrí dos veces. Después de la segunda corrida, estaba exhausta, pero ellos siguieron follándome. Al rato, ellos chicos retiraron sus pollas, me pusieron de espaldas en la cama y se corrieron sobre mis tetas y mi cara.
Tras las sucesivas folladas me quede en la cama semi adormecida. Tras casi media me levanté y fui al baño a orinar y a lavarme. Cuando regrese no había nadie en la habitación. Fue al salón y Norma estaba mamando a los tres chicos. Ella tragaba y tragaba, emitiendo gemidos y exclamaciones de placer. Luego Sergio se sentó en el sofá, con la polla apuntando al cielo, y los demás llevaron en volandas a Norma sobre él, facilitando que el Sergio la penetrara por el chocho y empezara a follarla despacio, preparando el terreno para que otro de ellos se acercara a su trasero expuesto y, sin demasiados problemas, le fuera metiendo su estaca por el culo. Durante un buen rato los tres chicos fueron rotando por el culo, hasta que consiguieron arrancar un orgasmo a Norma. Después del orgasmo ella se puso en cuatro patas para que Sergio la follará. Él se incorporó y se puso a follarla por el coño. Él la follaba bruscamente y la insultaba de forma soez. La estaba matando a pollazos. El cuerpo de ella se movía hacia delante y atrás. Sergio se puso como loco y la follo con más violencia. En un momento le dijo dame el culo. Norma pegó un salto, se paró con las manos contra la pared y arqueó la espalda sacando su culito hacia afuera. Sergio se paró tras ella, le abrió las nalgas con sus dos manos y se puso a encularla. Norma dio un solo grito y después se mordió los labios mientras Sergio estuvo dándole durísimo por el culo. Le metió la polla hasta la base. En un momento de éxtasis con la eyaculación de Sergio ella llego a otro orgasmo. Luego él la levanto en vilo sin sacarle la polla del culo y la trajo para dejarla sobre un sillón.
Cuando Sergio dejo a Norma en el sillón un chico me levantó en sus brazos como a una muñeca y me llevo al dormitorio. Al llegar otro chico se acostó boca-arriba en la cama. Mientras yo permanecía en los brazos del chico, el otro fue masturbando hasta parar bien la polla. El chico que me tenía cargada me llevó hasta encima del otro, de frente. Me apartaron las piernas y su polla me penetro hasta el fondo. El chico me abrazo y me apretó contra su cuerpo. Sus manos me agarraron de las nalgas, me las abría y me atraía con fuerza hacia él, para que la polla estuviera cada vez más adentro. El otro se puso detrás de mí, acariciándome el culo. Acto seguido, me agarró fuertemente de la cadera y sentí como su polla me entraba por el culo. Me dieron una buena follada los dos chicos. Así estuvieron durante casi media hora hasta que los dos se derramaron dentro mío. Me soltaron por un momento y quedé tirada en la cama.
Pasados quince minutos vino Sergio a por mí. Me llevo al salón donde estaba Norma sentada en el sillón con dos dóbérmanes enormes, uno le lamia el coño. Sergio me hizo poner en cuatro junto a los perros y el segundo de ello, curioso, se acercó a olerme. Pronto sacó la lengua y empezó a lamer mi ano. Al principio me resistí, pero, de pronto, no podía controlar mi excitación. Las rápidas lamidas que recibía mi ano me estaban haciendo temblar las piernas. En un momento, el doberman se acercó más arriba mío y pude sentir como intentó montarme. La bestia enseguida me estaba penetrando por el culo. Sus embestidas bestiales tenían un ritmo muy veloz. Me follaba como un desquiciado. Yo sabía que lo que estaba pasando era humillante, pero estaba disfrutando. Finalmente sentí una prolongada corrida dentro de mi culo. El perro, sin embargo, no se salió dentro mío después de correrse. Se quedó quieto. Unos minutos después, intentó apartarse, pero había su pene se había hinchado y ahora no podía sacarlo. El perro levantó una pata y dio una vuelta, pero no podía desengancharse. Nuestros culos estaban pegados como dos animales.
Mientras seguía enganchada con el perro vi como Norma le mamaba la polla a Sergio. Abrió la boca todo lo que pudo y se tragó media polla. Ella estaba quedándose sin aire. Peor él le agarraba la cabeza y empujaba. Ella hizo un gesto como de vomitar, pero se contuvo. En ese momento él le agarró la cabeza y empezó a follarle la boca. En un momento él se quedó quieto con la polla dentro de la boca de Norma y se corrió dentro de ella. Lentamente su polla salió de mi boca y ella jadeo para respirar. El semen que tenía en su boca cayo sobre las tetitas de Norma.
Una vez el perro consiguió desengancharse de mi culo estuve como cuarenta minutos en el suelo. Después como pude me puse en pie y fui al baño y me senté un rato en el inhodoro hasta que volví en sí. No lo podía creer. Finalmente evacue el semen que tenía en mi culo y en mi coño y me duche. Después me fui a dormir a mi cuarto. Al otro día los tres chicos se habían marchado. Yo no podía del dolor y no me podía sentar. Después de desayunar, Sergio volvió a follarnos por el culo a Norma y a mi. Tras lo cual, me llevaron de regreso a mi casa en Valencia, donde estuve varios días recuperándome de mi última aventura.