Es casi ya medianoche. Estoy segura que le enviaré esto por email a la doctora Evergreen. Estoy algo cansada, hoy ha sido un día bastante largo.
Me esperan horas estresantes y doy por sentado con muchísima antelación que me saltaré la próxima sesión.
Tengo demasiado trabajo que hacer como para estar perdiendo el tiempo con mis chorradas existenciales. Pero luego de que casi ahorco a ese tal Hugo Rosh en pleno semáforo… me temo que mi abogado ha insistido en que pase una evaluación psicológica para poder ganar la demanda que ese idiota ladrón ha hecho en mi contra. Como si no tuviera suficiente con las presiones absurdas de la oficina. ¡Mierda! Has metido la pata otra vez Kai, así que deja de beber y concéntrate en escribir algo filosófico y decente, que no te haga quedar como una loca agresiva y sin control—a la prensa le encantará saber esa parte de la enigmática heredera de los Walker—. Sonrío. Tenía que haberle pegado mucho más fuerte, para que jamás quede con ganas de golpear y robarle pertenencias a universitarias ajetreadas y distraídas. No me puedo sacar de la mente a esa niña. Ladeo la cabeza. ¿Qué me sucede? Nunca antes me había impactado así una mujer.
Exhalo disfrutando de mi cigarrillo.
Antes de que lo olvide, necesito hablar con Spencer para que le envíe un presente de pronta recuperación a esa chica, menudo susto tiene que haberse llevado. Aunque no sé si por las manos sueltas de ese imbécil, o por mi comportamiento desmesurado, fuera de lugar y agresivo. O… quizás por Spencer y Gregory corriendo como locos encima de ese desconocido raptor. Da igual. No es como que necesite muchos motivos para hacerle llegar algo a ella. Simplemente quiero ser cortés y listo. No hay nada de malo en eso. Bueno… he pagado la cuenta de la clínica sin que ella lo supiera. Mmm… piensa Kai, ¿y si vas personalmente y le haces una visita? No. No. Eso no. Enviaré con Spencer el obsequio. Sí, sí, eso haré.
Que porquería de vida. Mañana tengo una reunión importante y tengo la mente en blanco. Mirando tontamente el cursor del texto parpadear en mi portátil. Vamos Kai, usa tu potencial literario.
De: Kai Walker.
Fecha: 16 de mayo de 2017 23:49.
Para: Lisa Evergreen.
Asunto: Paciente estresada y jodida.
Muy bien doctora. Usted quiere mi perspectiva personal de todo lo que me rodea, pues se la voy a dar. Disculpe usted si mis palabras la llegan a ofender o trastornar, cosa que no es mi intención.
Cuando la vida acaba, y todo es nada a la vez, comprendes que aún no estabas listo para partir, que hay cosas que van mucho más allá de los simples deseos carnales. Que el sexo sin amor es placentero, pero no llena los vacíos emocionales; que esos amigos de momentos felices, ni siquiera son capaces de derramar lágrimas hipócritas en tu funeral; que toda la fortuna que procuraste acumular en tus escasos y penosos años de vida, irá a parar a bolsillos lejanos del árbol genealógico. Cuando solo somos un montón de huesos polvorientos en una cripta abandonada en el olvido, el peso de lo que queríamos hacer, pero nunca hicimos, es tan fuerte que hasta los recónditos rincones de la conciencia se estremecen de culpa. Cuando por fin la fiesta acaba, nos damos cuenta que al final del día, estamos solos y que hasta quien más nos quiere… nos puede mentir, eso… es un hecho.
Es en ese instante dónde logras comprender por fin que todos y cada uno de nosotros no somos más que humo en una enorme ciudad llamada “vida”. Flotando en el espacio buscando un humilde propósito de redención detrás del tan esperado éxito o sosteniendo con dedos nudosos y ancianos las cuentas acumuladas de un retiro con pocas cifras. La existencia terrenal y sus locas paradojas, donde se nos enseña a creer con vehemencia en un Dios invisible y a ignorar la belleza de la objetividad para esperar los beneficios del mañana en la otra tan esperada reencarnación. Millones de años en una evolución frustrada por las nubes de tormentas tecnológicas. Padres que abandonan a sus hijos en parroquias y otros que se desviven por adoptar mascotas en la Internet. Leyes que benefician a criminales y gobernantes idiotas que diezman con bombas a naciones enteras. Creyentes, fanáticos, ateos y otros como yo… rehusados a ser usados por el “progreso”. Neutrales y a la vez, totalmente a la defensiva, sobreviviendo en un mundo al revés. Dónde he sido demandada por un vil usurpador por el mero hecho de defender a una jovencita de ser atracada a plena luz del día en el país de la libertad.
Espero con ansias su respuesta y le pido que reconsidere mi oferta. Tiene muchos ceros generosos.
Entretanto, intentaré poner en práctica sus consejos de vida.
Kai Walker.
Directora Ejecutiva de Walker Co.