Mi pareja y yo tenemos una relación bastante buena y a pesar de la diferencia de edad, quince años la saco, tenemos una vida sexual bastante intensa, lo único que quizás nos faltaba era experimentar algo diferente y que fuera real.
Siempre hemos fantaseado con la posibilidad de tener sexo con otras persona o tener sexo entre nosotros en algún sitio donde nos pudieran ver o pudiéramos participar con más personas.
El sábado pasado estábamos en casa viendo una serie, tomando un refresco y preparándonos para ir a la cama y tener una buena dosis de sexo que eso nunca nos falta.
No sé como surgió la conversación pero Ana ( que así se llama ella) me dijo, oye Javier ¿no te apetecería ir a algún local de intercambio de parejas a tomar algo y así vemos como es y que ambiente hay?
En un primer momento no voy a mentir, me pilló de sorpresa, pero sin pensármelo mucho la dije que me parecía una buena idea, nos arreglamos un poco, subimos al coche y mientras conducíamos hacía el legar en cuestión lo elegimos mediante el teléfono, tampoco le dimos muchas vueltas y elegimos el sitio que nos venía mejor y era de más fácil acceso.
Ana se puesto para la ocasión un vestido muy chulo que tiene en color gris y debajo se puso un conjunto muy picante y sexy. Por mi parte me puse unos pantalones vestir y una camisa sin más.
Aparcamos y nos dirigimos al sitio en cuestión, nos abrió la puerta un chico muy majo, le explicamos que era nuestra primera vez en un lugar así y después de dejar los abrigos en el ropero nos enseño las instalaciones y nos explicó un poco como iba aquello.
Estábamos un poco nerviosos y excitados a la vez era una mezcla extraña pero agradable. Al entrar no nos pareció un sitio tan turbio como te puedes imaginar de primeras, está claro que allí se va a follar pero el ambiente es bueno, la luz es tenues, la música no es muy estridente y eso sí en las pantallas de televisión una película porno, lo lógico. El barra había una chica bastante mona poniendo copas y varias parejas al otro lado de la barra, alguna charlaban entre ellas y otras interactuaban con otras parejas, alguna caricia, algún beso. Lo cierto que yo tenía a Ana agarrada por la cadera y me estaba empezando a excitar, así que decidí meterla mano debajo de la falda por detrás y así encontrarme con su duro culo y acariciarlo, ella me sonrió y me besó en la boca.
Decidimos investigar y darnos un paseo por el lugar, al final y al cabo habíamos ido a “jugar”, en uno de los pasillos había habitaciones donde había unos ojos de buey por donde se podía mirar lo que sucedía dentro, en una de las habitaciones había una pareja teniendo sexo donde ella encima de el gozaba y movía sus caderas sin parar, en la habitación contigua había tres parejas ya mezcladas y disfrutando de sus cuerpos y de los de sus acompañantes. Ana me comentó, que parecía que les estaba gustando, acompañado con una sonrisa pícara.
Seguimos nuestro paseo y dimos en una sala bastante más grande donde había sofás y taquillas, había a ambos lados parejas y algún chico solo mirando lo que allí acontecía, mamadas de rabo, masturbaciones, comidas de coño, los gemidos y los gritos de placer llenaban la estancia, la luz morada que lo iluminaba todo le daba un aspecto erótico y excitante, con sinceridad yo ya tenía el rabo tieso y mi mano no salia de debajo del vestido de Ana. Atravesamos aquella estancia de placer y dimos con lo que parecía una sala más dedicada al BDSM, había una especie de X de la altura de una persona donde había atado un hombre mientras recibía lo suyo por parte de otro hombre de buen rabo, había esposas colgando de la pared y algún aparato que parecía sacado de una película medieval, al igual que en la otra habitación los gemidos y las órdenes que alguna mujer daba lo hacía de lo más excitante, al salir de ahí encontramos un pasillo que hacía una “S” con más habitaciones y más gente practicando sexo, al final del pasillo salido de nuevo al bar, el local hacía una circunferencia con inicio y final en el bar.
Decidimos tomar algo y sentarnos a charlar, lo cierto es que una pareja se acercó y nos preguntó si podían tomarse algo con nosotros, eran una pareja de mediana edad y súper agradables, les contamos que era la primera vez que íbamos y queríamos experimentar algo pero “light” y preferiblemente entre nosotros, nos propusieron ir a una habitación y follar cada una con su pareja y ver que podía suceder pero sin compromiso, volvimos a tomar el camino de las salas y entramos en una habitación donde había otra pareja follando, Ana y yo comenzamos a meternos mano y besarnos,
yo ya tenía una buena erección y Ana por lo que pude tocar el coño muy húmedo. Estábamos muy excitados y la situación no era para menos, nuestros “compañeros también se pusieron a los suyo, los sonidos y ruidos eran de lo más agradable y Ana y yo comenzamos a follar, cambiamos varias veces de posición, la lamía el coño siempre que podía y ella me la chupaba también que podía, en algún momento nuestros vecinos nos acariciaron y nosotros a ellos pero sin llegar a más, entró alguna pareja más que se puso a follar cerca de nosotros e incluso un chico solo que se masturbaba viendo el espectáculo y preguntando si podía unirse a alguna pareja, a Ana se lo preguntó cuando yo la tenía a cuatro patas y la estaba dando bien por detrás, pero Ana no dió el paso de meterse su generoso rabo en la boca, pero se lo masajeó unas cuantas veces.
Al salir de la habitación fuimos con la pareja que habíamos conocido a tomar algo de nuevo y la verdad que la experiencia fue genial. Nos quedamos con su teléfono y quedamos en que nos llamaríamos para cenar u otra cosa, pero eso es otra historia.