Viene de dos capítulos anteriores:
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Ahora entiendo el significado de los espejos en el techo. Estoy tumbada de espaldas desnuda y mis tobillos esposados a mis muñecas. Puedo ver mi coño y culo abiertos. La Barracuda me había engrasado mis conductos antes.
Hacía un año las tornas habían cambiado y los jueces y los contactos que teníamos habían sido detenidos. Nos arruinamos para salvar el pellejo. Mi tío sufrió un ictus y murió. Al ser soltero pude rescatar un pequeño apartamento de su propiedad, todo lo otro nos lo quitaron. Mi hermano se fue del país con su familia. Ahora trabaja de oficinista por 1275€ mensuales y su mujer trabaja en una granja de pollos. Con tres hijos y en otro país apenas subsisten. Mi madre está en una residencia gracias a su seguro.
Me embistió a saco, como un toro al salir al ruedo. Apestaba a licor y tabaco, le faltaba un diente. Me bombeaba en repetición continua. Podía ver en el espejo del techo como sus cojones peludos rebotaban. Me morreó. Su barba me picaba. No tardó en correrse. Lo hizo dentro de mi coño con tres trallazos profundos y un gruñido gutural sonoro.
- ¿Te ha gustado, puta?
- Quita que voy yo -dijo otro con la polla empalmada en la mano.
Rafa y Santos me traicionaron delatándome al cartel Camino Luminoso. Xavi, mi más fiel compañero, sufrió dos disparos de un rifle de alta precisión intentando salir del país. Fue un golpe de mala suerte. Había atravesado ya la frontera. Lo perseguía una patrulla por extorsión y agresión física en torturas ( me sentí culpable ya que trabajaba para mi). Cuando ya había atravesado la frontera por montaña con su Seat tuneado y había pasado por una pequeña aduana, uno de los policías en cuestión - un chico recién salido de la academia y destacable tirador empuñó su VF4 (M40A3) - Versión Asia. Y lo puso en la mira telescópica- hizo un primer disparo a 357 metros haciendo blanco en el hombro de Xavi. El cual perdió el control del coche hasta quedar 300 mts más adelante en la cuneta. El policía volvió a tirar de cerrojo y entró otra bala en la recámara. Aguantó la respiración, centro el objetivo estático y como había sido entrenadó tiró de gatillo hasta el fondo. El impacto fue certero y reventó la cabeza de Xavi. Entre esos hijoeputa me informaron que fue uno de los disparos más recordados. Mi querido Xavi.
El excomisario disfruta de una paga como héroe policial. Elogiado por todo el colectivo.
Macaria, La Barracuda como autonoma mercenaria también me delató junto con mi extía y su hija Pepi
La Barracuda gestionó toda la infraestructura de mi degradación.Solo era una asalariada contratada por el cartel por recomendación de mi extía Blanca y su hija. Menudas gilipollas hijas'eputas cuando las degradó a ellas. Su retraso mental era evidente. Ya que si le hubieramos pagado La Barracuda las habría troceado y dado a los cerdos. Querían amansarme, degradarme y quitarme de en medio. Yo quería aguantar, aunque esa gente iba a full.
El segundo que iba a petarme era un joven de no más de 20 años. Encolerizado y volcánico. Quería impresionar:
- Ábrete bien, puta; te voy a partir en dos. Hija'eputa.
Entró en vaginal con ametrallamiento, sus mete-sacas eran veloces y rápidos. Me hizo una descarga lechal y brutal en toda mi cara. Para lucirse delante de sus compañeros me restregó su culo y testículos por mi cara. Mientras gritaba:
- ¡¡ Puta asquerosa!! ¡¡ Me das asco!!.
El día que me cogieron iba de compras - espaguetis finos , macarrones, limpiasuelos y tampax- Me llevaron a una nave a las afueras. No era un polígono como La Cueva. La primera persona que vi fue La Barracuda. En ese momento supe lo que me esperaba. No era nada agradable.Me lo dejó claro.
- Serás gozada, usada y reventada hasta que.
me digan lo contrario. Esta gente va de pollazo a full. No como vosotros. Es mi profesión. No te lo tomes a mal. Quieren follarte viva antes de someterte a más calvarios. Como tú hacías, dicho sea de paso ¡Te aviso que las vas a pasar canutas! No tardarán en llegar dos conocidas tuyas que igual te trocean viva después de verte degradada y suplicante.
Quería aguantar, pero mi corazón iba a mil por hora. Tenía los días contados. Sabía que la venganza iba a ser brutal y carnicera.
Fue ella la que me ató y engrasó mi coño y culo para que me gozarán cuatro mafiosos.
Entraron Blanca y su hija. Mi ojo izquierdo lo debía tener cerrado, me había entrado lechada. Su posición mirándome era de superioridad.
- Tardas en activarte hijaputa - dijo Pepi sin tan siguiera creer lo significaba ese concepto.
- Creo que necesita un nuevo corte de pelo más moderno- dijo mi extía Blanca.
Me desesposaron de manos y pies dejándome solo atada con mis brazos en la espalda. Con la lefadaza en la cara; Pepi me pasó la máquina cortapelo dejándome al cero. Me veía en un espejo -que me pusieron delante- con los churretones de lefa . Jugaban com mi resistència moral. Blanca me hizo una foto con su Xiaomi gama alta y lo envío vía WhatsApp a alguno de mis contactos que conocian. Mi hermano mandó un mensaje de voz llorando y suplicando que me dejaran ir; otros " la hijaputa se lo merece, todos sabíamos de sus tequemanejes" en cambio mi madre "dime dónde has comprado esta crema facial, pero hija, ¿por qué te cortas el pelo de esta manera?". Entonces llegó La Barracuda y habló con ellas dejando claro que faltaban dos para gozarme y el siguiente quería encular si o si. Les habían cortado el rollo y querían usarme, pero ya. Fueron comprensivas y fui sometida a un Enema con manguera anal. La Barracuda me dijo:
- Lo hago por tu bien, si te sale mierda te desfigurara a guantazos.
Era un macho negro con una pollaza, su cara parecía la de un orangutan. Esta vez fui esposada en muñecas y tobillos en posición perruna o en a4 por La Barracuda.
Me fue puesto un gran espejo delante con dispersión dual que combinaba con el del techo. Blanca, mi extía, me dejó claro que era para que viera lo 'hijaputa'que yo era. que mirara la lefada que llevaba "en mi puta cara", -palabras textuales- reflejada en el espejo y el pepino que me iba a reventar el culo. Con el sarcasmo de qué, "es una lástima que no tengas almorranas ya que no haría falta que te operaras".
Me enculó sin compasión, a zambombazos agresivos y dándome una paliza de guantazos en las nalgas ( por lo que supé después era un amigo íntimo de Pepi y quería vengarse. Hay personas inhumanas). Su potencia era asombrosa. Hacía que mi cabeza impactara con el espejo que tenía delante. Los estampidos de las bofetadas que me daba en las nalgas hacían eco en la habitación. Lechó dentro de mi culo como una cabra lechera alimentada en una granja con pienso de primera calidad.
Sentía como mi zona anal estallara. No había hecho mucho culo y no estaba muy abierto. Había debutado en el bar que me petaron yendo borracha con Pepi (ver capitulo1) y pocas veces más. El cabrón del negro a pesar de ya haber lefado dentro seguía con toda su pollaza en mi culo. Me sometía a presión creciente. Sabía que era observada por esas víboras. Había oído hablar al excomisario de la presión de los correctivos y el shock que se padece. Aunque yo tenía aguante el mío tenía pinta de ser de los morrocotudos, si juzgamos por la intensidad y prolongación y por lo apepinada que me estaba quedando. Podía escuchar las conversaciones del fondo de la sala.
- Aguanta con la polla dentro para degradarla más, es una técnica de desgaste psicológico -decia La Barracuda a Blanca y su hija.
- ¿Se ha hecho previo sorteo y reparto antes? -preguntó mi extía.
- No. Se ha ido por jerarquía. El jefe de operaciones de Camino Luminoso está ausente. Esto yo ya lo dije, se ha llevado mal. Primero la hubiera pasado por la butaca de castigo -dijo en tono profesional La Barracudas que volvía a llevar la ropa de trabajo negra con el arnés y botas militares. Puta gorda asquerosa.
Me veía la cara lefada y mi pelo rapado en el espejo. El negro aún aguantaba con su polla clavada. Estaba abatida. Empezaron a caerme las primeras lágrimas. Noté un liguido caliente dentro de mi culo. El hijoeputa estaba echando una soberana meada adentro. Había un jovencito que esperaba. Se retiró y de mis orificios salía lefa y orina.
El chico que no tendría más de 18 años también joven como el otro se acercó sin pantalones y se limitó a pajearse delante de mi. Al deslefar se agachó y lo hizo sobre mi cabeza rapada.
La Barracuda me desató por la parte de los tobillos y me hicieron caminar atada con las manos en la espalda, apenas me aguantaba. Tuvieron que sujetarme. Salimos. Me llevaron a un pequeño tocador. Había la silla idéntica de La Cueva. Un falo de madera de 25cms en medio. Casi me desmaye al verlo. No me aguantaba de pie. Empecé a llorar. La Barrcuda se puso sus guantes de látex negros y me envaselinó el coño.
- ¡Pensaba sería por su puto culo! - exclamó Pepi.
- No lo aguantará - contestó La Barracuda- su vagina si lo admite.
Y me sentó encima. Agradecí que lo hiciera despacio. Una vez empalada me restregó toda la lefa mezclada con mocos y lágrimas haciendo una masa homogénea. La Barracuda se retiró.
- Mírate en el espejo. Que guapa estás.
- Y es una crema que conserva mucho la piel -dijo su hija soltando las dos una carcajada.
Me hicieron fotos con sus móviles. La Barracuda vino con mi iPhone.
- Cual es tu PIN.
Me miraba en el espejo y estaba sin resistencia. Para mas pesares tenia esos 25cms dentro de mi coño. No me atreví a negarme.
-1324 -contesté sin fuerzas.
Pepi dijo que después se lo quedaría ella. Con los 1234 € que costaba en su tiempo -aunque ya tenía casi dos años- solo era cambiar la tarjeta).
Esperaba de un momento a otro mi detención, aunque nunca creí que fuera el cartel Camino Luminoso. Ya no me quedaban ahorros. Vivía en el pequeño apartamento como dije -50m cuadrados-que mi tío tenía en propiedad sin haberlo usado nunca. Ya que como decía era un barrio degradado. Fui cuando volvía del supermercado a pie cuando en un callejón se paró un coche con los cristales oscuros y el conductor -que era el negro que me había enculado- me pidió una dirección. Me acerqué y por la parte de atrás me cogieron y fui introducida en el asiento trasero.
- ¡¿Quiénes son ustedes?! ¡¿Policías?! ¡ No he hecho nada!
- ¡Qué más quisieras que fuéramos maderos! -dijo uno riendo sin un diente delantero y fue con el primero que me había follado.
Hablaban entre ellos. Por lo visto ante la falta de sus jefes las órdenes no estaban muy claras. Oí que no podían llamar por móvil ya que eran rastreables y estaban en una operación.
- ¿Qué me va a pasar? -pregunté nerviosa.
Oí como uno de ellos dijo que avisáran a la gorda esa "La Macaria" para que fuera al rancho. Cuando oí el nombre de La Barracuda se me heló la sangre.
-Bueno monada, te llevaremos a la picota. Una vez allí serás follada. Eso en principio.
Entonces fui consciente que era secuestrada por una excision de gente del cartel Camino Iluminado ya desaparecido y llamados ahora Camino Luminoso. Mi suerte estaba echada.
Por fin después de dos horas con el falo en mi vagina y delante del espejo dejaron que me ducharme, me dieron una bata y me dejaron descansar en una pequeña habitación cerrada con llave. Una ventana con rejas de decoración imposible de saltar la cual daba a un descampado. Era un rancho a las afueras. Los mandamases se nota que habían llegado ya que había movimiento de personal. Me dieron algo de comer. Una mucama. Después entró Pepi escoltada por el negro y me enseñó como había mandado las fotos de mi cara lefada a muchos de mis contactos. Como eran mis primos, la cuñada de mi padre y familia de parte de mi madre. Muchos no contestaron, otros "puta, sabíamos que ibas a terminar en el porno o prostituta" "ya no queremos saber nada de ti". El cuñado de mi madre, un viejo militar " eres puta y como tal ejerces". La mitad me bloquearon. Mi hermano mandó un mensaje de voz pidiendo clemencia para mi. Sollozaba. El corazón se me encogió de súbito, y más al pensar que me vendría a partir de ahora.
Fui requerida por uno de los jefes del cartel. Estaba reunido en su despacho junto a Blanca y La Barracuda. El Valdez estaba sentado tras su escrito sobre el cual había un portarretrato de él con una mujer y cuatro hijos 2 de ellos adolescentes. Usaba bigote, su pelo era canoso. Camisa vaquera . Aparentaba 40 y pocos años años.
- Esto se ha llevado mal desde el principio -siéntese me dijo mirándome de arriba abajo-. Se nos ha ido de las manos.
- No he podido parar a sus hombres. Solo controlar la situación dadas las circunstancias.
- Según me han informado nada más llegar fue tumbada, fue gozada y fue exhibida vía mensajería instantánea.
- Si. No hay que negarlo. Yo hubiera preferido en principio otros métodos pero la falta de logística de algún mando falló.
- Y tú, Blanca. ¿Quieres decir algo?, ya que tú y tú hija fuisteis las incendiarias de la operación.
- Como sabrá don Valdez, está gente -dijo mirándome con rabia- a mi hija y a mi...- dijo exaltada.
- Si. Os dieron tormento y por qué no decirlo, polla a saco. Te tengo en gran estima por el padre de tu hija. Muerto hace muchos años. Un irresponsable que empezamos juntos y murió joven. Era un buen sicario. Dicho esto, y siendo la susodicha - dijo mirándome - a día de hoy y según informaciones nadie a quien poder sacar información en interrogatorio, o lo que es lo mismo, a esta mujer, una muerta de hambre, ¿Qué propones?
- ¡¡Tormento hasta la extenuación, exhibición y por mi trocearla y cocinarla en escabeche o albóndigas para perros Hojadesuputamadreasqueosa !! gritó escupiéndome a la cara.
Valdez mandó que se la llevará. Una vez los tres solos:
- No me gustan las personas exaltadas. ¿ Que propone usted señora Macaria? ya que usted le tengo por una persona racional y coherente.
- Yo. Le daría correctivo en tormento. ¡Levántate! - me dijo con autoridad- y cómo expresarlo, señor Valdez - al mismo tiempo que me abría la bata- digamos que, a pesar de su bola de billar -pasandome la mano por mi cabeza rapada- es una mamífera gozable - dijo mirándome con asco-. Como ya he dicho antes el tema se ha llevado mal: tendría que haber habido correctivo antes y después gozarla.
- Muy cierto, le doy la razón. Es una lástima que antes no haya sido degustada por soldados de más rango., con soldados me refiero a miembros del cartel con más jerarquía.
- No se preocupe señor Valdez, entiendo el lenguaje de los carteles.
- Usted ya ha hecho trabajos para nosotros, lo sé señora Macaria.
- Bueno usted es joven...
- No se crea dentro de poco cumpliré 46. Eso sí, procuro estar en forma - esto último lo dijo en tono engolado y un toque de coquetería gay- usted señora Macaria ya ha trabajado para nosotros. Me acuerdo de usted. Su especialidad... es...
- Si, siempre he sido autónoma. He trabajado para la policía y carteles. Antes cuando ustedes eran Camino Iluminado hice unos cuantos trabajos junto a Silíceo Moranco natural de Matalaspeñas de Cabrales, alias El Castrador. Él se dedicaba a los hombres siendo especialista en tormento testicular y yo a las mujeres, con Retrancos Marraneros ( ver capitulo II) sobre otros procesos- y me miro como si me amenazara con eso- y las electrificaciones juntos. Estuvimos en el caso de la araña negra y y Perro Verde - dijo hablando con pasión
- Si me acuerdo de ese caso,de eso hará 25 años, estaba yobrecién incorporado al antiguo Camino Iluminado. Ese matrimonio aguantaron hasta lo último. Menudos hijos de la gran puta.
- Si, ella aguantó un Retranco Marranero de introducción hasta el codo en vaginal y por su culo hasta la muñeca. Silíceo tenso sus testículos hasta que casi le salieron y en su polla introdujo un alambre de 20cms. Cayeron agotados. Ella está a día de hoy en un hospital en estado vegetativo y él murió de una sobredosis de anís dulce de Salobreña de San Lucas.
- Normal quedó castrado de por vida. Por cierto hablas de Silíceo como si hubiera fallecido.
- Hace 12 años se embarcó en la Revolución Polsera de Macavia donde nadie lo había requerido, pero era su ideología. Estuvo en la llamada guerra de los 63 mediodías y medio. Gallardo como era él en combate en pleno fuego salió como un valiente de la trinchera para dar ejemplo al tropa. A los 26'3 metros de recorrido gritó ¡Viva Polsera de Macavia libre! A los 30'5 metros recibió la descarga de una ametralladora MG3 que lo hizo bailar durante un minuto sin tocar el suelo recibiendo 158 balas del calibre 6'7 milímetros. Lo recogieron a trozos siendo reconocido por su tatuaje del Club de futbol deportivo Matalaspeñas de Cabrales.
- Una pena -dijo Valdez.
- Si, un gran profesional y mejor persona.
- Bueno, puede proceder como corresponda Macaria. Supongo que aprovecharemos algo de ella después - mirándome otra vez de arriba abajo.
- Si no està cansado ahora mísmo puede...
- Me han dicho que ha sido usada a full no hace mucho, incluso Tonga me han informado -entonces volvió a mirarme y me dijo -: te ha enculado y ya se sabe que si el negro llevara una cámara en su cipote te hace hasta una colonoscopia.
El niño ya había cumplido 5 años, era el primer año de escuela. Mi hermano me dijo que en este país no era difícil adaptarse. Lo habían ascendido a administrativo de segunda y mi cuñada era jefa de sector en la sección de gallinas ponedoras de la granja. Los niños, los gemelos ya tenían casi 10 años y la niña 8. Mi hermano había recapacitado y era más responsable. Solo se tiraba alguna que otra maestra de la escuela de sus hijos y una joven niñera. Yo por mi parte había encontrado trabajo de secretaria en un buffet. Solo me incomodaban los sillones de cuero negro.escentes potentes.
Esta vez era yo la que me encontraba en una silla de castigo de cuero negro y sistema hidráulico. Estaba en medio de una habitación con fluorescentes potentes, desnuda y amarrada de manos y pies con los espectadores -Blanca, su hija, don Valdez y un hombre que mediría 160 cms, habiendo oído que pertenecía al cartel amigo de La Vereda Oscura- sentados en sillas en en la pared frontal a la silla. Al lado de la silla de castigo una pequeña mesita con artilugios que nada más verlos me puse a temblar. Al prepararme La Barracuda me había dado unas normas para dirigirme a las otras personas.
- Buenas tardes a todos. Como no es interrogatorio sino un correctivo le será puesto un bozal a la susodicha alimaña -dijo La Barracuda empezando la presentación con presión psicológica-. Mamífera ¿Quieres decir algo antes?
- Si vuesamerced-dije asustada- pido perdón por todo lo que hice a las señoras Blanca y y Pepi.
La Barracuda se enfundó los guantes de látex negros, cogió un bozal de cuero negro con una bola y me lo colocó en la boca. Lo que dificultaba mi respiración. Dada la debilidad de mi cuerpo apenas me quedaban fuerzas para ni tan siguiera llorar.
- Te molesta algo el respirar, veo. Estás muy mona rapada. Esto te ayudará.
Me colocó un arnés de cabeza con dos tiras de cuero que enganchaban mis fosas nasales tirando de ellas hacia arriba quedando a la vista. Cogió un espejo y me lo puso delante.
- ¿Te gusta tu nuevo look?
Entonces aún tuve fuerzas para llorar. La Barraccuda accionó el mando de la silla para que el respaldo se pusiera recto y me pudieran contemplar mejor los espectadores. Se oyó como el bajito decía " es buena de cojones, tendrás que pasarme su contacto" y la Pepi "mira que careto la hijaputa.
- No tienes las tetas muy grandes.
Entonces cogió dos aros con dos palometas y me los colocó en los pezones apretando. Mi cuerpo sintió un estremecimiento de dolor. La Barracuda miró a los espectadores y dijo en tono didáctico y con el plan preconcebido de ir explicando todo paso a paso.
- Es un torturador de pezón. Quería usar una prensadora de senos, pero nuestra invitada los tiene pequeños.
A través del bozal suspiraba como podía.Ahora le seran colocadas tres bombas de succión: 2 en los pechos y otra con pinzas en su coño. Remataré el correctivo con un Enema anal. Vas a ver que quedarás como nueva - dijo mirándome y se oyeron algunos murullos del bajito "pues está hembra es ganado de buen corte" y risas de Blanca y su hija.
Mis recuerdos me constituyen, pero son confusos y no puedo ordenarlos cronológicamente. Se unen como secuencias de una película de serie B. Nada más salir del rancho intenté integrarme lo antes posible. Pero me encontré el pequeño apartamento embargado, aún no sabía que había preñado. El párroco del barrio -un señor de unos 50 años- degradado me dió cobijo. Yo no era creyente, él era una buena persona, pero creía más en mi vaginopotencia que en mi fe cristiana. Pero eso yo sabía que era inevitable, pues siempre es el precio a pagar. Me dio una habitación y habiendo explicado algo de mi vida sucintamente, obviando las sillas de castigo y carteles, ya me dijo que mi belleza corporal influía mucho. Siendo evidente que al verle la frente anchurosa y una centellante mirada y los ojos absolutamente absortos a mi persona ya sabía que esa noche mísmo tendría que abrirme de piernas. Aunque me equivoqué, bastó esa misma tarde tras enseñarme mi habitación y con un 'In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen’ bendecir la habitación para aplicarle un pajotazo a doble velocidad para meter una buena descarga. Esa misma noche tenía la visita de su hermana monja y otros canónigos. Las tres siguientes que pasé en la casa parroquial me petó 2 veces cada día -siempre con forro -. Sin ser dotado sabía cómo manejar su polla. Nunca me gozó en la misma postura: misionero, en cuatro, ladeada, carretilla, cuchara y el último día me pidió el culo. Era veloz en arranque y bombeaba espaciado. En el mueble de la sacristía tenía un gran surtido de condones que según él eran para surtir a los "desamparados que siempre preñan" con palabras textuales. Para su edad sus corridas eran abundantes y gustaba culminar fuera siendo comidos sus testículos. Al cuarto día ya viajé al país donde residía mi hermano y cuñada.
La presión que ejercían las bombas de succión hacían que pareciera que mis tetas y coño iban a explotar. Se tomaron fotos con los móviles. Me volvió a ser colocado un espejo delante para ver mi degradación. Mis senos estaba estirados y muy amoratados. Mi coño era un bulto grande de color rojo sangre. Mi cara estaba llena de mocos mezclados con lágrimas.
Como final de tormento me fue introducida una cánula en mi ano y abierto el grifo de agua de un pequeño depósito junto con los succionadores a la vez. Me veía en el espejo y parecía un monstruo lleno de instrumentos. Sufrí mucho dolor. El agua en mi conducto anal me hinchaba. Estaba a punto de estallar. Me fue retirada la manguera del enema. Pero me fue colocado un consolador con base a modo de tapón. Estaba al borde de la inconsciencia tras una hora y trece minutos. Me quitaron el consolador y el chorro de agua llegó hasta los espectadores. Me desperté en la habitación y la mucama me ofrecía una toalla y bata para ducharme.
Al llegar al país donde residía mi hermano nos abrazamos. Me acojieron. Encontré trabajó de reponedora de supermercado. La regla no me había bajado, era evidente que había preñado. Conocí al abogado Mostarsen, venía con sus hijos y mujer a hacer las compras. Me vio habilidades dialécticas y formación. Sabía por mis compañeras de trabajo que buscaba secretaria. En la entrevista de trabajo lo monté en el mismo despacho. Me maté sola arriba. Hacía tiempo no me había corrido tanto. Al salir y pasar por recepción el semen me resbalaba por los muslos. Nada más empezar el turno de tarde del mísmo día me llamaron del despacho que el trabajo era mío.
Estuve en el rancho una semana más, fui usada por los jerarcas del cartel fui follada día sí y el otro también. Mi mente estaba en blanco sustituyendo mi antigua energía mental. Obedecía en todo. A la mañana siguiente de haber pasado por la silla del tormento don Valdez vino a gozarme. Sus embestidas hacían temblar la cama. Mugia como una vaca, me morreaba a rabiar. Con 5 clavadas en embestida a la carrera dejó toda su lechada dentro de mi. Meó y se fue. Por la tarde hizo una segunda ronda follándome la boca y dejando toda la lefa sin dejar ni gota en mi boca. Por la noche volvió. Tocaba enculada. Me puso en cuatro y me dio metralla hasta que dejó la corrida en mi cara.
Después ya pasé por las otras pollas a diario. Un lunes me llevaron a la ciudad y me soltaron.
No hace mucho leí que el cartel Caminó Iluminado había sido detenida toda su cúpula y condenados a perpetuidad.
En ese mísmo período de tiempo también se habían encontrado en botes de cristal trozos pequeños de persona humana en conserva en una nave de un polígono. El ADN fue crucial. Se trataba de Macaria Montenegro. Había caído La Barraccuda.