Llego el sábado y aprovechando la ausencia de mi hija conecté su pc para averiguar que se llevaba entre manos. La verdad es que no esperaba encontrar nada fuera de lo común, pero la primera sorpresa la tuve en mi primer vistazo al historial de búsquedas de su navegador. En ella quedaban reflejadas numerosas visitas a webs y foros en los que se trataban las relaciones de tipo filial. Durante los últimos tres meses mi hija había pasado una media de tres a cuatro horas diarias consultando o consumiendo ese tipo de información. En uno de esos foros conoció a otra usuaria que se hacia llamar Libra20 con la que al parecer había hecho amistad e intercambiaba numerosos correos en los que esta chica la animaba y daba consejos para poner en práctica estas ideas incestuosas. Alguno de esos correos incluía alguna que otra foto de esta chica manteniendo relaciones con quien ella decía que era su abuelo. He de decir que a estas alturas ya estaba muy preocupado por todo esto. Las dudas entre parar o seguir leyendo aquellos correos eran grandes, pero no tenía más remedio que leer todo lo que habían compartido.

En el último correo enviado hacia dos días, mi hija le escribía:

Hola, Libra20. Estoy decidida a hacerlo. Mi calentura no aguantara mucho más. Él no tiene ni idea y mi miedo como ya imaginaras es que me ignore o mucho peor que me repudie, pero estoy decidida a dar el paso no soporto tener que conformarme con masturbarme viendo los videos que les grave con la webcam follándo como perros en la habitación de al lado. No soporto los jadeos de esa zorra mientras la monta. Quiero ser yo la que disfrute de sus embestidas. Quiero que mi padre me folle.

Al leer aquel mail una extraña sensación recorrió todo mi ser. Exaltado apague el pc. Mi cabeza comenzó a dar vueltas, pero ¿en qué pensaba? ¿Cómo se le podía ocurrir semejante aberración? Aquello era demasiado como iba a contarle a mi mujer esto. Tuve que salir a tomar un poco el aire y meditar un poco sobre la situación.

Una hora mas tarde y un poco mas relajado caí en la cuenta de que había dicho que tenía unas grabaciones mías manteniendo relaciones así que me decidí a buscar esos videos.

Volví a encender el pc y me puse a chafardear por las innumerables carpetas y subcarpetas que allí había. Al fin di con una carpeta llamada curso de office que contenía ocho archivos de video el ultimo con fecha del día anterior. Lo seleccioné y le di a reproducir. En él se nos podía ver a mi mujer y a mi follando la noche anterior. Las imágenes estaban tomadas desde encima del armario. Sali y me dirigí hasta mi habitación, encima del armario y escondida entre unas cajas que apenas la dejaban ver había una webcam Wireless que ofrecía un plano casi perfecto de toda la habitación y en especial de la cama.

Regresé a su pc y comprobé que los videos habían sido grabados con un software de video vigilancia.

Pase varias horas viendo aquellos videos. Decidí dejarlo todo como estaba y no decir nada a mi mujer, probablemente todo formaba parte de una chiquillada y no merecía la pena preocuparla.

No tardaron en llegar del centro comercial. Las oí entrar desde el comedor.

• Ya estamos aquí (dijo en voz alta mi mujer como avisándome por si aún seguía en mi tarea de espía).
• Estoy en el salón (respondí)

Unos sonidos de tacones se acercaron por el largo pasillo de casa. La primera en hacer acto de presencia por la puerta fue mi cari que susurrando me pregunto cómo había ido todo. Le hice una señal como de que no tenia porque preocuparse de nada y dio un resoplido de alivio detrás de ella entro nuestra hija la cual lucia impresionante con un traje de ejecutiva con falda corta, chaqueta y tacones bastante largos que hacían resaltar su figura.

De repente un Flash paso por mi cabeza y la voz de mi hija diciendo: quiero que mi padre me folle, quiero que mi padre me folle, quiero que mi padre me folle...

• ¡PAPA! Estas embobado ¿en que piensas?
• Eh no, en nada, ¿sales hoy?
• No. Estoy algo cansada y prefiero quedarme en casa.
• Tu madre esta preocupada dice que no sales mucho que pasas muchas horas encerrada en tu cuarto frente al pc.
• Es que no me gusta salir y las horas las paso estudiando que es en lo que estoy centrada ahora.
• Y ¿no tienes por hay ningún noviete?
• No papa, los chicos que conozco son unos niñatos no hay ninguno lo bastante maduro para mi gusto.
• Bueno pues ellos se lo pierden.
• Jejeje voy a ponerme cómoda y ponemos una peli en Merflix que en la tele no dan nada.

El ruido de los tacones alejándose acompañaba al pendulante movimiento de sus caderas mientras mis ojos fijaban la mirada en aquel hermoso culo mi mano en un acto inconsciente acariciaba mi polla por encima del pantalón, en ese mismo momento fui consciente de que estaba a punto de complacer sus deseos.

Y MIENTRAS MI HIJA SE CAMBIABA MI MUJER QUERIA PONERSE AL DIA

• Bueno cuéntame ¿cómo ha ido el día? ¿qué novedades tienes?
• El día ha sido muy tranquilo, como te dije no tienes que preocuparte de nada la niña solo hace cosas de chicas, chatea con amigas y utiliza internet para escuchar música y estudiar. No había nada en su pc ni en su teléfono.
• Ya, que chasco me daba morbo que descubrieras algún secreto inconfesable jeje
• Pues no, ya ves, todo muy normal.
• ¿Qué planes hay para esta noche?
• La niña quiere que veamos una película
• Entonces yo voy a darme una ducha y me acostare en la cama a ver tv un rato y a dormir.
• Que descanses

La di un beso de buenas noches y continue absorto en mis pensamientos.

No tardo mucho en aparecer mi hija por el salón, llevaba un pantalón blanco corto de esos ajustados que apenas lograba retener sus glúteos y una camiseta fina de algodón. Se la veía bien sexy recién salida de la ducha y con aquella ropa juvenil que seguro se había puesto para llevar a cabo su plan. Sus movimientos eran calculados al milímetro. Durante un buen rato y con la excusa de buscar pilas para el mando a distancia me proporciono unas vistas preciosas de su trasero mientras se agachaba tratando de encontrarlas por los cajones. Tuve que hacer un gran esfuerzo para contenerme y no abalanzarme sobre ella. Debía de tener cuidado mi mujer estaba en la habitación al final del pasillo y había que tener cabeza. Puso la película y al venir hacia el sillón el pantalón ajustado marcaba por completo todos sus labios vaginales yo me hice el despistado, pero no pude impedir que durante unos segundos mis ojos quedaran clavados en su entrepierna. Ella se dio cuenta, soltó una sonrisa picarona, apago la luz y se puso a mi lado recostada sobre mi hombro. No había pasado mucho tiempo y mientras en la película los actores protagonizaban una tórrida escena de sexo, pude sentir su mano acariciándome suavemente la entrepierna. Ella miraba absorta la pantalla mientras sus dedos dibujaban círculos realizando un agradable masaje en mis genitales, aquello no tardo en provocar que mi polla comenzara a coger un tamaño considerable. Por un momento nuestras miradas se cruzaron y asustada aparto su mano. Fueron unos segundos eternos. No dijimos nada solo la bese en la boca uno, dos tres picos disfrutando del sabor de sus dulces labios. Mis besos se abrieron camino por su cuello hasta su oreja donde le susurre al oído mientras jugueteaba con su lóbulo:

• Esto no esta bien. Tu madre podría darse cuenta así que hay que tener mucho cuidado

Logro zafarse y Colocarse encima de mí. Sentada sobre mis piernas, se despojó de la fina camiseta ofreciéndome sus pechos firmes coronados por una sonrosada aureola y unos pezones duros que se erizaban como pitones al contacto de mi boca. Podría haber estado toda la vida deleitándome con aquellos pezones amarrado al sabor salado de la piel de mi hija, pero nos levantamos, me quito el pantalón y el bóxer y me agarro de la polla para llevarme hasta el sillón, una vez allí me empujo sentándome, se arrodillo ante mí y comenzó a chupar mi nabo como si no hubiera un mañana tuve que indicarle que fuera un pelín más cuidadosa.

• Tranquila no corras, hazlo despacio con movimientos suaves, poco a poco, eso es.

De repente era como si ella hubiese estado comiendo pollas toda la vida yo me sentía en el séptimo cielo sobre todo cuando ella alternaba la mamada con una paja cubana el roce de mi glande con el calor de sus pechos ufff. ¡que tetas tiene!

Le pedí que se pusiera en pie y me acompañara al sofá una vez allí la recosté y procedí a retirar el pantaloncito corto que aun llevaba puesto, su vulva se veía sonrosada y mostraba algunos hilillos de flujo que salían de su vagina, acerque mi mano y con la punta de mis dedos comencé un suave masaje. Le dije que se dejara llevar que no estuviera nerviosa, que se relajara. Mientras mi mano trabajaba su entrepierna mi boca buscaba la suya pretendiendo silenciar algunos jadeos que comenzaban a querer escapar.

Quería más y mi boca se moría por degustar aquellos jugos que brotaban de su vulva. Así que fue al encuentro de su humedecido chocho no sin antes recorrer todo su cuerpo con la punta de la lengua degustando cada poro de su ser hasta llegar a tan rico manjar.

Comencé una lucha frenética entre mi boca y la vulva de mi hija. Toda valía lengüetazos, succiones, chupetones, mordiscos todo con tal de llevarla hasta un gran orgasmo que no tardó en llegar.

Seguidamente mientras mi hija se recuperaba de su orgasmo me cogí la polla que estaba un pelín flácida y me la pele unos segundos hasta que volvió a coger cuerpo me incorpore sobre ella puse el glande a la entrada de su vulva y sin dejar de mirarla a los ojos y muy despacio comencé a penetrarla poco a poco así hasta que conseguí meterla toda y comencé a bombearla. La cabrona me hacia la pinza rodeándome con las piernas para que no me pudiese escapar. La avise de que estaba a punto de correrme y me pidió que no se la sacara que lo hiciera dentro. Así que aceleré mis embestidas e irremediablemente me corrí dentro de ella como me había pedido y así nos quedamos enganchados y sin decir nada durante un rato.

Hasta que:

• Hija Esto no puede volver a suceder.
• Papa esto solo acaba de empezar

                                                                                                    Continuara….