Hoy me gustaría contaros una situación que viví hace poco. Como he comentado previamente, estoy ya casado y con descendencia, lo que hace en general muy difícil tener una vida social mínimamente normal, más aún cuando tienes dos hijos. El pequeño aún va a la guardería, pero el mayor ya va al colegio. Y es precisamente en el colegio donde en cierto modo comienza esta historia.

La cuestión es que a raíz del típico grupo de whatsapp de los papás del cole y tras varios cumpleaños de niños, un grupo de papás hemos hecho bastante buenas migas, dando lugar a que tengamos un grupo paralelo, pues solemos hacer bastantes planes. Hemos ido al parque de atracciones, a la piscina en verano varias veces, y solemos hacer muchos planes con los niños en cine y teatros.

La cuestión es que hace unas semanas se planteó la opción de intentar quedar solo los papás, sin niños, para intentar relajarnos un poco. Se propuso un plan un fin de semana que más o menos todos podíamos (seremos unas 6 parejas) y que consistía en ir a una discoteca bastante conocida.

Sin embargo, cuando estábamos a dos días, al final, casi todo el mundo se rajó por… diferentes motivos, de tal forma que solo íbamos a ir mi mujer, yo, y otra pareja. Pero justo el día que habíamos quedado, cuando ya teníamos reservado el restaurante para cenar antes y demás, la otra pareja al parecer tuvo una fuerte discusión, y solo vino ella. Total, que me fui con mi mujer y esta mamá (Victoria) a una fiesta techno.

Mi mujer es anti drogas, pero yo no, y como descubrí, Victoria tampoco. Llevé cocaína en un pequeño bote que me permitía disimular bastante cuando quería ponerme, sobre todo de cara a que mi mujer no me viera. Pero Victoria, que creo que es “perra vieja”, enseguida se dio cuenta, y no tardó en aprovechar uno de los momentos que iba al baño para venir detrás y pedirme que le pusiera una raya.

La noche pasó mucho más rápido de lo que hubiera querido. Mi mujer estuvo casi todo el tiempo con Victoria bailando y provocando mientras yo me limitaba, en general, a tomarme copas y de vez en cuando drogarme. De vez en cuando creí ver miradas furtivas de Victoria, pero honestamente pensé que era todo producto de mi imaginación.

A eso de las 5 de la mañana decidimos irnos, pues aunque aún quedaba una hora para el cierre, no queríamos luego vernos con problemas para coger taxi. Mi mujer debía irse a casa de su madre, pues estaban allí los niños y dormiría allí. Pedimos por lo tanto el primer taxi para ella y la despedimos. Victoria y yo nos quedamos esperando a que llegara el siguiente taxi que nos llevaría a la zona en la que vivíamos ambos. Ella apenas vivía a un par de kilómetros de mi casa, así que la idea era llevarla a ella y luego a mí.

No tuvimos que esperar apenas. Un minuto después de que mi mujer se hubiera ido apareció nuestro Uber, y nos subimos.

Estoy reventada.. hacía muchísimo que no salía. Ya estoy mayor, jajaja. – dijo Victoria.

Bufff.. si la verdad que yo estoy también algo agotado, aunque la “química” me tiene un poco revolucionado. – contesté.

Y eso? Que te pasa?.- dijo ella.

Nada, que siempre que me pongo pues luego pago las consecuencias… - contesté.

¿Qué consecuencias?.- preguntó Victoria.

Bueno, lo primero será comer techo, y lo segundo, ir con un calentón importante para casa. – contesté.

Yo con lo primero no suelo tener problema.. pero lo segundo, estoy igual.- dijo ella.

Al menos tu llegas a casa y tienes a Alfonso para lo segundo… .- le dije.

Alfonso estará en el quinto sueño…..- me contestó.

Bueno, pero siempre hay formas creativas de despertarle… .- le contesté mirándola fijamente.

Formas creativas?.- preguntó.

Hombre Victoria… no sé, le puedes hacer una mamada según llegas y seguro que se despierta y de muy buen humor .- le dije.

Se nota que no conoces a Alfonso… para él dormir es una prioridad absoluta.. incluso por encima de eso…. Pero y tu que?. Entiendo que al irte a casa solo pocas opciones te quedan. – contestó ella.

Pocas.. pocas.- contesté.

Pero.. dices que llegas con calentón. De qué? Si no es indiscreción. – me dijo ella sonriendo.

Estaba super ido y aunque era la madre de un amigo de mi hijo… me lancé. Total, al fin y al cabo, era simplemente cuestión de decirle lo que me apetecía, nada más.

Pues mira.. siempre que salgo y me pongo suelo tener siempre ganas de las mismas 3 cosas: comer coño, comer culo, y follar por el culo. – contesté. – Y tu… con cual de las 3 te quedarías? .- pregunté, subiendo la apuesta.

Me miró fijamente. Yo estaba sentado en el asiento al otro lado del coche. Ella iba tras el conductor y yo tras el copiloto. Se quitó el cinturón y se me acercó para decirme al oído:

-          Con las 3.

Entonces, puso su mano sobre mi polla disimuladamente y empezó a desabrocharme la bragueta a la vez que empezaba a besarme por el cuello y por la oreja. Cuando consiguió sacarme la polla se fijó que ya estábamos llegando a donde vivíamos, así que me guardó la polla de nuevo y me dijo: vamos a tu casa?

Yo indiqué entonces al uber que cambiara la dirección, pues de mano íbamos a ir a dejarla a ella, y nos fuimos a mi casa.

Nos dejó y entramos en el piso. Le dije que se sentara mientras yo fui a por un par de cervezas. Cuando volví, me senté a su lado e hicimos un brindis.

Así que con las 3 te quedas… pero imagino que alguna tendrá preferencia.- le pregunté.

Si, claro…. Si me dieras a escoger solo una, escogería una.- me dijo con una sonrisa pícara.

Y cual sería? .- pregunté.

Entonces se levantó y se puso frente al televisor. Se quitó primero la blusa. Luego el sujetador, dejando unas enormes tetas al aire.

A continuación se quitó los zapatos, y acabó con el pantalón. Se quedó únicamente vestida con el tanga.

Cual crees? O cual querrías?.- me preguntó mientras se acariciaba las tetas.

No daba crédito. Estaba buenísima, mucho más de lo que parecía. Y la verdad es que no se cual de las 3 me apetecería más. Quería hacérselo todo. Comerle el coño, el culo, y follarmela por el culo.

Creo…. Que tu querrías que te de por el culo. Pero creo… que si tengo que escoger… .- le dije mientras me levantaba hacia ella.

La agarré del culo y empecé a besarla. Fui hacia sus orejas. A su cuello. Noté como su piel se erizaba. Bajé a las tetas y empecé a lamérselas. Los pezones eran enormes. Me los metí en la boca mientras iba bajando mis manos hacia su culo y le apartaba el tanga. Le empecé a meter un dedo en el coño. Poco a poco. Estaba tremendamente húmeda. No pude evitar meterlo lo más adentro que pude y sacarlo para lamerlo. Lo volví a hacer y entonces se lo di a lamer a ella. Seguí metiéndole un dedo un minuto más, y entonces lo saqué y le aparté las nalgas. Empecé a meterle un dedo en el culo, y me sorprendió que entraba increíblemente fácil. Le metí entonces un segundo dedo, e igual.

Empecé a mover ambos dedos dentro de su culo mientras ella gemía y me lamía una oreja. Entonces los saqué y se los metí en la boca, y luego después de que los chupara los llevé a mi boca.

Ya no podía más, así que la agarré y la puse a 4 patas en el sofá. Y entonces empecé a lamerle el coño, desde abajo, despacito. Gemía, le gustaba, y estuve un par de minutos, para entonces pasar a su ano. Le volví a abrir las nalgas, dejando su ano a la vista. Era bonito, pero se notaba que había sido follado múltiples veces. Empecé a lamerle por los alrededores. Poco a poco. Le lamía de dentro a afuera. Le lamía las nalgas, despacito, para volver al ano. Entonces pasaba a meter la lengua dentro de su culo. Ella gemía, y empezó a tocarse. Seguí un buen rato metiendo y sacando la lengua dentro de su culo. La escupía, de vez en cuando le metía algún dedo, pero siempre volvía a meter la lengua. Era algo increíble. Indescriptible.

Entonces la senté sobre el sofá y yo me quité la ropa. Primero la camiseta, y acerqué mis pezones a su boca. Los chupaba y luego los mordía. Despacio, pero con firmeza. Le hice repetir la operación en el otro pezón y me levanté.

Me quedé mirándola. Miraba esos ojos verdes. Esas tetas que tenía bajo mi. Esperaba… a ver que pasaba. Y entonces me bajó la cremallera y me sacó la polla. Empezó a cascármela mientras me miraba fijamente. Y entonces me dijo:

-          Te voy a hacer una mamada que no te ha hecho ni tu mujer… - dijo.

-          Ah si? Y como sabes como las hace mi mujer? .- le pregunté.

-          No lo sé… pero estoy segura que la chupo mejor que ella.. tu me dirás.- contestó

Y sin más dilación se metió mi polla en la boca. Y… no se equivocaba. Fue la mejor mamada que me han hecho en toda mi vida. Fue increíble. Y de hecho, no pude evitar correrme en su boca. Y lo mejor fue como recibió mi leche. Como me la enseñó. Como se la tragó. Como luego vino a besarme en la boca con la mayor de las lujurias que jamás he visto.

Entonces se sentó en el sofá. Y se empezó a beber su cerveza. Estuvimos bebiendo un buen rato. Hablamos. Hablamos mucho. Sobre su relación. Sobre la mía. Sobre la suerte que en cierto modo teníamos de habernos encontrado. Sobre la increíble noche que estábamos pasando.

Pasó una media hora cuando de repente se levantó y se puso de rodillas a comerme de nuevo la polla. Pensé que no iba a ser capaz de recuperar pero.. si, lo hice. Sabía bien como hacerlo. Y entonces, cuando ya estaba de nuevo arriba, dijo:

-          Falta algo.. van 2 de 3.

La miré. Sabía a que se refería.

Quieres que te folle el culo, no? .- pregunté.

Quiero que me folles el culo. – contestó.

Y es que si hay algo que me guste más que el sexo anal en si, es que me digan que quieren que les folle el culo. Que me lo pidan.

Y como quieres que te lo folle.- pregunté?

Se quedó pensativa un momento y entonces se tumbó en el sofá, en la zona larga del chaiselong. Se levantó las piernas dejando el culo bien visible.

No hizo falta más. Era la mejor posición. Mucha gente cree que a 4 patas es lo ideal para el sexo anal. Pero nada más lejos de la realidad. El sexo anal a 4 patas es muy placentero, es muy morboso, pero no es la mejor forma de meter la polla en el culo. Quizás si ella ayuda abriendo las nalgas la cosa mejora, pero aún así, hay opciones mejores. Como la que me ofrecía.

Tenía el ano ahí, disponible para mi.

Así que no tardé en acercarme y empezar a metérsela. La miré mientras apenas tenía la puntita dentro y le pregunté:

Suave o fuerte?

Sonrió.

Rómpeme el culo.- contestó.

Y entonces no necesité más. Tenía la puntita dentro. No tengo una polla excesivamente grande. Pero es gruesa, bastante gruesa. Ya notaba como la puntita solamente, aunque entraba bien, se notaba que estaba… sufriendo a la vez que disfrutaba. Y entonces, la metí entera. De repente. Sin… cuidado.

Gritó. Le dolió. Creo que mucho. Pero pude ver en su cara como esa mueca inicial de dolor se transformaba en una sonrisa. Con el tiempo supe que le encantaba ese dolor asociado al sexo. Que romperle el culo, literalmente, era placentero.

Empecé entonces a bombear. Ella me miraba fijamente mientras se tocaba las tetas. Y no paraba de decirme: “fóllame el culo”, “fóllame el culo”. La cabrona me caló enseguida y supo muy bien darse cuenta de lo muchísimo que me ponía eso.

No tarde mucho en correrme dentro de su culo. Cuando ella notó que me había corrido entonces se giró y me lamió la polla.

Cuando acabó, se vistió y llamó a un taxi para irse a su casa, no sin antes decirme que esto solo era el principio y que esperaba verme al menos una vez a la semana en su casa para que, como mínimo, le comiera el culo.

Y la realidad es que a día de hoy… aún sigo yendo, al menos, una vez a la semana a su casa, para comerle el culo… como poco.