PEQUEÑA DESGRACIA HUMANA (TRANSICIÓN)

Voy a seguir hablando de este hombre al que desearía no haber conocido nunca, (si no sabéis quien es leed el relato anterior) le quiero más que a mi vida pero a su vez lo que deseo es odiarlo, me hace sufrir solo con su existencia y no me da nada, cada día me quita más su atención que es lo único que anhelo.

Sigo hablando con él, uno o dos mensajes diarios, mensajes que espero con ansias como perra en celo. El otro día le traté como a un tío, es lo único que pensé que tenía de él pero su respuesta no fue otra que “¿Dónde firmé yo que era tu tío”? Me volvió a destruir, no tengo nada suyo, ni eso quiere darme.

En ese momento me estaba probando un chaleco en Stradivarius y cuando lo leí me puse a llorar en el probador, ¿porqué eres tan cruel?, si no quieres nada de mí, bloquéame , yo no puedo hacerlo.

Después me compré un lazo para el pelo junto al chaleco, salí de la tienda y me metí al burguer king.

Tuve una bonita excusa para darme otro atracón, tres hamburguesas de un euro, un menú the king huevo beicon, bolitas de queso picantes y alitas de pollo, como una autentica cerda, me metía la hamburguesa a grandes bocados mientras lagrimas y mocos se mezclaban con el kétchup.

Comía tan deprisa que me atraganté en dos ocasiones, ni a mi novio se la chupo con esas ansias. Mientras tanto pensaba., ¿Porqué me haces tanto daño? Maldito desgraciado, maldita desgracia humana, condenado, estúpido detestable, cómo te odio. No quieres nada de mí pero sigues estando en mis contactos.

Si no quieres nada de mi… ¿porqué sigues aquí? Hijo de la gran puta, tu existencia me hace daño, ya que estás en mis contactos telefónicos y no quieres bloquearme por lo menos da algo, no seas una ameba, perro pulgoso, asqueroso, rata inmunda, monstruo, escoria, zurumbático de los cojones.

No se a que juegas Emilio, si, ya me da igual llamarte por tu nombre eres lo peor y lo mejor que me a pasado en la vida, ojalá no hubieras aparecido jamás, hubiera sido más feliz sin conocerte, sin saber que podía existir el hombre perfecto, se vive mejor en la más absoluta ignorancia, te odio eres un trapisondista.

Lo peor de todo es que soy tan sumamente masoquista que con todo el

daño que me estás haciendo sigo deseándote lo mejor en esta endemoniada vida, no podría verte hundido ni podría soportar que te pasara nada malo, tan solo que no soy capaz de encajar tu cruel rechazo, es que no me dejas ni llamarte tío y te ríes de ello.

¿Por qué tanto dolor? Yo te doy toda mi atención, todo mi tiempo, sueño contigo, y solo recibo golpes de tu parte. EMILIO TE ODIO, TE ODIO CON TODO MI SER PERO TE ADORO ¿Qué tengo que hacer para que me des un poco de atención? Sé que nada, no puedo hacer nada porque no te importo.

Si solo pudiera tener un poquito de cariño por tu parte… sería feliz, odio aquel día en el que discutí contigo solo por quererte ver, maldita hora en el que te lo propuse, perdóname, yo no pretendo causarte problemas, perdóname por favor, solo deseo atención y no sé cómo hacerlo.

Ahora del odio pasé al llanto porque me siento impotente , el rechazo se siente de una forma muy fea e intensa, si pudiera en este momento me arrodillaría ante ti besándote los zapatos solo para que me dijeras “buena puerca” y quizás me dieras una caricia en la cabeza… si creyera en dios le pediría un poquito de tu atención… pero ni si quiera sirvo para ser creyente por lo que tan solo me queda saber que voy a vivir una vida de rechazos e infelicidad , por muy feliz que me haga mi pareja tú siempre estarás detrás, ademas, siempre que le vea a él te veré a ti, ya que, tú fuiste el que me enseñaste a buscar gente dentro del mundo BDSM y gracias a tus consejos le encontré a él.

Como dije antes no creo en Dios pero casi no me queda nada más por intentar, entre otras muchas cosas en eso se basa la existencia de dios, se supone que él hace posible lo imposible… y soy tan patética que me planteo una y mil veces en rezar a ver si hubiera suerte y si me hace este milagro hacer una promesa.

Quizás, hacer el condenado camino De Santiago andando desde Madrid, una vez de niña aún sin entender ciertas cosas sin saber que era atea pedí un imposible a ese santo y la persona que se estaba muriendo se salvó, quien sabe… solo quiero un poquito de atención , no es tanto pedir… me voy a volver loca

Pocas palabras tengo que decir más por hoy, solo que … esta puerca te adora, rata inmunda.

Un saludo de la desgracia humana