EL SUEGRO Parte 6
_Montse ¿podemos hablar?_ dije
Ella estaba sobre la cama, sentada con las piernas cruzadas y los pies desnudos debajo de cada rodilla, en posición de indio o de buda. Trabajando con el portátil sobre las rodillas.
Luego del desayuno surrealista que habíamos tenido, mi padre se fue a duchar al baño de servicio y ella había venido a nuestro cuarto.
_Si, claro, amor_ dijo ella, apesadumbrada.
_Joder ¿qué hacemos ahora?_
Ella me miró con infinita tristeza, sus ojos oscuros, apagadillos, su naricita, sus labios sensuales. Con el pelo recogido en una coleta, las facciones perfectas de su carita morena parecían destacar más aún.
_Tienes que hacer que tu padre se vaya, no le des opción_
La luz eléctrica ya había regresado, era una mañana plomiza y gris, casi no llovía ya.
_Ahora iré a hablar con él_
_Y luego no sé….tendremos que hablar mucho tú y yo………_ dijo
_Fue tremendo…lo que pasó_ dije
_Si te refieres a haber follado a lo bestia con mi suegro, enfrente de mi novio…si, yo diría que bastante tremendo_
_Es qué…es un puto animal_
_Joder Edu….no querrás que hablemos de…como me folló ¿te pone eso?_ dijo ella con dureza
_ ¿Alguien te había follado así antes? ¿Te habías corrido así con alguno de los otros?_
_Tú sabes la respuesta……_ dijo
Nos miramos, ella bajó la cabeza, miré la forma de su cuello de gacela, inclinado sobre el portátil.
_ ¿Qué?_ dijo de pronto sin levantar la cara, escribiendo algo sobre el teclado, los ágiles dedos, con sus anillos de plata.
_ ¿No vas a decirme nada?_ dije
_Joder ¿quieres que te haga un dibujo también? Me folló como nadie en toda mi vida, me corría solo con sentir su polla dentro de mi….ya lo has visto ¿estás conforme?_
Me sorprendía de la dureza de Montse, parecía estar tan cabreada conmigo, a la vez, era como si el amor que nos teníamos se hubiese enfriado súbitamente.
_Ven aquí, bobo, te quedas mirándome así, como un cachorrillo_ dijo de modo más cariñoso
Me senté en la cama, ella cogió mi mano y echó su cabeza sobre mi hombro, pude ver sus tetones impresionantes por entre la blusa.
_No estoy nada orgullosa de mi tampoco…es una puta mierda todo esto….no he podido hacerle frente…es un cabrón…un manipulador_ dijo ella
Y además tiene una enorme polla que te pone loquita, pensé pero no lo dije, claro.
_Yo creo que ha de irse…ya ha logrado lo que quería, humillarme…follarse a mi novia…siempre me ha humillado, desde que era un crio_
Ella me besó entonces, nuestras bocas se juntaron, la imagen de ella, mamándole la polla a mi padre cruzó por mi mente
_Aunque me haya follado como lo hizo, yo te sigo amando…. Y vales mucho más que él, es solo un viejo….un viejo de mierda…_ dijo
Me chocó eso de “aunque me haya follado como lo hizo, yo te sigo amando” ¿Era necesario aclararlo? ¿No estaba claro que tenía que ser así? Un temor amargo comenzó a desenroscarse dentro de mí como una serpiente maligna.
_Ya debe de haberse duchado, iré a hablar con él_ dije
_Edu……cariño_ dijo ella mientras yo me ponía de pie.
_Haz que se vaya ahora mismo…..por favor, no lo escuches si te da alguna excusa para quedarse_
Su mirada era tan suplicante, su voz sonaba tan atemorizada, me lo estaba implorando con una claridad que me estremeció.
Si yo no lograba que se marchase, acabaría follándola otra vez. No había dudas de ello.
Mientras caminaba por el pasillo la cabeza me daba vueltas. Ella era una abogada de 31 años, hacía seis años que estábamos juntos. El piso en el que vivíamos estaba a mi nombre.
Él era mi padre pero lo había visto en tres oportunidades en los últimos veinte años.
Sin embargo parecíamos, ella y yo, dos chiquillos atemorizados por el ogro malvado de los cuentos.
La puerta de su cuarto estaba entre abierta, me detuve allí, escuché un ronquido, suave pero a la vez grave y profundo.
Otra vez esa imagen del ogro durmiendo en el bosque ¿Te animarás a despertarlo pequeño Edu?
Abrí la puerta procurando no hacer ruido. Mi padre dormía, completamente desnudo.
Todos habíamos dormido mal durante la noche, él además se había follado a Montse dos veces.
Parecía tan inofensivo así, sus ojos cerrados, la respiración hacía levantar el pecho desnudo, los brazos y las piernas musculosas, pero el vientre abultado por la edad y la cerveza.
Se había deshecho la coleta y unos mechones de pelo blanco y amarillento, le daban marco al rostro sereno y abotargado.
Se movió un poco para un costado y pude ver su enorme polla, en descanso, pero seguía siendo un pedazo de polla, gruesa, cabezona, con venas azules sobre la piel oscura ¿Eso era todo? ¿Una gran polla y ya mi novia se derretía como una zorra?
Y él parecía conocerla tanto, la manejaba tan bien, haría con ella lo que quisiera. La convertiría en su perra, acabaría por domarla y montarla como una potranca.
¿Y yo? ¿Qué tenía para decir en mi defensa? ¿Era tan poco hombre como para ver a mi novia follar con mi padre y pajearme como un mandril mientras tanto?
Es que…..era tan excitante joder, era un dolor y una sumisión que no había nacido en las últimas horas, era algo alimentado y fortificado por mi padre para conmigo desde que yo era un niño y él un adulto. Había quebrado mi voluntad hacía mucho tiempo y me había hecho temerle y obedecerle, estaba dentro de mí, como un virus.
Había alimentado mis inseguridades y esperado mi fracaso.
Pero aun así, yo no había fracasado, había salido adelante sin él y a pesar de él.
Y había sabido conquistar a una mujer como Montse.
Venga chico, fue Emilio quien le ordenó que ligara contigo.
Ella era la puta de los socios principales y cumplió el encargo.
Si, maldito hijo de puta, tienes razón pero luego ella se había enamorado de mí, por quien yo era y me había sido fiel todos estos años. Dije a mi mismo en el dialogo imaginario que estaba teniendo.
Venga chico, se quedó contigo porque le convenía a la muy zorra, le iban a echar a la calle cuando se cansaran de ella o cuando ella misma se cansara de que la usaran de puta.
Vio su oportunidad, eso era todo, no era una buena abogada, es bastante mediocre, esa es la verdad.
“Eres tan cerebrito…te quiero para mi” había dicho cuando nos besamos la primera vez.
Te quiero para mí. Como algo que va a cumplir una función, algo que se usa y se tira luego, hasta que aparece el hombre de la polla grande y le hace ver las estrellas.
Entorné la puerta, salí al pasillo, tenía los ojos llenos de lágrimas.
No, no era verdad, ella me amaba, sinceramente.
_Pues si te ama, tendrá que resistir los avances de tu padre, como sea, no es una chiquilla, joder_
Dijo esa voz horrible dentro de mí.
_Cariño, se ha dormido, no quise despertarle, cuando se despierte, le diré que debe irse_
Ella estaba en la misma posición, con el portátil, veía los delicados dedos de sus pies asomar por debajo de las rodillas.
_ ¿Se ha dormido? ¿Es un crio ahora, un bebé al que no se puede despertar?_
_Si quieres puedes ir a despertarle tú_ dije
Inmediatamente pensé en la imagen de mi padre durmiendo desnudo.
_Que tonto eres Edu……no te enteras……no te das cuenta de las cosas_ dijo y siguió trabajando en el portátil.
_Si tu padre quiere almorzar, encárgate tú de cocinar_ dijo mientras yo me iba
_Vale_
Me senté en uno de los sofás de la sala, eché un vistazo al móvil. Como dije antes, habíamos dormido mal durante la noche. Ni cuenta me di cuando me dormí.
_Hijo ¿No almorzáis en esta casa?_
Mi padre estaba frente a mí, con su camiseta de siempre, en calzoncillos y descalzo.
_ ¿Quieres almorzar?_ le pregunté, adormilado
_Montse ha dicho que no tenía hambre, la puerta estaba con llave, que chiquilla_
_Ven, haremos unos bocatas_
_Me vale_
_Y luego te vas, ya te has follado a mi futura esposa, ya te vas contento_
_Joder supongo que me invitarás a la boda, soy tu padre_
_Si claro hombre, como no_ dije
Fuimos hasta la cocina.
_Hay jamón de york y cheddar_ dije inspeccionando en el frigorífico.
_Vale, por mi está bien_
Preparé los bocatas.
_ ¿Tienes cerveza? _ dijo.
Saqué un botellín, lo puse sobre la mesa
_ ¿Tú no bebes?_
_ No_
_En el cuarto hay una guitarra ¿La tocas tú?_
Ni siquiera eso sabía de mí.
_No, es de Montse_
_Si ¿Y canta también o solo toca?_
_Canta, tiene buena voz_
_Además canta la niña ¿lo hace bien?_ dijo, mientras engullía con satisfacción el bocadillo.
_Si…hombre no es que sea una profesional…pero_
_Me gustaría escucharla_ dijo
_Anda ya_
_Joder, de verdad, la escucho cantar unas canciones y me marcho_
En realidad, me parecía que Montse no cantaba demasiado bien, no entiendo demasiado de música, pero en fin……….. No podía creerme las actitudes de mi padre.
_No creo que a ella le apetezca, es un poco tímida_ dije
_Si bueno, ya me ha quedado claro lo tímida que es_
_Joder, no te cortas un pelo_ dije
_Perdona hijo, pero es que es una fiera….menuda hembra has pillado….es dinamita…le acercas una cerilla y Bum!, todo explota_
Se reía de su propio chiste como un idiota.
Mi padre comía contento y feliz, en su propio mundo, que cosas andarían por su cabeza, la culpa no era una de ellas. Se acabó el bocata y el botellín de cerveza.
_ ¿Quieres otro bocata?_ le dije
_ ¿No tendrás bonito o atún?_ dijo él
Busqué en la alacena, encontré una lata de atún, preparé un bocata con eso y tomate.
Saqué otro botellín y lo puse sobre la mesa.
Lo miraba comer imperturbable.
_Venga convéncela de que cante para mí, hasta que no la escuche no me voy_ dijo
_No tienes límites eh_
_Hijo la vida es corta, trata de hacer lo que te gusta, cuando puedas hacerlo, no sabes lo que te deparará el mañana_
_Por eso nos abandonaste a mamá y a mí, haz lo que te gusta sin importar una mierda de los que tienes al lado_ dije con rabia.
_ ¿Sabes qué? En esa época, bueno, tus abuelos habían muerto hacía bastante poco, pensaba mucho en mi padre, un tío tan correcto, alguien que había hecho siempre lo que se esperaba de él, muy estricto ¿sabes? Joder, con él no había jueguecillo posible, no te podías apartar del camino recto y mira por donde, se había muerto así como así, su vida había sido…nada, era como si nunca hubiese existido. Tu madre me ahogaba hijo, muy bella, muy refinada, pero que agobio macho, el trabajo en la bolsa, todo eso me cansó y lo mandé todo a la mierda. Sabía que tú estarías bien con ella. Les dejé el piso que ya estaba pago, en fin
Sabía que Emilio se abalanzaría sobre ella en cuanto yo me hubiese marchado y al final también eso salió bien, él te ha ayudado bastante después de todo_
_ El piso tuvimos que venderlo, papá, Emilio, no sé, hubo otros tíos antes que él y ahora vienes aquí y te follas a mi novia, así por la cara, venga, no sé cómo puedes…_
_Hijo, sé que es tu novia y tú la amas, pero pedía a gritos que me la follara y a ti te ha encantado verlo, además, no es normal como ha estado ayer durante la cena, vamos que desde el principio ha estado en pie de guerra, no se muchas cosas de la vida, pero sé exactamente cundo una mujer pide a gritos que se la follen y además….no he podido resistirme, esa carita que tiene y ese cuerpazo…quien se hubiese podido contener_
_Alguien que no piense con la polla, que tenga un poco de respeto por la gente_
Se rio, divertido.
_Esta polla mía ha manejado mi vida como ella ha querido_
_Montse, soy yo, abre_ dije
Escuché los pasos leves de sus pies desnudos, la llave giró, abrió la puerta.
_ ¿Ya se ha ido?_
_Quiere escucharte cantar unas canciones con tu guitarra y se marcha_
_Te estás quedando conmigo, no puedes estar hablando en serio_ dijo ella, con cara de asombro, todavía tenía la coleta hecha en el pelo.
_Se le ha puesto eso en la cabeza_
_ Edu, si no se marcha ya mismo me voy yo, a cualquier sitio_
_Venga, ya has follado con él ¿Qué puede ser peor? Cántale unas canciones y se marcha ya de una vez_
_Es que yo no me lo creo, de verdad, es que no sé si voy a casarme con un gilipollas o qué_
_Venga, ya he llevado la guitarra a la sala_
_Estáis locos los dos, sois unos putos enfermos_ dijo
Montse, ahora se había soltado el pelo, su vaquero ajustado le marcaba esas curvas de escándalo como siempre, mi padre estaba sentado en el sillón, frente al sofá, donde estaba la guitarra, como un niño bueno, esperando su regalo de navidades.
La guitarra se apretó contra los tetones, la blusa se estiró hacia abajo y dejó a la vista el nacimiento de esas tetazas y el canalito en medio de esas enormidades, la piel tersa y morena de sus pechos, tocó un acorde en la guitarra, comenzó a afinarla con gesto de concentración.
Mi padre miraba sus tetas y sus manos con embeleso, como si no se la hubiese follado salvajemente hacía una par de horas.
_Me sé solo dos o tres canciones, que le gustaban a mi madre, no empieces a pedir canciones porque no sé más_
_Está bien niña, canta las que tú quieras_
Yo conocía bastante bien ese repertorio, Montse las había cantado en alguna reunión de amigos solo por una vez, era un repertorio vintage por así decir, cancioncillas bastante antiguas que le gustaban a su madre como ella había dicho.
_Ya no me baila un gusano en la tripa_ comenzó cantar con los ojos cerrados.
Era surrealista, cantando para el tío que le había dado por el culo y había hecho que se corriera como una cerda.
_Cuando suena el teléfono y escucho su voz_ la voz le temblaba un poco en verdad.
Mi padre escuchaba atento, llevaba el pantalón de cuero y se había calzado con sus botas tejanas, no le perdía ojo a mi novia.
_Será que la rutina ha sido ma as, ma as fuerte_ cantaba ella
Mi padre asentía, como si estuviese de acuerdo con la letra.
_Aguanta un poco más, o lo echamos a suerte…lo echamos a suerte_
Ella siguió cantando siempre con los ojos cerrados, hasta el final, mi padre hacía el papel del tío que esta compenetrado hasta la medula. Me daban ganas de golpearle.
La canción concluyó, ella alzó la cara, arrebatada y seria.
_Joder…que belleza…..que preciosura de garganta tienes….es que tienes...…tienes un don ¿No has pensado nunca en dedicarte a esto?_
_Anda ya……..bueno ya me has escuchado…- dijo ella y comenzó a quitarse la guitarra de encima.
_Espera, has dicho que te sabías dos o tres……¿Cuáles son las otras?_
Montse me miró con fastidio, joder estaba descalza, que guapa era, con su naricita pequeña, el lunar cerca de su boca que parecía moverse con vida propia cuando cantaba, los dientes blancos y fuertes en su carita morena, parte del pelo le caía sobre la cara, se lo apartó echando la cabeza hacia atrás.
Ella volvió a cerrar los ojos y a rasguear las cuerdas, sabía cuál venía ahora. Una canción de La oreja de Van Gogh
_En un día de estos en que suelo pensar/ hoy va a ser el día menos pensado_ cantó, con su cuello de gacela, bien estirado hacía arriba, la boca sensual articulando las palabras, la vocecita pequeña dando las notas con timidez.
Mi padre seguía el ritmo con un dedo tosco sobre el apoyabrazos del sillón.
_Desde el momento en el que te conocí/ presumiendo….._
Los tetones casi que se apoyaban en la parte superior de la guitarra, ella estaba tan concentrada que no parecía notarlo.
_Por eso esperaba con la carita empapada/ a que llegaras con rosas/ con mil rosas para mi…_
Y entonces miré a mi padre y el cabrón hijo de puta estaba emocionado o fingía estarlo, sus ojos brillosos, parecían a punto de llorar.
Montse seguía cantando con los ojos cerrados, pero en un momento los abrió y vio en ese estado a mi padre, volvió a cerrar los ojos y a seguir cantando _Pasaron seis meses y me dijiste adiós…_
Y luego ese puto estribillo
_Por eso esperaba con la carita empapada/ a que llegaras con rosas/ con mil rosas para mi…_
Y otra vez mi padre conmovido y luego ya vi que lloraba, una lagrima caía por su rostro, no podía ser tan cínico
_Donde los viernes cada tarde la esperanza dice: quieta hoy quizás si_ concluyo ella.
Y levantó el rostro, y se encontró con mi padre llorando como un idiota.
Estábamos en viernes además como decía la canción.
Montse no decía nada, se echó otra vez el pelo hacía atrás con esa mano llena de anillos.
_Es que…….recordé a la madre de Edu…siempre le llevaba rosas cuando la conocí…antes de ser un cabrón…_ dijo y se secó las lágrimas con el dorso de la mano
_Disculpadme…..soy un idiota_ remató
_Las canciones provocan eso…nos traen recuerdos…que están siempre…_ dijo ella.
Venga Montse si se está riendo de nosotros el gilipollas, pensé
_Pero es que tú además….le pones un sentimiento…tía…que no es normal_ dijo mi padre
Montse me miraba muy seria a mí y luego a él, dudando si este viejo crápula no le estaba tomando el pelo.
_ ¿Cuál es la última?_ dijo él
__Creo que se llama “Si tú no estás aquí” _ dijo ella
_ ¿De verdad te sabes esa canción? La escuchábamos siempre con mi esposa, no me lo creo_ dijo él
De pronto se había vuelto todo un romántico sentimental, mi padre
_Cántala…por favor…venga_ dijo él
Ella comenzó a tocar la guitarra muy lentamente, veía sus largos dedos morenos pulsar las cuerdas con suavidad, los anillos no parecían molestarle.
Y luego cantó con voz muy dulce.
_No quiero estar sin ti/ si tú no estás aquí me sobra el aire…_
_joder…_ exclamó mi padre.
Sentí que no podía más de tanta estupidez, me levanté de un salto.
Monte cantaba con los ojos cerrados y con una mueca de estar compenetrada y conmovida con lo que cantaba
_Si tú no estás aquí no se/ qué diablos hago amándote_
Mi padre sollozaba de nuevo.
Fui hasta la cocina para no verlo.
Que maldito bufón del demonio que era, lo odiaba en ese instante más que cuando había estado dándole por el culo a Montse en nuestra cama. En ese momento yo estaba cachondo al menos.
La voz de ella me seguía llegando con esa canción melosa a la que odiaba.
De pronto la música cesó, en mitad de una frase, silencio.
Fui hasta la sala, se estaban besando. Mi padre cogía la carita morena de mi novia con sus dos manazas y le daba un suave morreo, refregando su gran bigotón de morsa, sobre los labios y el lunar de su boca, las lenguas jugaron, mi novia estaba respondiendo al beso, todavía tenía la guitarra en el regazo y los tetones montados sobre el instrumento.
Ella me vio de reojo, entonces lo apartó con las dos manos sobre el pecho de él.
_Espera….para……para joder_ dijo ella
Los labios se despegaron por fin.
_Haces que estás emocionado….o estás riéndote de nosotros…no lo sé………soy la novia de tu hijo….ya me has follado….no me has obligado…no somos niños claro…y luego quieres que cante….ahora quieres follarme de nuevo…..Esteban..…¿Quieres jodernos la vida? ¿Qué pasa contigo tío?
¿Es que quieres jodernos la vida?..........¿No te basta ya ?_
Mi novia estaba alterada, los ojazos negros bien abiertos
_Tienes razón…perdona…….es que eres tan hermosa…..por un momento imaginé…estar en un velero….en medio del mar y tú cantando….con el sol poniéndose…y ……._
_Esteban…basta…..debes marcharte….me voy a mi cuarto…Cuando salga….si tienes algo bueno dentro de ti todavía, si quieres un poco a tu hijo………espero que te hayas marchado_
Montse, se levantó del sofá, dejó la guitarra a un lado.
Mi padre me miró como avergonzado.
Cogí la guitarra.
_Voy a buscar mi chupa de cuero y el móvil_ dijo él
Caminamos por el pasillo hasta el cuarto donde él había dormido.
_Hijo…perdona…..soy un cabrón…pero no quiero joderos la vida_
_Está bien papá… lo que ha pasado….ha sido….bueno….algo que no debió haber pasado…..pero_
_Ya está hecho….no me arrepiento…ella es ...….bueno ya sabes lo que es…_
Si, pensé, es un pibon, de una belleza acojonante, una mujer de bandera, y ese culazo y esos tetones merecían una polla como la tuya y al final ha sido ella quien te ha parado los pies. Bien.
Y ahora espero no volver a verte por el resto de lo que me quede de vida, viejo cabrón. Todo eso pensé.
_Siempre serás mi padre_ dije
_Y tú siempre serás mi hijo, pase lo que pase_ nos abrazamos, sentí un poco de asco la verdad
Caminamos por el pasillo.
_Bueno, supongo que antes debo despedirme de tu novia_ dijo
La idea no me apetecía, pero debí aceptar
_Vale_ dije
Llegamos a la puerta del cuarto, toqué con los nudillos.
_Montse, mi padre quiere despedirse_ dije
No hubo respuesta.
Antes de que pudiera impedirlo mi padre abrió la puerta. Avanzó unos pasos, yo entré detrás de él.
_La madre que me parió_ dijo él
Montse estaba de rodillas en la cama, de espaldas a nosotros, sentada sobre sus talones, llevaba un tanga rojo, con unos tirantes finísimos. Una sola vez se había puesto ese conjunto para mí, recordaba que era de encaje por delante, con unas perlas, el sujetador rojo, también de encaje, tenía varios tirantes también que cruzaban sobre sus pechos y los dejaban casi al desnudo.
Las plantas de sus pies con sus arruguillas y pliegues asomaban por debajo de su culazo moreno, las nalgas redondas y tersas, con la tira roja del tanga dividiendo esos dos globos.
La larga melena le llegaba hasta la cintura, ella giró su carita, bajó los párpados tímidamente.
Su boquita de labios carnosos se entreabrió, la naricita aleteó en forma leve, como el hociquillo de una gacela en medio de bosque, venteando el peligro.
_ ¿Estabas esperándome preciosa?_ dijo mi padre
Ella asintió con la cabeza, bajándola y subiendo dos veces.