Hola lectores, rico día! Cómo ya sabrán quienes han leído mis anteriores relatos me gusta exhibirme un poco en vía pública vestidita de nena y algunas ocasiones eso me ha traído algunas anécdotas más que interesantes y gozosas. Esta vez quiero contarles otra que me sucedió en la ciudad de Saltillo Coahuila con unos policías. Para ser sincero tiene sus toques de ficción. Iba yo por la carretera rumbo a Monterrey, era luna llena y andaba como loba esperando que se hiciera tarde para salir cercano a la media noche a la carretera, llevaba microfalda de tablones, medias al muslo, tanguita, tacones altos altos y un top mini. Antes de llegar a Monterrey tenía que pasar por saltillo donde aprovecho para cargar gas, iba fumando sintiendo esa emoción de sentirse una nena muy putita, pensando en si lograría calentar lo suficiente en algún paradero algún conductor o camionero jarioso y tener un encuentro. al entrar por Arteaga pase a una gasolinera donde aproveche para darle un taco al despachador, cosa que no desaprovechó, ya saliendo al incorporarme al carril, una patrulla que había salido de la nada se me acercó iluminando con una lámpara directo a mis ventanas, me orille comenzando a sentir un poco de pena por qué descubríera como iba vestida, por lo que rápidamente me puse una chamarra que ocultaba toda mi parte súperior, el policía se acercó pidiendo mis papeles inmediatamente cuando se percato que iba maquillado como una puta, un poco indiscreto se asomó al interior del vehículo y se quedó mirando mis piernas casi del todo descubiertas por la minifalda, a lo que me preguntó que por qué iba así vestida, yo me sentí cohibida para cuándo sus compañeros empezaron a bajar de la patrulla y a rodear el vehículo, yo solo podía pensar por una parte en la pena de que me fueran a llevar y por otra me empezó a exitar la situación pues eran 3 hombres que se veían un poco aburridos y rudos, rápidamente me pidieron que explicará por qué iba así a lo que me sincere (creo finalmente que le empezó a dar cierto morbo y le agradaba verme cediendo), como fue más la pena al principio no decía nada pero ante su insistencia les dije que la verdad era algo que me causaba exitacion, me preguntaron si me estaba prostituyendo a lo que negué (bueno fuera) pero no sé conformaron por lo que me hicieron bajar, al verme los otros dos policías que acompañaban al primero dijeron mira nada más, otra de estas putitas, ah como les encanta andar de zorras, parece que no hay quien les de verga. Yo simplemente me quedé callada mientras me hacían empinarme sobre la camioneta parando el culo y ellos me observaban todo lo que querían. Yo les pregunté si podría cambiarme para sentirme menos incomoda a lo cual uno de ellos me dijo que si tenía el valor para andar de puta que ahora me aguantará a que todos me vieran haciéndolo. Que no era la primera y que si me resistía me llevarían así a encerrarme, yo ya no sabía si temer o dejarme ser pero uno de ellos menciono que si me hacía la difícil me llevarían más afuera de la ciudad y después de cojerme por la fuerza me golpearian hasta cansarse, por lo que decidí simplemente obedecerlos, me hicieron una revisión y mientras me manoseaban un poco las piernas y el vientre en algo que parecía más un arrimón sabroso, me pidieron que me quitará la chamarra, fue entonces cuando se empezó a asomar mi tanguita la cual un par de veces me jalaron por atrás, y me empinaban uno atrás y otro delante, el de delante hacia como que revisaba algo en mi espalda para repegarme sus huevos en la cara, luego me pidieron permanecer así un rato parada al lado del vehículo exhibiendo mis nalgas hacia la calle, comenzaron a pedirme dinero a lo cual conteste que justo acababa de gastar el efectivo que tenía en la gas, fue un largo tiempo en que tan solo me miraban con cierto desprecio y exitacion y me interrogaban sobre que prefería que me llevarán o qué les daría para liberarme, yo completamente sumisa les contestaba que podía hacer lo que me pidieran con tal de que me dejaran ir obviamente haciendo alusión a qué quería que me cojieran entre los tres, uno de ellos parecía convencido de la idea pues le comentaba a sus otros compañeros que en otra ocasión, una situacion similar terminaron cogiendose a una chica y sugería que porqué no lo hacían, el más grande de ellos no parecía muy convencidos y el tercero parecía tener ganas pero se limitaba a lo que el mayor dijera, yo en verdad quería que me cojieran pero no sé decidían, el mayor insistía en que les diera dinero, por lo que el grupo solo me insinuaba que me decidiera, quizá me faltó valor para pedirles que me cojieran en otro lado, pero también temía un poco que fueran a golpearme como amenazaron, por lo que les dije que tenía algo de dinero en una tarjeta y accedieron a acompañarme al banco a sacarlo, pero me pidieron que no me cambiara en ningún momento, llegando al cajero esperaron que me bajara mientras veía a los tres dentro de la patrulla observándome entrar como zorra al cajero,había por ahí un par de espectadores pero yo simplemente quería irme ya, por lo que lo hize con total confianza. Cuando les pague me dijeron buenas noches putita y algo me hizo sentir como si me padrotearan esos tres, luego proseguí mi camino un poco desepcionado por no haber conseguido exitarlos más, pensando que inútil me era ser una puta si no podía pagar multas con el cuerpo pero decidí aún así pararme en otro paradero ya entre una ciudad y otra donde hay muchos camiones en la noche, baje a mostrarme un poco entre los camiones cuando derrepente sentí una luz que se movía rápido por ahí y regrese a mi auto, justo cuando acababa de entrar y me faltaba aún un tacón por meter tras la puerta se estacionó una patrulla aún más presuntuosa a mi lado, pensé, vaya suerte la mia, me quedé complementame inmóvil y ellos se detuvieron cerca de medio minuto a mi lado, pensé que me detendrían denuevo pero no paso nada, segundos más tarde se fueron pero sin duda me dejaron siscada de si seguir exibiendome o no esa noche, cosa que volví a hacer a la altura de García ya entrando por la periferia de la ciudad pero sinceramente no halle nada, quizá por ser una noche entre semana, pensé. Aprovecho este relato para invitar a quien quiera escribirme, sobretodo si son de la ciudad de Saltillo, Monterrey, alrededores;) Me gustaría conocer algún camionero que recorra está ruta o algún lector caliente que le guste que lo expriman nenas como yo, tengo muchas fantasías con eso incluso que me tomen de sirvienta en una casa jeje pero bueno agradezco a quien ha leído, y a quienes escriban
besos